Tal y como informa hoy el blog Motorpasión, James Heselden, el magnate británico propietario de la empresa de vehículos eléctricos Segway, falleció el pasado domingo a los 62 años de edad mientras probaba un prototipo de esos peculiares «patinetes eléctricos» cuya marca comercializaba.
Por motivos que aún se desconocen y según el testimonio de un testigo, Heselden perdió el equilibrio, despeñándose junto a su vehículo desde una altura aproximada de nueve metros, para acabar cayendo finalmente al río Wharfe, cerca de Boston Spa, al norte de Inglaterra, sin que los médicos que le atendieron en el lugar del siniestro no pudieran hacer nada más que certificar su muerte.
Heselden era el dueño de una inmensa fortuna -cercana al los 160 millones de euros- y acababa de adquirir Segway este mismo año. No obstante, estaba enfrascado en una dura polémica derivada de la seguridad de sus vehículos.
De hecho, la compañía que Hendersen presidía, se vio obligada recientemente a retirar todos sus vehículos en Estados Unidos al detectarse un fallo en su software que podía provocar que las ruedas giraran en sentido contrario, lo que hacía que los conductores cayeran de ellos.
Además, el vehículo tampoco ha sido aprobado en Gran Bretaña para su uso en carreteras, a pesar de las protestas de sus usuarios.
