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A medida que avanza la temporada, parece que el futuro de Kimi Raikkönen, que apuntaba muy alto hasta no hace mucho, comienza a complicarse peligrosamente. A estas alturas del año, el finlandés aún no ha desvelado dónde correrá el próximo año y sin embargo las puertas de las grandes escuderías, que hace dos o tres meses están abiertas de par en par, se le están cerrando paulatinamente.

Parece claro que Kimi no renovará su contrato con Lotus, que finaliza este mismo año, debido en gran parte a sus problemas económicos, que le han motivado incluso retrasos en el cobro de sus propios emolumentos, reconocidos por el propio piloto este verano.
Por eso, y a raíz del anuncio de la retirada de Mark Webber, los rumores no tardaron en situar a Raikkönen en Red Bull. Sin embargo, el fichaje de Daniel Ricciardo por el equipo austríaco esta misma semana ha acabado de golpe y porrazo con las aspiraciones de Iceman de ser compañero de Sebastian Vettel.
Paralelamente, estas últimas dos o tres semanas su nombre empezó a sonar con fuerza tanto para volver a McLaren como a Ferrari. En el caso de la escudería de Woking, quien tenía todas las papeletas para salir era Jenson Button ya que la apuesta de Whitmarsh por «Checo» Pérez parece segura y con varios años por delante.
El problema está en que, en una comparecencia pública del piloto británico llevada a cabo hoy en Monza, el piloto británico ha sido tajante sobre su futuro y ha dicho que seguirá como mínimo un año más en McLaren. Asimismo, Button ha admitido que ya está trabajando sobre su renovación y aunque todavía no ha firmado nada pero que va por buen camino. «Sería un movimiento equivocado ir a cualquier otro sitio», dijo el ex-campeón del mundo.
Es más, Button reconoció que había hablado de una hipotética llegada de Raikkönen a McLaren con Martin Whitmarsh y éste le dijo textualmente que «Por lo que me ha dicho Martin, Kimi no estará aquí el próximo año».
La única opción seria que parece quedarle en pie a Kimi para pilotar en un equipo con garantías el próximo año es la de Ferrari aunque todo dependerá de lo que ocurra con Felipe Massa, cuya continuidad en La Scuderia está cada día más en entredicho.
De hecho, las palabras de Stefano Domenicali de hace apenas una semana pidiendo la renovación de Felipe Massa sonaban más a la típica confirmación que hacen los presidentes de los equipos de fútbol a sus entrenadores justo una semana antes de ser despedidos que a un verdadero deseo de continuidad para el carioca.
Es más, el propio Massa anda con la mosca detrás de la oreja ante la falta de noticias provenientes de Maranello sobre su renovación. Preguntado por su futuro en Ferrari, el brasileño ha dicho que «Creo que esa pregunta se la debéis hacer a Stefano»ya que aún no ha recibido ninguna oferta para seguir.