Un empleado de un concesionario de motos madrileño ha sido detenido por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial tras ser cazado por un radar a 247 kms/h en una carretera comarcal perteneciente a la red viaria de la Comunidad de Madrid, limitada a 90 km/h.
El arrestado es un varón español de 45 años que, según explicó a la Benemérita, se dedica habitualmente a probar los vehículos de un concesionario oficial de venta de motocicletas. Ahora se enfrente a una imputación de un delito contra la Seguridad Vial, por superar ampliamente más del doble de la velocidad reglamentariamente establecida en el artículo 379 del Código Penal.
Se da la circunstancia de que esa carretera es una vía secundaria de doble circulación y en la que además siempre hay un gran tránsito de vehículos pesados en ambos sentidos, por lo que no sólo se puso en grave peligro la propia seguridad del conductor sino la del resto de usuarios de la vía, según han informado fuentes de la Comandancia.
Finalmente, las ganas de correr de esta persona pueden acarrearle una pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses. reemplazable por trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, aunque de lo que parece que no le va a librar nadie es de una suspensión del carnet de conducir por un tiempo que oscila entre uno y cuatro años. Y por si fuese poco, el infractor puede que además tenga que hacer frente a una posible compensación al titular del vehículo -que no era él sino un cliente de su establecimiento- ya que la autoridad judicial está estudiando acordar el decomiso del vehículo utilizado, al considerarse instrumento del delito.
En definitiva, que el paseíto de este descerebrado le va a salir bastante caro, aunque no tanto si sopesamos el riesgo asumido para su propia vida y la de los demás integrantes de la vía, ajenos a los deseos de emular a Marc Márquez por parte de este individuo.