Esta carrera, como la práctica totalidad de las vividas esta temporada, ha sido un deja vu de cualquiera de las otras nueve pruebas en las que el flamante nuevo campeón del mundo ha logrado subir a lo más alto en el cajón. Un hecho que ha traído consigo además que, de nuevo y de forma consecutiva, el equipo Red Bull se haya hecho matemáticamente también con el Mundial de Constructores.
Con una facilidad pasmosa y dominando de principio a fin, pese a que la de hoy era la primera vez que Vettel no partía del primer puesto de la línea de salida en toda la temporada, el nuevo campeón ha vencido nuevamente y sin paliativos al resto de competidores.
Sin embargo y, pese a su incontestable triunfo, los protagonistas de la carrera de hoy han sido los acompañantes de Vettel en el pódium. El poleman, Lewis Hamilton y el compañero de Vettel, Mark Webber. Ambos han protagonizado un duelo absolutamente increíble durante casi 20 vueltas, en las que el australiano, sabedor de la inferioridad mecánica y sobre todo de los compuestos del británico, ha sometido a un verdadero asedio al piloto de McLaren que, pese a todo, se ha defendido como gato panza arriba hasta lograr resistir y conservar su privilegiado segundo puesto.
Ambos nos han dejado unas imágenes imborrables, que pasarán a la historia de la Fórmula 1, similares en su desarrollo a las que protagonizaron en aquel inolvidable GP de Francia de 1979 dos mitos como René Arnoux y Gilles Villeneueve. Especialmente memorable ha sido el duelo que han mantenido a tumba abierta Webber y Hamilton entre las vueltas 35 y 36 o en la vuelta 49. Con continuos adelantamientos mutuos, circulando durante gran parte del trazado en paralelo y ajustando las trazadas con tiralíneas, hasta límites casi impensables, los dos pilotos han sido los grandes protagonistas, como digo, de la carrera y unos dignísimos acompañantes hoy de Sebastian Vettel en el cajón.
Alonso, finalmente tuvo que contentarse con el quinto puesto, tras una primera parte de carrera titubeante, en la que a mi modo de ver, su Ferrari no sólo no estuvo a la altura con los compuestos super blandos sino que, además, pecó de excesivo conservadurismo.
Análisis de la carrera
La salida, encabezada por vez primera en la temporada por alguien que no era Sebastian Vettel, ha sido limpia, con un Lewis Hamilton muy agresivo que, contra todo pronóstico, lograba conservar su primer puesto, seguido de Vettel y de un sorprendente Mark Webber, que ahora que la temporada toca a su fin, parece que ha empezado a salir decentemente. El australiano daba buena cuenta de Jenson Button, cuya lamentable salida le dejaba relegado a un sexto puesto, justo detrás de un renacido Felipe Massa y Fernando Alonso, muy conservador a la hora de arrancar.

Por detrás, poca cosa, salvo que Jaime Alguersuari caía a la duodécima posición y que Nico Rosberg achuchaba a un lentísimo Jenson Button, que parecía adormilado y lejos del frenético ritmo de carrera impuesto desde el primer momento por su compañero Lewis Hamilton.
Poco le duró, sin embargo, la alegría a Lewis Hamilton que apenas tres curvas después, no podía aguantar el empuje del todopoderoso Sebastian Vettel y cedía su primer puesto, momento que aprovechó el alemán para tomar las de Villadiego, sin que nadie pudiese evitarlo.
Lo que sí benefició al británico fue que Mark Webber, sin tener un excesivo ritmo de carrera, nadaba y guardaba la ropa, manteniendo a raya a la dupla de los Ferrari. Bien porque no podían seguir su ritmo o bien por excesivo conservadurismo, el caso es que Massa no era capaz de rebasar al australiano ni Alonso a su compañero, lo que permitió que Hamilton fuese abriendo brecha con respecto al terceto perseguidor. Este pequeño «tapón», que se prolongaba ya durante casi 10 vueltas, permitió a Button asomarse al grupeto.
Quizás por el hecho de resultaba evidente que el británico no iba a ser, desde luego, un buen compañero de viaje para los dos Ferrari, el caso es que Massa, que se quejaba amargamente de subviraje a sus mecánicos, en la vuelta 12 despertó de su letargo y decidió por fin atacar a Mark Webber con éxito, mientras que Alonso, que también lo intentó, quedaba por detrás del australiano.
Sin embargo, el gozo de Massa quedaba en sumido en un pozo cuando, en un pitstop lamentable, lo poco que había logrado ganar en pista el brasileño se iba al traste. Massa no sólo había perdido su plaza con Webber y Alonso sino que también con Button y Rosberg, que se las estaban teniendo tiesas entre sí por la sexta plaza.
Alonso, por su parte, tampoco se vio beneficiado por su entrada en boxes ya que, al salir de su primera parada, se vio rebasado por Michael Schumacher (que le afeitó el alerón al asturiano al incorporarse éste a pista) y quedaba justo por detrás de Petrov. Este hecho, aparentemente sin más consecuencia que tener que jugarse el pan con alguien tan duro como el heptacampeón, le supuso sin embargo a Alonso un tremendo susto apenas una vuelta después.
Mientras que Vettel entraba a efectuar su primer pitstop en la vuelta 17 (muy tarde para la degradación que se preveían iban a sufrir los compuestos super blandos hoy), Petrov adelantaba como un misil a Alonso a la salida de recta por el interior. El asturiano se abrió y el ruso, que iba encendido como una tea, no vio al Mercedes GP de Schummy, embistiéndole como un búfalo en plena estampida.
El resultado de la maniobra fue devastador. El Kaiser perdía su alerón trasero y decía adiós a una carrera en la que estaba rindiendo a plena satisfacción mientras que el Lotus Renault del ruso salía disparado justo hacia el exterior de la curva, en plena trayectoria del Ferrari de Alonso. El español apenas se salvaba de la quema por unos centímetros y tenía que salvar el pescuezo por la hierba del circuito de Yeongam sin más consecuencias que el susto.
Este accidente obligaba a la salida del Safety Car, que se mantuvo en pista durante tres vueltas. Una vez relanzada la carrera y, pese a lo que se pudiera esperar, no se pudo ver más ataque que un ligero achuchón de Button a Webber, con el que mantuvo un bonito pero corto duelo ya que el McLaren del ex-campeón del mundo seguía sin andar como en otras ocasiones y pronto quedó relegado a una cómoda pero cada vez más remota cuarta posición.
Así pues, las cosas parecían ya resueltas, con Vettel, nuevamente en cabeza y abriendo hueco, seguido de Hamilton, que seguía manteniendo a raya a Webber, mientras que por detrás Button seguía cuarto, aunque perseguido por Rosberg, Massa y Alonso, que recuperaba la séptima plaza tras los abandonos de Schumacher y Petrov.
Pero cuando todo parecía decidido, llegados a la vuelta 31, Hamilton empezó a acusar un descenso extraño pero súbito en el rendimiento de su McLaren y, en apenas una vuelta, toda la distancia que mantenía sobre Webber desaparecía aunque logrando salvar su puesto, en un alarde de conducción defensiva al que el británico, precisamente, no nos tiene acostumbrados.
Aquí comenzaron los mejores momentos de la jornada ya que, para rizar más el rizo, ambos pilotos decidieron entrar en boxes de forma simultánea a realizar su última parada en la vuelta 34. Hamilton lograba salir de boxes en primer lugar y ahí empezó la batalla. El australiano empezó a atacar con furia visigoda al británico, que se defendió con uñas y dientes y ambos dieron un recital de conducción y de valor, circulando durante gran parte en paralelo y con continuas alternativas.

El duelo, resuelto en primera instancia a favor de Hamilton tendría un segundo capítulo, más breve pero igual de intenso apenas a seis vueltas para el final, cuando Webber volvía al ataque, aprovechando que las gomas de Hamilton estaban en las últimas. En ese momento, Webber lograba por fin rebasar al británico. Pero hoy era el día de Hamilton y, sacando fuerzas de donde probablemente ya no había, lograba exprimir a su exhausto McLaren y devolvía el golpe al australiano. Webber, cuyo Red Bull seguramente también en las últimas, acusó el golpe y decidió no atacar más a Hamilton, el cual, para más inri, se despachaba con una vuelta rápida apenas a tres vueltas para el final.
Por detrás, Button seguía en tierra de nadie, aunque lo suficientemente cerca de Webber y Hamilton para aprovecharse de algún error en la lucha entre ambos rivales. Al menos hasta que Alonso, que tras su última parada y ya con gomas blandas (las más duras hoy) empezó a volar sobre el asfalto de Corea y llegó a amenazar con dar caza al terceto.
Sin embargo, cuando apenas a cinco vueltas del final sus compuestos dijeron «basta» y dejó de recortar distancias con el inglés, hasta el punto de que a dos vueltas para el final el español dijo por radio a su equipo que tiraba la toalla, debiéndose contentar con un quinto puesto final.
Finalmente, Sebastian Vettel lograba cruzar en primer lugar la línea de meta, tranquilamente y disfrutando del desolador paisaje que ofrecían hoy las gradas del Circuito Internacional de Yeongam, absolutamente desiertas. Por detrás, Hamilton lograba in extremis defender su segunda plaza seguido de Webber, mientras que la gran alegría nos la daba Jaime Alguersuari. El catalán, que había completado una fenomenal carrera rodando en tiempos de cabeza, había venido limando sus distancias con Rosberg en las últimas vueltas hasta que en el último giro, problemas con la gasolina en su Mercedes GP hicieron que el español pudiera rebasar al alemán y lograr una más que merecida séptima plaza.
Lo mejor y lo peor del día
Hoy lo mejor del día lo ha hecho, indiscutiblemente, por el equipo Toro Rosso, comandado por Jaime Alguersuari y secundado por Sebastian Buemi, que finalizaron hoy séptimo y noveno, respectivamente, firmando una gran actuación, quizás la mejor del equipo en toda la temporada.
Lo peor, por contra, está hoy bastante repartido y a partes iguales. Por un lado, como espectador de la carrera, he de decir que ha resultado absolutamente descorazonador asistir a una carrera con las gradas absolutamente vacías. En un circuito desangelado, sin prácticamente público eran patéticos los esfuerzos denodados del realizador para ofrecer planos de gente en las gradas de la recta de meta pero cuando la carrera circulaba por el resto del trazado, había gradas en las que no había ni una sola persona.
Es más, me atrevería a decir que en un entrenamiento invernal en Jerez se ha registrado más público que hoy en Yeongam. Sinceramente, creo que el Sr. Ecclestone ha debido ver el negocio en alguna parte que el resto de los mortales no hemos sido capaces de ver porque, del taquillaje hoy, apenas sí habrá para pagar la gasolina del Safety Car.
Por otro lado, no soy capaz de entender aún -y mira que la he visto veces- qué impulsó a Vitaly Petrov a esa especie de suicidio que el ruso perpetró, en este caso asistido involuntariamente por el pobre Schumacher. En un final de recta, con visibilidad perfecta y sin doblados, resulta imposible comprender por qué Petrov realizó una maniobra tan arriesgada como inútil sólo por tratar de ganar un puesto que, a la velocidad que la acometió, muy probablemente habría dado con su Lotus Renault en la hierba, de no haber estado por ahí el Mercedes del heptacampeón para frenar su alocada maniobra.

Por último, curiosa la «disputa» que han tenido hoy algunos pilotos con el bolardo que marcaba el fin del pitlane. Hasta cuatro pilotos se las han visto y se las han deseado para no cometer ninguna infracción por su culpa. Así, Rosberg ha estado a punto de llevárselo puesto al salir de su parada casi emparejado con Button. Fernando Alonso ha hecho lo propio tratando de asegurarse que salía delante de Massa y, finalmente, Pastor Maldonado se lo ha saltado, siendo «cazado» por los comisarios, que le sancionaron con un drive-through.
Clasificación de carrera y del campeonato
Tras 55 vueltas al trazado coreano de Yeongam, la clasificación de la carrera de hoy ha quedado como sigue:
1º) Sebastian Vettel (Red Bull Renault), en 1h 38′ 01»
2º) Lewis Hamilton (McLaren Mercedes), a 12»
3º) Mark Webber (Red Bull Renault), a 12,4»
4º) Jenson Button (McLaren Mercedes), a 14,6»
5º) Fernando Alonso (Ferrari), a 15,6»
6º) Felipe Massa (Ferrari), a 25,1»
7º) Jaime Alguersuari (Toro Rosso Ferrari), a 49,5»
8º) Nico Rosberg (Mercedes GP), a 54»
9º) Sebastian Buemi (Toro Rosso Ferrari), a 62,7»
10º) Paul Di Resta (Force India Mercedes), a 68,6»
Con todo resuelto ya en el Mundial de Pilotos sólo restaba saber quién podría aspirar al subcampeonato. Pues bien, hoy Jenson Button ha dado un paso importante para asegurar su segunda plaza al acabar por delante de Alonso.
De esta forma, junto a los inalcanzables 349 puntos de Sebastian Vettel (que, a buen seguro, no serán los últimos visto el carácter ganador del alemán), gracias a su cuarta plaza de hoy y el «pinchazo» de Alonso, Button amplía a 10 puntos la diferencia sobre el español. Así pues, el británico consolida su segunda plaza con 222 puntos, mientras que el piloto asturiano continúa tercero y sin posibilidad de dormirse en los laureles porque con 209 puntos, Mark Webber se sitúa ya a tan solo tres puntos de Alonso. Por último, quinto es Lewis Hamilton con 196 puntos pero con mínimas posibilidades de quedar entre los tres primeros.

Por su parte, en lo referente al Campeonato de Constructores, hoy también ha quedado confirmada la noticia que todos esperábamos desde hace semanas y es que Red Bull repite doblete, exactamente igual que el año pasado. Los 558 puntos del equipo austríaco no hacen otra cosa que consolidar la hegemonía azul, que esta temporada ha sido casi tiránica. 10 victorias y nada menos que 12 pódiums (incluyendo sendos dobletes, en Turquía y Bélgica) han hecho imposibles los esfuerzos del resto de escuderías para poner en dificultades a los nuevos campeones.
Sólo McLaren, con cinco victorias (tres de Button y dos de Hamilton) y Ferrari, con una a cargo de Alonso, han logrado desbancar en lo que llevamos de campeonato al equipo azul de lo alto del cajón. Por ese motivo, la escudería de Woking será con toda seguridad la segunda en el campeonato de fabricantes, entre otras cosas, porque los 418 puntos con los que cuenta están muy lejos de los 310 puntos que tienen los italianos.
Es más, diría que en Maranello parecen más centrados en probar cosas para el coche de 2012 y no tiene ningún aspecto de ser el rival que pudiera poner en dificultad a los británicos de aquí al final de la temporada. De hecho, hoy Alonso montaba en su monoplaza un remedo de lo que será el alerón delantero del futuro Ferrari del próximo año.
La próxima cita será el 30 de octubre, en el nuevo circuito de India en Nueva Delhi si, como todo parece que ocurrirá, se acaban contra reloj los trabajos de adecuación del trazado, bastante retrasados. No están al nivel del desbarajuste que se vivió el año pasado en Corea del Sur pero se le parece bastante.
En todo caso, lo que veremos ahí será una incógnita pero, viendo cómo se las gasta Vettel este año, todo apunta a que no sólo no bajará el pistón sino que seguirá incrementando su interminable lista de triunfos que le acerquen a Fernando Alonso en la única marca que le queda aún al alemán por superar al asturiano. Me refieron a batir el registro de 27 triunfos que ostenta en su haber el asturiano en 10 años de carrera.
De momento, con la de hoy, Sebastian Vettel ya suma 20 victorias, desde que aquel inolvidable 14 de septiembre de 2008, en el circuito de Monza un desconocido chaval alemán, a lomos de un Toro Rosso lograba bajo un aguacero imponente su primer triunfo en un Gran Premio.
Y aunque Vettel todavía está muy lejos del récord de 91 victorias que tiene en su haber el cuarentón Schumacher, viendo el palmarés, el hambre de triunfo y, sobre todo, la juventud del bicampeón, quién sabe si algún día también pudiera batir esa mítica cifra.