Trabajada y sufrida victoria de Sebastian Vettel en un emocionante GP de Mónaco salpicado de numerosos accidentes, que motivaron la entrada por dos veces del Safety Car y de una suspensión de casi media hora, tras un aparatoso accidente casi al final de Vitaly Petrov, afortunadamente sin consecuencias para el piloto ruso.

La carrera ya nació marcada de antemano por el grave accidente en los entrenamientos de clasificación del mexicano Sergio «Checo» Pérez (aunque sin más consecuencias que su ausencia hoy en la parrilla de salida), el actual líder del campeonato, Sebastian Vettel, ha dado un golpe casi definitivo al campeonato. El alemán ha acabado imponiéndose en el circuito urbano de la capital monegasca con una buena dosis de oficio, una arriesgadísima estrategia y, por qué no decirlo, con una pizca de suerte.

Segundo ha sido el español Fernando Alonso, que sigue con su trayectoria ascendente. Siempre en la pomada, tras una gran salida en la que pudo adelantar a un poco espabilado Mark Webber, le puso las cosas muy difíciles a Button, primero, y a Vettel, después, durante un largo trecho de la carrera.

El compañero de ambos pilotos en el cajón ha sido en esta ocasión Jenson Button, que perdió parte de sus opciones tras un mal pitstop, pero que ha firmado una excelente actuación en todos los terrenos.

Análisis de la carrera

La carrera en sí no parecía que fuese a tener demasiada historia, con un Vettel que salía sin problemas y no tardaba ni una vuelta en poner tierra de por medio con respecto al resto de pilotos. Mientras tanto, por detrás, en la salida se desataban las hostilidades desde el mismo momento en que el semáforo se ponía en verde.

Instante de la salida del GP de Mónaco, con Vettel en primer lugar

Así pues, Alonso -en otra gran salida- le arrebataba brillantemente la tercera posición a Mark Webber, que volvía a dejar claro cuál está siendo su principal talón de Aquiles. Por su parte, Michael Schumacher, que viviría un día aciago hoy, estaba a punto de liar una gran montonera ya que su Mercedes GP, que tan brillantemente calificó en el día de ayer (quinto, su mejor calificación desde su vuelta el año pasado) se quedaba literalmente congelado, siendo pasto del resto de rivales y cayendo hasta la novena posición.

Mientras tanto, Button conservaba su segunda posición y, pese a perder rápidamente comba con respecto a Vettel, rápidamente se marchaba junto a Alonso del resto de competidores, mientras que por detrás sólo Hamilton, que salía décimo hoy tras su penalización al finalizar la sesión de ayer, trataba de ponerle pimienta a la carrera. Suyo fue un memorable adelantamiento a Michael Schumacher, en una zona casi imposible y se lanzaba en pos del tercer grupo, encabezado por Rosberg , Massa y Webber, que circulaban con un ritmo sensiblemente inferior al del británico.

De hecho, a eso de la vuelta 14 el Mercedes GP de Nico Rosberg, hasta el momento casi impecable en su rendimiento, empezaba a dar signos de flaqueza. Esto fue aprovechado por Felipe Massa para protagonizar el primer incidente de carrera. Intentando adelantar en la curva de Loews, el brasileño intentó un imposible y Rosberg, viendo venir al brasileño le cerró la puerta, tocándose y perdiendo el Ferrari parte de su alerón delantero pero de tal forma que el Ferrari pudo continuar en pista. Por eso, minutos más tarde Massa, primero, y Pastor Maldonado, después, rebasaban al alemán, que empezaba su calvario particular. A partir de este momento la carrera cambió radicalmente.

En la vuelta 16 se producía la primera parada de Button, lo que fue imitado de inmediato por Vettel y Webber, desatándose el caos en el box de Red Bull. Inexplicablemente, algo ocurrió con una de las ruedas del alemán y la parada se demoró mucho más de lo debido. A su vez Webber, que venía detrás, tuvo que esperar y además se repitieron los problemas, con lo que su parada fue aún más lenta que la de su compañer (yéndose a casi 40 segundos en total).

Esto motivó que Vettel, que tendría que haber salido después de Button pero detrás de Alonso, perdío también posición con el español, que es en ese momento el líder de la carrera, hasta su parada apenas tres vueltas más tarde.

Justo por detrás, los nervios estaban a flor de piel, con Timo Glöck, se saltó la chicane y a punto estuvo de provocar un accidente entre Michael Schumacher y Nico Rosberg, que venían inmediatamente por detrás, atacándose mutuamente en un estúpido e ineficaz duelo fratricida.

Por su parte, Lewis Hamilton, toda vez que fue víctima de un pitstop lamentable en su box, ya sin opciones para el pódium, decidió desenterrar el hacha de guerra y empezó a fraguar una actuación entre lo magistral y lo penalmente punible. Su primera víctima fue Felipe Massa al que estuvo achuchando dos vueltas hasta adelantarle de forma inverosímil, casi suicida, en la curva de Loews.

El brasileño de repente se encontró con el monoplaza del británico en plena curva, por el interior hasta ganarle la posición. Sin embargo, Felipe Massa, en su afán de mantener el tipo ante la acometida salvaje de Hamilton, no puede evitar el toque con el McLaren, quedando su alerón seriamente afectado. Aun así entraron ambos casi en paralelo en el túnel pero, de nuevo, Hamilton atacó ferozmente a su adversario y en esta ocasión, el Ferrari, afectado por el toque anterior, corrió peor suerte. El monoplaza del brasileño era literalmente engullido por el McLaren y empujado hacia la zona sucia de la pista, perdiendo el control de inmediato e impactando contra las protecciones laterales, rompiendo el eje delantero.

De esta manera se ponía punto final a la carrera del brasileño y se producía la salida del Safety Car a la pista, por vez primera. Además, en esa misma vuelta y apenas unos instantes después, se produjo otra situación de peligro que, de hecho, le reportó un gran susto a Fernando Alonso ya que, a punto de enfilar la recta, el Mercedes GP de Michael Schumacher se paraba en seco, con el motor humeante justo a la salida de la curva, de modo que casi era alcanzado por el Ferrari del español.

Estado en el que quedó el Ferrari de Felipe Massa tras su impacto con el guardarraíl

En ese momento se produjo la típica desbandada generalizada hacia boxes por gran parte de los pilotos para aprovechar para cambiar las ruedas, entre ellos los grandes favoritos, salvo uno. Sorprendemente, desde el box de Red Bull deciden que Sebastian Vettel, ahora líder, no entre y continúe con el viejo juego de ruedas duras que llevaba desde la vuelta 17.

Por eso, y tras el relanzamiento de la carrera en la vuelta 37, una gran duda asalta a todos en ese momento. ¿Por qué no ha parado Vettel si su juego de ruedas debería estar en las últimas? En las mejores previsiones, tras los primeros tests del jueves, estos neumáticos ofrecieron un rendimiento máximo de unas 25 vueltas. Sin embargo, el alemán ya llevaba 20 con ellos y, además, la situación dejaba entrever que en Red Bull no pararían, al menos de momento.

Sebastian Vettel, desafiando a todas las leyes de la física, resistiendo con un único juego de neumáticos

Pero como era de esperar, el rendimiento del Red Bull empezó a bajar enteros de forma más que significativa y los primeros datos eran alarmantes. Alonso, que ya se había ubicado cómodamente en la segunda posición tras la segunda parada de Button unas pocas vueltas antes, estaba enjugando las diferencias con el alemán vuelta a vuelta. Pero es que las malas noticias para el piloto de Red Bull no acababan ahí.  Jenson Button, que llegó a estar a 15 segundos del asturiano en el momento de relanzar la carrera, venía como una flecha por detrás y también estaba acercándose peligrosamente.

Aun así, Vettel, impasible el ademán, seguía en pista y con los neumáticos cada vez en peor estado pero resistiendo como un jabato las acometidas de Alonso y sin perder detalle de los movimientos de Jenson Button, el cual preguntaba asombrado por radio si es que Vettel no tenía pensado parar.

A todo esto, Hamilton -que había sido sancionado con un drive through por su maniobra con Massa- y ya absolutamente fuera de sí, toda vez que cumplía con la sanción y ya sin apenas opciones para entrar entre los cinco primeros, continuó su cruzada contra todo aquel coche que veía en pista. Y así, en la vuelta 70, Petrov se convertía en su nueva víctima y, por desgracia, en protagonista involuntario de lo que ocurrió después.

Tras adelantar al ruso en una maniobra de nuevo casi suicida con medio coche por encima del piano, justo antes de la chicane, se produjo el reventón de la rueda trasera derecha del Force India de Adrian Sutil, que también estaba yendo a una parada y rodaba en quinta posición.

Ya sin control, el monoplaza del alemán se saltaba la chicane, provocando un brusco frenazo de Jaime Alguersuari, que saltaba por encima del McLaren de Hamilton. Al mismo tiempo, el Toro Rosso del catalán, a su vez, era alcanzado brutalmente por el Lotus Renault de Petrov, que, acto seguido, impactaba violentamente contra las protecciones.

De nuevo el Safety Car en pista pero con un hecho a la postre decisivo. Parece que Petrov no estaba en las mejores condiciones físicas y, por precaución, era reclamada la ambulancia urgentemente a la pista para su evacuación al centro médico (afortunadamente sin consecuencias), lo que motivó la inmediata bandera roja y la suspensión de la carrera a falta de tan solo ocho vueltas para el final.

En ese momento, todos los coches se dirigieron a la línea de salida  y los maltrechos pero increíblemente resistentes neumáticos de Vettel fueron, por fin, sustituidos y sin pasar por boxes, mientras que los mecánicos de McLaren se afanaban en arreglar como fuera el alerón trasero del monoplaza de Hamilton, seriamente dañado tras el anterior impacto.

Sebastian Vettel es atendido por sus mecánicos durante el parón producido tras el accidente de Petrov

Finalmente, y tras una espera de aproximadamente media hora, los coches que quedaban en carrera retomaban la salida aunque de forma neutralizada con el Safety Car, que se mantuvo en pista durante tres vueltas. Esta circunstancia, sumada al hecho de que Vettel ya corría con neumáticos nuevos, impidió que ya no hubiese tiempo para ataques.

Button era el primero en tirar la toalla mientras que Fernando Alonso, que intentó atacar, tampoco pudo coger el rebufo de Vettel, el cual veía caer sobre su casco la quinta bandera a cuadros de esta temporada, dando otro paso de gigante para la renovación de su título.

Aun así, hubo tiempo para que Hamilton se apuntase su última muesca en el revólver, de nuevo en otro adelantamiento imposible, al tocarse con el venezolano Pastor Maldonado. El joven venezolano, situado en ese momento en una meritoria sexta posición, estaba firmando su mejor actuación hasta la fecha pero desgraciadamente veía cómo también se quedaba sin premio, al acabar contra el muro tratando de defenderse de la acometida del británico, maniobra que los comisarios decidieron investigar, aunque sin consecuencias posteriores para el piloto de McLaren.

Lewis Hamilton y Pastor Maldonado instantes antes de tocarse

Por último, Mark Webber, que había estado desaparecido durante toda la carrera, navegando entra la quinta y la sexta plaza casi toda la carrera, apelaba de nuevo a la épica y lograba dar cuenta de Kobayashi a falta de una vuelta para el final. De esta forma, el japonés, que había ido a una parada, perdía la cuarta plaza in extremis a manos de un desdibujadísimo piloto australiano.

Lo mejor y lo peor del día

Lo más destacable de hoy es la confirmación del buen estado de forma de Ferrari y, en especial, de Fernando Alonso, volviendo al pódium y cumpliendo sobradamente, confirmando que lo que vimos de él en Barcelona durante gran parte de la carrera no había sido un espejismo como pensábamos.

Sin embargo, con quien hay que quitarse el sombrero hoy es ante los estrategas de Red Bull. La gente de Adrian Newey y Christian Horner han arriesgado al límite, llevando al monoplaza de Vettel a una estrategia de una sola parada. Cuando todos daban por hecho que, tras la salida del primer Safety Car, entraría a cambiar sus ruedas, decidieron mantener al alemán en pista, rompiendo los esquemas de todos sus rivales.

Sin duda, tal y como estaba desarrollándose la carrera, entrar a boxes durante las vueltas transcurridas entre el primer parón de la prueba y su suspensión provisional le habría dado en bandeja el triunfo a Fernando Alonso o quizás a Jenson Button. Sin embargo, el campeón del mundo, aun a sabiendas de sus limitaciones en cuanto al estado de sus ruedas, supo en todo momento contrarrestar el hándicap de unos neumáticos casi en las últimas con un pilotaje digno de su condición de líder del mundial y vigente poseedor del título mundial. Así pues, supo y pudo mantener a raya a Fernando Alonso en todo momento y no vio en ningún momento amenazada su privilegiada posición.

Sebastian Vettel, esperando desde la línea de salida a relanzar la carrera

Nos quedará la duda de saber qué habría pasado de no haberse producido el parón tras el accidente de Petrov que permitió la sustitución sin problemas de sus exhaustos compuestos, pero visto lo visto, mucho nos tememos que en apenas ocho vueltas, no habrían podido batirle.

También es digno de reseñar el tremendo avance de los Williams, en especial del neófito Pastor Maldonado, al que sólo el empuje y la ambición desmedida de Lewis Hamilton, que acabó la carrera cabreado como una mona y despotricando contra Massa y el propio Maldonado, han impedido redondear una magnífica actuación del equipo británico. Aun así, tuvo el colofón de la novena posición del veterano Barrichello, que se desquitó, por cierto, de su ex-compañero Michael Schumacher, absolutamente increíble en las primeras vueltas.

Por último hay que destacar la enorme valentía de pilotos como Sutil, al que finalmente sus ruedas no le aguantaron, y Kobayashi, apostando por ir a una sola parada, en especial el nipón, que quedó muy cerca del pódium firmando una de sus mejores actuaciones hasta la fecha en su corta carrera deportiva.

Por su parte, para echar en el saco del olvido, el «papelón» de los Mercedes GP en el día de hoy. Pese a calificar de forma excelente, en especial Michael Schumacher, los dos monoplazas han vivido hoy un calvario. La salida del «Kaiser», empalado en la salida al asfalto de Montecarlo, fue el primer síntoma de un desfallecimiento mecánico que acabó cuando su motor dijo «basta» y dejaba al monoplaza germano clavado y humeante a la salida de una curva.

Tampoco se salva Nico Rosberg que, tras una buena salida y un duelo extraño con el propio Schumacher, fue desinflándose poco a poco a partir de la mitad de la carrera y acabó entrando en los puntos tan solo gracias al abandono de Maldonado a falta de cinco vueltas para el final.

Para olvidar la carrera de hoy de Michael Schumacher

Mal Alguersuari, en particular, y Toro Rosso en general. De nuevo Buemi fuera de los puntos y con un nerviosísimo Jaime todo el fin de semana, que ya le llevó a un polémico encontronazo con Kobayashi en el transcurso de la Q2 (que le obligó a declarar ante los comisarios de carrera) y a realizar el domingo una carrera absolutamente irregular, finalizada abruptamente tras su choque con Petrov.

Y muy mal el equipo Hispania HRT, que ni siquiera pudo disputar los entrenamientos de calificación y sólo la bondad de los jueces le permitió tomar la salida, al considerar que los tiempos registrados en los entrenamientos libres dejaban entrever que cumplirían con la regla del 107%.

Clasificación de la carrera y del Mundial

Tras la disputa del clásico GP de Mónaco, la clasificación final de la carrera ha quedado establecida de la siguiente forma:

1º) Sebastian Vettel (Red Bull Renault), en 2h 9′ 38»

2º) Fernando Alonso (Ferrari), a 1,1»

3º) Jenson Button (McLaren Mercedes), a 2,3»

4º) Mark Webber (Red Bull Renault), a 23,1»

5º) Kamui Kobayashi (Sauber Ferrari), a 26,9»

6º) Lewis Hamilton (McLaren Mercedes), a 47,2»

7º) Adrian Sutil (Force India Mercedes), a 1 vuelta.

8º) Nick Heidfeld (Lotus Renault GP), a 1 vuelta.

9º) Rubens Barrichello (Williams Cosworth), a 1 vuelta.

10º) Nico Rosberg (Mercedes GP), a 1 vuelta.

En la Clasificación del Mundial de Pilotos, el actual líder, el alemán Sebastian Vettel acentúa aún más su dominio absoluto en esta temporada y, con su quinta victoria del año suma ya 183 puntos, prácticamente el doble que su más directo rival, Lewis Hamilton. El británico, pese a «pinchar» hoy, sigue en segundo lugar, si bien sus 85 puntos totales se nos antojan claramente insuficientes para superar la hegemonía casi tiránica del actual campeón del mundo.

Vettel, imparable hacia un nuevo título mundial

En tercer lugar seguirá una semana más Mark Webber, con 79 puntos pero ya con el aliento en el cogote del otro piloto de McLaren, el también británico Jenson Button, a tan sólo tres puntos del australiano. Cierra el repóker de los grandes pilotos del año el español Fernando Alonso, que continúa quinto con 69 puntos, aunque todavía muy lejos de los puestos de cabeza.

La Clasificación del Mundial de Constructores continúa una jornada más encabezada por Red Bull, que sigue imparable hacia la conquista de su segundo entorchado consecutivo, con 222 puntos, cada vez más lejos de McLaren, segundos con 161 puntos y de Ferrari, terceros, con 93 puntos.

La próxima carrera

De nuevo toca cruzar el «charco» y nos vamos hasta Canadá.  El próximo 12 de junio nos esperan 70 vueltas al circuito Gilles Villeneuve de Montreal, por las calles de la isla artificial de Notre Dame, pasando a escasos centímetros de su terrible «Muro de los Campeones», donde cualquier error por mínimo que sea, se paga caro.
DIagrama del Circuito Gilles Villeneuve, de Canadá
Un circuito en el que McLaren aspirará a repetir el doblete logrado el año pasado, con Lewis Hamilton y Jenson Button batiendo sin paliativos al equipo Red Bull, que quedó fuera del pódium. Además, esperamos que Fernando Alonso pueda confirmar la mejoría de Ferrari y repita, como mímimo, la tercera plaza obtenida el año pasado.