Si por algo se caracteriza McLaren, al igual que Red Bull, es por cuidar muy bien su cantera, a la que abastece constantemente con jóvenes promesas, a las que luego mima y protege hasta llevarlas en volandas hasta la máxima categoría. Así ocurrió con Lewis Hamilton o, como en el caso de Red Bull, con Sebastian Vettel.

Pues bien, McLaren acaba de anunciar la contratación de Tom Blomqvist, hijo de Stig Blomqvist, el famoso piloto sueco y campeón mundial de rallyes en 1984. El joven piloto, de nacionalidad británica y tan solo 18 años de edad, se ha unido al selecto grupo de jóvenes talentos de la escudería de Woking que participan en su programa de desarrollo de pilotos.

Méritos ha hecho, desde luego, para hacerse acreedor a tan importante salto cualitativo en su carrera. Blomqvist ha hecho notables progresos en los monoplazas desde que abandonó el mundo del karting en 2009.

En 2010, con tan solo 16 años, se convirtió en el piloto más joven en ganar el Campeonato de Fórmula Renault del Reino Unido, venciendo en tres carreras, una hazaña que le valió ganar el Premio «British Racing Drivers’ Club Henry Surtees», un prestigioso galardón concedido al pilotaje más sobresaliente llevado a cabo por un joven piloto durante ese año.

Su destreza al volante le aupó a la Copa Fórmula Tres en 2011, año en el que Blomqvist fue finalista del Preciado premio McLaren Autosport BRDC. Una brillante trayectoria coronada ahora, de la mano de Martin Wihtmarsh, el actual director del equipo McLaren, que se ha deshecho en elogios hacia el joven piloto, del que ha dicho que «está considerado con justicia como una firme y muy brillante promesa en el mundo de las carreras».

Además, Wihtmarsh comparó su trayectoria con la de Lewis Hamilton, que también ganó la Fórmula Renault británica apenas tres años antes de dar el salto a la Fórmula 1 en el equipo McLaren.

Para acabar, decir que, como parte del programa de desarrollo de pilotos de la escudería británica, Blomqvist se beneficiará de una gran cantidad de formación y no sólo orientada a mejorar su pilotaje. Recibirá también orientación personalizada para manejarse con soltura fuera de la pista.

Ahora sólo falta ver si el chaval responde a las expectativas y sigue adelante o si, por el contrario, se queda por el camino. Mimbres y talento, desde luego, no le van a faltar.