Viendo la insultante superioridad de Sebastian Vettel y su Red Bull en la jornada de clasificación de ayer, en la que batió a todos sus rivales con un monoplaza inicialmente reglado para carrera, era de prever que el alemán se pasease tal y como lo hizo hoy, batiendo prácticamente sin despeinarse a todos sus rivales y dominando la carrera de principio a fin.

En su enésima demostración de poderío de esta temporada, el alemán dominó a placer una carrera en la que tuvo todo a favor, demostrando una vez más que este año está intratable y que, lejos de bajar el pistón, permanece impasible el ademán, despedazando a todos sus rivales sin la más mínima piedad.

Salvo en el instante de la salida, momento en el cual Fernando Alonso pudo superarle momentáneamente, el actual campeón del mundo no dio ninguna opción a sus contrincantes, demostrando por qué es ahora mismo el número 1 y el más firme candidato al título de este año, que podría incluso revalidar en el próximo GP de Singapur, a poco que se le den bien las cosas.

Desde prácticamente la quinta vuelta, ha dominado a placer y ha dejado la emoción tan sólo para ver quiénes serían sus acompañantes hoy en el cajón, lujo reservado esta vez a un avispado Jenson Button y a un siempre fiable Fernando Alonso.

Análisis de la carrera

Efectivamente, la carrera de hoy ha tenido dos historias bien diferentes. La primera, en la que Vettel luchaba sólo contra sí mismo, doblando hasta el sexto clasificado hoy, y la segunda, en la que el resto de rivales pugnaron duramente para optar al reparto de puntos.

Como decíamos,  la salida fue el único momento en el que Vettel se vio apeado de la cabeza de carrera. Así pues, cuando todos esperábamos un bonito duelo entre el propio Vettel y Hamilton por ver quién lograba llegar primero al final de recta, aparecía Fernando Alonso, el cual en una maniobra magistral y jugándose el tipo, lograba rebasar a los dos primeros por el exterior, apurando una frenada casi imposible, cuando ya sin asfalto sus ruedas derechas pasaban por el tramo de césped del final de la recta.

Sin embargo, como dice el refrán, poco dura la alegría en la casa del pobre porque, cuando apenas disfrutábamos de este fabuloso adelantamiento, aparecía el monoplaza de Vittantonio Liuzzi, que había recibido un toque por detrás, dando trompos cruzando la diagonal de la primera curva, absolutamente descontrolado, para arremeter violentamente, como si de una partida de bolos se tratase, contra los coches que en ese momento transitaban por ese lugar.

El resultado fue que el HRT del italiano se llevaba por delante a una serie de monoplazas para los que la carrera terminó de golpe. La nómina de afectados fue múltiple, aunque afortunadamente sin consecuencias personales. Entre los afectados estaban Rosberg y Petrov, aparte del citado Liuzzi y alguno más como Kobayashi, que si bien pudo continuar, tuvo que entrar en boxes a cambiar el morro de su Sauber.

Este incidente obligó a desplegar el Safety Car durante las tres primeras vueltas, lo que nos privó de ver un más que interesante duelo entre Fernando Alonso, cabeza de carrera, y Sebastian Vettel, enrabietado por ver cómo el asturiano le había robado la cartera minutos antes de forma brillante.

Vettel y Alonso luchando a brazo partido por el liderato de la carrera

Toda vez que el Safety Car se retiró definitivamente, con la carrera relanzada se acabaron las contemplaciones y Vettel fue inflexible con Alonso. En apenas un par de giros, el alemán acababa de un plumazo con cualquier sueño o aspiración de victoria del español hoy en casa de Ferrari.

Por detrás, mientras tanto, empezaba una dura batalla por la tercera plaza entre Hamilton, un sorprendente Michael Schumacher, Mark Webber, Felipe Massa y Jenson Button, en la que el peor parado fue el australiano de Red Bull. Al llegar a la chicane con ventaja, el compañero de Vettel recibía la acometida del Ferrari del brasileño y se tocaban, llevándose la peor parte el australiano, que perdía el alerón delantero.

El carioca, que trompeó pero no rompió nada, pudo reintegrarse a la carrera pero Webber, sin estabilidad ni aerodinámica no pudo ni siquiera llegar a boxes para salvar el estropicio causado por el toque con Massa. Al llegar a la Parabólica, sin ningún tipo de apoyo aerodinámico, el australiano bloqueaba las ruedas de su monoplaza y, ya sin control, estampaba su Red Bull contra el muro, teniendo que abandonar.

Paralelamente, Vettel seguía sin dar respiro a sus rivales e incrementando sus diferencias mientras que por detrás, la emoción estaba en ver si Hamilton, al que se le había sumado Button, lograba dar caza a un rocoso Michael Schumacher. De esta manera, y durante seis interminables vueltas, el británico intentaba sin éxito rebasar al alemán.

El heptacampeón, perro viejo y sin duda un mal cliente para este tipo de batallas, desplegó todas sus artimañas, cambiando numerosas veces de dirección para evitar el adelantamiento (algo terminantemente prohibido por el reglamento) El cabreo del británico era de tal calibre que llegó a quejarse por radio a su equipo cuando Schumacher le cerraba de forma excesiva en la vuelta 15, mandando literalmente a la tierra al inglés, que a duras penas lograba mantener el control de su monoplaza.

Sin embargo, como ocurre en todo río revuelto, siempre hay ganancia de pescadores, y en este caso fue Jenson Button el que, viniendo desde atrás, aprovechó un despiste de su coequipier para rebasarlo y, acto seguido, dar buena cuenta de Schumacher, que acusaba ya un evidente desgaste en sus gomas.

Esta maniobra fue decisiva para el resto de la carrera ya que Alonso, que gracias a esta refriega entre el tercero y el quinto había cobrado una cierta ventaja, empezó a ver cómo se iba desinflando su diferencia con el inglés vuelta tras vuelta. Un calvario que acababa, tras unos minutos de asedio, cuando, llegados a la vuelta 35, el español perdía su privilegiada posición en favor de Jenson Button, que abrió un hueco definitivo de cara al final.

Por su parte Hamilton, espoleado por el hecho de que, por fin, tras dos paradas y casi media carrera, podía deshacerse de Michael Schumacher, su verdadera bestia negra hoy, inició una auténtica contrarreloj para tratar de enjugar las enormes diferencias que le separaban de la tercera plaza, ocupada cómodamente, al menos a priori, por Fernando Alonso.

Michael Schumacher, toda una pesadilla hoy para Lewis Hamilton

En un arranque de genio, típico del británico, empezó a hacer vuelta rápida tras vuelta rápida, reduciendo a la nada los casi 8 segundos  que, a falta de 10 vueltas, le separaban del español. Finalmente, no pudo ser y, pese a que Hamiton logró colocarse a rebufo del español, ya no quedó tiempo para nada más y las posiciones de cabeza se mantuvieron inalteradas hasta el mismo momento en  que Sebastian Vettel, que hasta tuvo tiempo suficiente de pararse a celebrar su victoria junto al muro, recibió el banderazo final.

Por su parte, también hubo bastante emoción en los puestos «menores», ya que hubo constantes cambios en las posiciones de puntos, especialmente desde que el Sauber de Sergio Pérez, sexto casi todo el tiempo, dejó de funcionar por problemas en su caja de cambios en la vuelta 47.

A partir de ahí, pudimos asistir a una verdadera batalla entre los Toro Rosso de Jaime Alguersuari y Buemi junto con el Force India de Paul DiResta, el Williams de Pastor Maldonado y el Lotus Renault GP de Bruno Senna, cada vez más adaptado a la nueva categoría.

Lo mejor y lo peor del día

Lo mejor, las batallas individuales de Hamilton con un renacido Michael Schumacher, que por momentos nos recordó, tanto en lo bueno como en lo malo, al heptacampeón que fue. Y qué decir de la salida. Un momento increíble en el que Alonso sorprendió a todos en una maniobra digna del gran campeón que es.

Lástima que la montonera inmediatamente posterior, que obligó como vimos a la salida del Safety Car a pista, nos privase de un bonito duelo con Vettel. También es de reseñar el buen momento que atraviesa Michael Schumacher. Cuando más se estaba hablando de una posible retirada al final de esta temporada, el alemán nos ha sorprendido con dos quintos puestos consecutivos (Spa y Monza) y un ritmo de carrera endiablado.

Si fuimos críticos con el rendimiento del alemán esta temporada, es de justicia que destaquemos su rendimiento hoy, especialmente durante el primer tercio de la carrera. Un rendimiento que, unido al poderío en recta de su Mercedes GP, impidieron a Hamilton poder rebasarle hasta casi la mitad de la carrera, privándole de un podium casi seguro.

Excelente la carrera disputada hoy por Paul Di Resta

Por último, bien por los «pequeños». Jaime Alguersuari ha finalizado séptimo tras una excelente carrera, batiéndose el cobre con Paul Di Resta. El escocés se está confirmando como un gran debutante, hasta el punto que, hoy por hoy, está rindiendo muy por encima incluso de su coequipier Adrian Sutil.

Por su parte, también hay que reseñar a Bruno Senna, sobre el que tantas dudas había sobre su rendimiento. El brasileño, que nos dejó un adelantamiento memorable a Buemi, también se ha comportado de forma muy satisfactoria,  finalizando noveno y sumando sus primeros puntos con su nuevo equipo, que le ha ratificado hasta final de temporada.

Lo peor, la mala suerte de Webber, una vez más lastrado por una pésima salida, que se llevó la peor parte en su incidente con Massa. Y qué lástima el abandono de Sergio Pérez, que estaba firmando una gran carrera hasta que su Sauber rompió cuando iba sexto.

Por último, parece mentira que en un mundillo tan competitivo como el de la Fórmula 1 haya cabida para equipos como Lotus, que ni siquiera pudo sacar a pista el monoplaza de Trulli o los HRT, uno de los cuales, el del Liuzzi, fue protagonista involuntario de la carrera por ser el causante de la gran montonera inicial.

Momento en el que el HRT de Liuzzi impacta sobre un grupo de coches

Tampoco resulta edificante ver el espectáculo del joven Daniel Ricciardo, arrastrando mientras pudo su HRT  hasta que abandonó. El australiano llegó a rodar a nada menos que cuatro vueltas del líder, en apenas media carrera. Todo un ejemplo de lo que no debe ser la actual competición, entre otras cosas porque estos coches lo único que pueden producir son accidentes y algún que otro quebradero de cabeza, como el que los doblados le han supuesto hoy a Alonso y Button en su duelo particular.

Clasificación de la carrera y del Mundial

Tras 53 giros al mítico trazado de Monza, la carrera ha quedado de la siguiente forma:

1º) Sebastian Vettel (Red Bull Renault), en 1h 20′ 46»

2º) Jenson Button (McLaren Mercedes), a 9,5»

3º) Fernando Alonso (Ferrari), a 16,9»

4º) Lewis Hamilton (McLaren Mercedes), a 17,4»

5º) Michael Schumacher (Mercedes GP), a 32,5»

6º) Felipe Massa (Ferrari), a 42,9»

7º) Jaime Alguersuari (Toro Rosso Ferrari), a 1 vuelta.

8º) Paul Di Resta (Force India Mercedes), a 1 vuelta.

9º) Bruno Senna (Lotus Renault GP), a 1 vuelta.

10º) Sebastian Buemi (Toro Rosso Ferrari), a 1 vuelta.

Sebastian Vettel, exultante de felicidad tras anotarse su octava victoria del año

Con su octava victoria de la temporada, la clasificación del Mundial de Pilotos nos deja al alemán Sebastian Vettel como líder indiscutible y a un paso de renovar su título de campeón del mundo, con 284 puntos. A una distancia de 112 puntos se encuentra ahora Fernando Alonso, que pasa a ocupar ahora la segunda plaza del Mundial, con 172 puntos.

Más apretada es la distancia que separa al español de sus más inmediatos perseguidores, Jenson Button y Mark Webber, empatados a 167 puntos , mientras que Lewis Hamilton ocupa la quinta plaza, con 158 puntos.

Por su parte, la clasificación del Mundial de Constructores presenta a los chicos de Christian Horner a  un paso de revalidar su título, con 451 puntos, seguido de McLaren con 325 puntos y Ferrari, con 254 puntos.´

La próxima carrera

Con la disputa del GP de Italia, el Gran Circo se despide oficialmente del Viejo Continente hasta el próximo año. Ahora toca cruzar el charco para vivir otro apasionante gran premio en Singapur, en el trazado urbano de la capital asiática, en la ya tradicional carrera nocturna de la temporada.

Un trazado diseñado en torno a la céntrica zona de Marina Bay, que cuenta con una longitud de 5.067 metros y nada menos que 24 curvas (10 a derechas y 14 a izquierdas). Para ello los pilotos necesitarán de 61 vueltas, realizadas en el sentido contrario a las agujas del reloj

Trazado del circuito urbano de Yas Marina (Singapur)

Este circuito tiene un marcado sabor agridulce para el automovilismo español, en tanto en cuanto es Fernando Alonso el primer piloto en inaugurar el palmarés de este circuito en 2008 y el único en repetir victoria hasta la fecha, tras ganar el pasado año. Sin embargo, la breve pero intensa historia de este circuito está -y estará siempre-  salpicada por el escándalo de su carrera inaugural.

Aquella carrera de 2008 fue ganada contra todo pronóstico por el español, entonces en Renault, sobre todo gracias a la oportuna aparición de un Safety Car, desplegado justo cuando nadie, salvo Alonso, podía entrar a repostar en boxes. Este parón, motivado por un extraño accidente en el que su compañero, Nelsinho Piquet, destrozaba su monoplaza contra un muro sin motivo aparente, fue decisivo para la victoria final del español.

Sin embargo, el escándalo surgió cuando al año siguiente, tras anunciarse el despido del brasileño, éste decidió «tirar de la manta» y denunció a sus antiguos jefes ante la FIA, desvelando que aquel accidente había sido preparado a conciencia por el director de su equipo, Flavio Briatore, y por su mano derecha, el Jefe de Ingenieros Pat Symonds.  Una posterior investigación llevada a cabo por la FIA demostró la veracidad de las acusaciones y el italiano fue suspendido a perpetuidad, mientras que Symonds lo fue por cinco años. Curiosamente, Fernando Alonso, que fue el gran beneficiario de aquello, salió absuelto de todos los cargos.

Afortunadamente, esta carrera nos ha dejado después grandes momentos de automovilismo, con espectaculares imágenes nocturnas, especialmente las de los interiores de los monoplazas.  Como también nos puede dejar la imagen del triunfo final del campeonato para Vettel, siempre y cuando se den una serie de circunstancias. Si el alemán vuelve a ganar y ninguno de sus rivales obtuviese la victoria, éste será matemáticamente coronado como campeón del mundo. Esperemos acontecimientos…