A veces resulta difícil explicar qué le puede pasar por la cabeza a una persona para hacer el bestia por la carretera, poniendo en peligro su integridad y la del resto de conductores pero aún resulta más complicado de hacerlo si el que comete semejante imprudencia es un tipo que además es campeón del mundo de la Fórmula 1 y sabe (o debería saber) más que nadie que lo que está haciendo sólo se puede hacer en un circuito.
Sin embargo, los hay como Lewis Hamilton que, lejos de olvidarse de su rol de campeón en los circuitos, siguen obstinados en no saber cuándo quitarse el mono de piloto y se ponen a hacer el salvaje por la carretera sin caer en la cuenta de que, una vez abandonan el circuito de competición, se convierten en personas normales para las que las normas de circulación rigen y les afectan como al resto de los mortales.
Así pues, el británico Lewis Hamilton no tuvo mejor ocurrencia para «celebrar» que había logrado el mejor tiempo en los entrenamientos libres en el circuito de Albert Park de ayer viernes que coger su vehículo y conducir de manera temeraria por las calles de Melbourne hasta que la Policía local le paró y fue detenido y acusado por las autoridades de conducción temeraria y se le ha requisado su Mercedes Sedan hasta el próximo lunes.
Se da la circunstancia que ésta no es la primera vez que le ocurre un altercado similar ya que en diciembre de 2007 fue arrestado en Francia y suspendido con un mes de privación del carnet de conducir y 600 euros de multa por circular a más de 200 Kms/h por una autovía.
El británico, que ni aprende ni por lo visto tiene intención alguna de rectificar su actitud, ya ha pedido perdón públicamente por su actuación en un comunicado hecho público por su equipo, McLaren, en el que ha admitido que «iba conduciendo de forma temeraria y fui parado por la policía. Lo que hice fue estúpido y quiero pedir perdón por ello»
Esperemos por el bien de la gente que circula con normalidad por la calle (y por el de la competición) que el bueno de Hamilton se reserve estas demostraciones de poderío y habilidad exclusivamente en los circuitos.
En este vídeo podréis ver cómo fue la detención del británico:
Este niño es que no aprende
y actúa como un niñato
pues no parece prudente
ir por ahí derrapando
conduciendo su Mercedes
(su vehículo privado).
Sí ha sido inteligente
al haberse declarado
un estúpido por ello
y haber también cooperado
al ser pillado de lleno
con la masa entre las manos.
“Estaba muy preocupado
por resultar detenido
pero sí que se ha mostrado
bastante cooperativo”
ha afirmado el policía
que pudo darse el gustazo
de detenerlo en la vía
y requisarle su auto.
Hamilton, cariño mío,
si quieres pegarle al freno
hazlo el próximo domingo
y si quieres, gripa el delco,
y dejas que nuestro niño
el de tan estrecho cuello
haga sonar nuestro himno.
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Excelente rima 🙂 🙂 🙂
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El arrepentimiento debe ir unido al proposito de enmienda. Si no, no sirve de nada.
A partir de ciertos niveles de renta, se le deberian agregar multiplicadores a las multas. No me parece bien que este tio pague una multa de las que al comun de los mortales le arruina el mes y que a este pollo le supone sólo el presupuesto del desayuno. A este tio, para que le duela un poco, le tiene que caer una multa de 10000 eurazos, y verás como se lo toma con tranquilidad.
Y un consejo. Nunca salgais directos a la calle despues de haber conducido en un circuito. Nunca. Nunca. Nunca. Podeis llevaros un buen susto en la primera curva.
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Estoy de acuerdo contigo BenGrimm. Para esta gente es peor el escarnio de haber salido en la tele detenido que la multa, que esta gente se pasa por el arco del triunfo.
O les metes un paquete de esos que tiemble el Misterio para que el bolsillo les duela como al resto de los mortales o se cambia de penalización porque a un tipo como éste, que debe ganar entre 12 y 14 millones de euros limpios al año, una multa de 600-700 euros es que ni se entera.
Retirada no del carnet sino de la Superlicencia y verás cómo se tientan la ropa la próxima vez que cojan el coche de calle y se conviertan en «personas normales» al volante.
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