Con un panorama sencillamente desalentador y con un entorno de crisis devastador en el sector del automóvil, resulta esperanzador y ciertamente sorprendente oír noticias como la que acaba de hacer pública una marca premium como es Porsche.

El fabricante alemán ha cerrado definitivamente el ejercicio 2011 con unas cifras de auténtico escándalo, máxime si tenemos en cuenta que es una marca exclusiva y alejada de los bolsillos del común de los mortales. Y es que, de la misma forma que le ocurrió recientemente a Rolls-Royce, Porsche parece atravesar por un momento inmejorable y, tanto su nivel de ventas como su producción, especialmente los de su fábrica de la localidad alemana de Leipzig, le sitúan ahora mismo a la vanguardia de un sector en constante retroceso.

Así pues, entre enero y diciembre de 2011,  nada menos que 93,838 vehículos salieron de la línea de producción de Porsche en Leipzig, de los cuales, 62.004 unidades se correspondieron a Porsche Cayenne y 31.834 al Panamera, lo que constituye un incremento récord del 47%  en comparación con el año anterior y, lo que es mejor, todo apunta a que este año 2012 será aún mejor, tal y como ha explicado Wolfgang Leimgruber, miembro de la Junta Ejecutiva de Producción y Logística de Porsche AG.

Además, durante el pasado año al menos 2.400 clientes se animaron a recoger in situ en 2011 su Porsche, directamente en la fábrica de Leipzig, lo que les brindó la oportunidad de probar el circuito de la propia localidad alemana.

Para garantizar el cumplimiento de la altísima demanda que tanto del Porsche Panamera como del Cayenne está gozando el fabricante germano, se ha incrementado la plantilla de la factoría hasta los 900 empleados y se está introduciendo un tercer turno desde finales de enero pasado,

Por su parte, la fábrica también se está preparando para un nuevo modelo, en concreto el famoso «Proyecto Cajun», que será el nuevo SUV compacto de la marca alemana. Para ello están ampliando sus instalaciones y el fabricante alemán no está escatimando en gastos. No en vano ha destinado más de 500 millones de euros para el desarrollo estas nuevas instalaciones, que se convertirán en una fábrica de pleno derecho para el año 2013 y que generarán al menos 1.000 puestos de trabajo adicionales en Leipzig sólo gracias al futuro Porsche Cajun.

Un espaldarazo importante a una ciudad y a una marca que, además, en este año 2012, celebra el décimo aniversario de la inauguración de su fábrica, motivo por el cual será el escenario de numerosos eventos tanto en la propia fábrica como en la citada ciudad.

Imagen de la cadena de montaje de Porsche Cayenne y Panamera en la ciudad alemana de Leipzig