Renault conmemora el 50º Aniversario del nacimiento de la Berlineta Alpine A110, el mítico coupé deportivo de la marca del rombo. Se fabricaron en Francia más de 6.000 unidades, a las que hay que añadir las más de 1.500 unidades del Alpine A110 que se hicieron en España a partir de 1.967.

Previamente, entre 1.963 a 1.966 se fabricaron en España otras 365 unidades de los modelos Alpine precedentes, los famosos Alpine A108 y A108-1, hasta completar un total de 1.904 unidades de esta marca legendaria realizadas en nuestro país.

La presentación del Alpine A 110, diseñado por Jean Rédélé, se produjo en el Salón de París de 1962 y supuso el punto de arranque de la colaboración con el novedoso por entonces Renault 8, con el que el Alpine compartió no sólo motor sino otra serie de elementos. Con un capó motor más plano, superficies acristaladas más grandes y las luces traseras del Renault 8, el coche derivado del Alpine A108 había ganado en estilo y elegancia.

El nuevo motor obligó a realizar modificaciones en las entradas de aire. De hecho, al estar fijado el radiador del nuevo motor en la parte trasera, se realizaron aperturas en la parte alta de las aletas de resina que se remataron con molduras cromadas. Todas estas modificaciones reforzaron la elegancia del Alpine A110 cuya silueta sobria y magníficamente equilibrada resultó de una gran pureza.

Los motores

Marc Mignotet desarrollaría diversas versiones del motor del Renault 8 (956 c.c., 1.108 c.c., 1.255 c.c y 1.296 c.c.). Replanteada por Amédée Gordini, la potencia del bloque motor de 1.108 c.c procedente del Renault 8 pasaría a 95 CV gracias a un doble carburador.

Más tarde aparecerían el motor 1.289 c.c. del Renault 12 TS, y posterioremente montaría los motores de 1.470 c.c., 1.565 c.c. y 1.647  c.c. del Renault 16 y, finalmente, el de 1.605 c.c procedente del Renault 17.

El equipamiento

Para tratarse de un vehículo de hace 50 años, el equipamiento era francamente generoso. Por un lado, contaba con volante revestido de cuero y un cuadro de instrumentos completo, con cuentarrevoluciones y velocímetro. Dependiendo de las versiones, incorporaba un manómetro de presión del aceite, un amperímetro, un manómetro de temperatura del agua y un reloj analógico.

Por lo demás, el resto era bastante sobrio, por no decir espartano. Los asientos eran de escay negro, con ajustes en inclinación y en profundidad. Las puertas llevaban un mando de manivela para subir y bajar las ventanillas. En algunos casos incorporaba un asa de sujeción para el pasajero.

Existía además un catálogo de opciones: faros adicionales, un depósito de gasolina más grande, llantas de aleación, asientos deportivos tipo bacquets, etc.

 Trayectoria comercial

El Alpine A110 se fabricó en su mayor parte en la fábrica francesa de Dieppe y en los 14 años que se mantuvo en producción, fue incrementando paulatinamente sus ventas, pasando de unos exiguos 50 coches en 1963 hasta los  133  del año 1977, su último año en el mercado. No obstante, la «época de oro» comercial se produjo entre los años 1970 y 1972, destacando el año 1971, cuando la berlineta gala alcanzó su mejor registro (1.024 unidades vendidas).

El punto final en la historia de este mítico vehículo se produjo en julio de 1977, cuando salió de la factoría de Dieppe la última unidad, la berlineta número 6.892, que curiosamente, no se fabricó en azul, el color asociado al A110, sino en verde metalizado, destinada al mercado francés.

Pese a que el grueso de la producción se realizó en Francia, el Alpine A110 también se construyó en cantidades más o menos limitadas en Brasil, México (unas 300), Bulgaria (aproximadamente 200), y  España, cuya fábrica vallisoletana de FASA-Renault fue la que más unidades aportó al mercado fuera de las fronteras francesas, con 1.904 unidades.

Trayectoria deportiva

Donde vivió el Alpine A110 una auténtica catarata de éxitos fue en el aspecto de la competición, aprovechándose sobre todo de su ligereza y maniobrabilidad, que les permitió cosechar infinidad de victorias, especialmente en el mundo de los rallyes.

El bautismo del A110 en la victoria se produjo muy pronto, cuando el piloto José Rosinski se alzaba con el triunfo en el Rally des Lions en 1963. Sin embargo hubo que esperar unos pocos años más, en concreto a 1967, cuando se constituye el equipo Alpine Renault y se contrata a los pilotos franceses Gérard Larrousse, Jean-Claude Andruet, Jean-Pierre Nicolas para el equipo oficial.

El año 1968, tras las victorias de Gérard Larousse sobre nieve y hielo en el rally de Lorena, Jean-Claude Andruet logra hacerse con el título de Campeón de Francia con cuatro victorias en la temporada. El año siguiente, Alpine Renault repite campeonato local, en esta ocasión de la mano de Jean Vinatier.

Para 1970, el Alpine A110 1600 S  logra su homologación en grupo 4 y Jean-Claude Andruet, repite el título de Campeón de Francia y añade el título de Campeón de Europa a su palmarés, al terminar la temporada.

Sin embargo, la consagración a nivel mundial llega el año 1971.  El sueco Ove Andersson logra la victoria en el rally de Montecarlo, Jean-Luc Thérier acabaría segundo y Andruet tercero. Andersson también consigue la victoria en Italia y la victoria en el rally austriaco de los Alpes y en el mítico Rally Acrópolis en Grecia, dando así el título internacional a Alpine. Por su parte, Jean-Pierre Nicolas gana el campeonato de Francia.

El año 1972 empezó el despegue definitivo del Alpine A110. El motor 1.600 fue sustituido por uno de 1.800 c.c., más potente. Jean-Claude Andruet logró ganar en el Tour de Córcega y seguirían otras muchas victorias compartidas por los distintos pilotos del equipo. Al concluir la temporada, Bernard Darniche se consagró Campeón de Francia y Jean-Luc Thérier consiguió ganar el Rally de los Cévennes, por vez primera con un motor 1.600 turbocomprimido.

El año 1973 es el mejor año. Reunió en su equipo a los mejores pilotos franceses del momento: Andruet, Darniche, Thérier, Nicolas y Piot, acompañados del  experimentado Andersson. La temporada arranca con la victoria de Andruet en Montecarlo. En Portugal, Thérier y Nicolas consiguen el doblete. En el Rally de Marruecos, Darniche es el vencedor y finalmente, Alpine Renault se alza con el título de Campeón del Mundo y Jean-Luc Thérier se proclama Campeón de Francia.

En 1974 comienza el declive del Alpine A110. Nicolas gana el rally de Marruecos y es segundo en el tour de Córcega. Son los últimos destellos de gloria, que acaba con la victoria de Hènry en el Criterium de los Cévennes. En 1975 se oficializa la retirada del Alpine A110 de las carreteras. Aun así, y en manos privadas, siguió compitiendo en distintas pruebas hasta la actualidad, donde sigue siendo uno de los coches más destacados en todas las competiciones de clásicos que se precien.

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