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Sebastian Vettel sigue empeñado en destrozar esta temporada todos los registros habidos y por haber y a fe que lo está consiguiendo. La carrera de hoy en Austin ha tenido de todo menos emoción y lucha por el triunfo, inaccesible por la enésima demostración de poder que Sebastian Vettel ha llevado a cabo sobre el circuito texano.

Aun así, la carrera ha tenido algún momento divertido y de cierta tensión en la lucha por los puntos, así como por los dos puestos de pódium. Sin embargo, la de hoy a grandes rasgos, no pasará a la historia de las mejores carreras de los últimos años que digamos.
Desde el momento del arranque hasta el banderazo final, Sebastian Vettel estuvo muy por encima del bien y del mal y en ningún momento vio amenazado su trono. Más bien todo lo contrario. Se le vio incluso ralentizado desde su propio box y dando la sensación de haber rodado a medio gas y que, de haber necesitado una mayor diferencia con sus rivales, lo habría hecho sin problemas.
Con esta victoria, la octava consecutiva del año y la 12ª de la temporada, el tetracampeón ha vuelto a hacer añicos un nuevo récord, de esos que se consideraban inalcanzable, como es precisamente el de victorias consecutivas, igualado hace 15 días en Abu Dhabi y ahora superado por fin. Así pues, dos mitos de este deporte como Alberto Ascari y Michael Schumacher son ya un recuerdo porque Vettel ha vuelto a hacer historia.
En segundo lugar y, como digo, tras un reñido final de carrera, ha finalizado el francés Romain Grosjean, seguido de un Mark Webber al que se le ve absolutamente agotado y con más ganas que todos nosotros de dar carpetazo a una nefasta temporada.
Por último, y ya sin la amenaza de Kimi Raikkönen, el gran ausente por motivos de sobra conocidos, decir que Fernando Alonso se ha proclamado de forma matemática subcampeón, o como el propio piloto asturiano dijo nada más finalizar la carrera, “el primero de los mortales”. Una nueva interpretación a aquel aserto atribuido a Ayrton Senna por el cual el segundo era “el primero de los perdedores”.
Análisis de la carrera
La carrera comenzó con sorpresa relativa. Por un lado, Sebastian Vettel se tuvo que emplear a fondo para defender su pole ya que a punto estuvo de ser rebasado por un muy incisivo Romain Grosjean y por Lewis Hamilton.
Por otro lado, Mark Webber una vez más echó kilos de tierra a su magnífica jornada de calificación del sábado, quedándose como siempre clavado como una estaca en el arranque. Esto le obligó a ceder no sólo la segunda sino incluso la tercera posición, quedando a rebufo de Hamilton. Un lastre que probablemente le marcó para el resto de la prueba.

El único susto grave del día se lo llevó Adrian Sutil al final de la primera vuelta cuando, a punto de enfilar la recta de tribuna se tocaba con el Williams de Pastor Maldonado. El piloto alemán perdió el control de su Force India y se empotró violentamente contra el muro. Esto provocó la salida del Safety Car, sin apenas tiempo a que nadie hubiese cobrado una ventaja sustanciosa que pudiera perderse ahora por la acción del coche de seguridad.
Tras cinco vueltas, el Safety Car se retiró dela pista sin que ello provocase ninguna alteración significativa en la carrera. Vettel tiró de forma salvaje y, como ocurrió en Singapur, en apenas una vuelta ya le había metido algo casi dos segundos a Grosjean, seguido de Hamilton y Webber, mientras que Sergio Pérez, que le había ganado la partida a Alonso en la salida, le mostraba el morro de su McLaren a Hulkenberg.
Así las cosas, pronto se empezaron a disipar las dudas sobre la cabeza. Con Vettel absolutamente intratable, Grosjean aprovechó para tratar de distanciarse de sus rivales, dado que Hamilton pronto dio síntomas de debilidad y Webber se le estaba empezando a poner a tiro de piedra.
De hecho, el británico apenas sí pudo aguantar el empuje del piloto aussie durante dos o tres vueltas, las que necesitó para coger aire y adelantarle sin casi esfuerzo en la vuelta 13, poniendo rápidamente tierra de por medio con el Mercedes, que empezó a desinflarse peligrosamente.
Justo por detrás Hulkenberg se las veía con Pérez, que seguía manteniendo a raya a un apagado Fernando Alonso, que parecía no tener suficientemente ritmo para dar caza al McLaren del mexicano, mucho más motivado y agresivo que el español.

Sin embargo, a partir de la vuelta 20 Fernando Alonso comenzó a despertar y a acercarse lenta pero inexorablemente al monoplaza de Pérez, cuyos compuestos blandos estaban dando muestras de flaqueza, hasta el punto que era llamado a boxes para cambiar sus ruedas en la vuelta 23, cuando el Ferrari del español era ya la sombra del McLaren del azteca.
Mientras que por delante no había historia alguna, con las cuatro primeras plazas aparentemente a buen recaudo, la lucha por la quinta posición estaba ciertametne interesante. Tras llamar a boxes a Alonso en la vuelta 27 para una única parada, a punto estuvo de repetirse una imagen como la que se produjo en Abu Dhabi entre Vergne y el español.
Alonso, que aguantó todo lo que pudo en pista para sacarle tiempo a Pérez, salió de boxes como un toro y resistió por apenas unas décimas la embestida del mexicano, lo que le permitió ganar la posición y, tras unos momentos de tensión, logró irse no sin esfuerzo del McLaren en pos de un Esteban Gutiérrez que aún no había hecho su entrada en boxes.

El mexicano de Sauber se convirtió en un aliado inesperado de Alonso. Gutiérrez no fue mucho rival para el español pero sí que fue un tapón importante para su compatriota. Pérez tuvo que sudar tinta para adelantar al Sauber durante tres interminables vueltas, en las que el Ferrari se distanció de una forma casi definitiva del McLaren.
Por delante, Vettel –cuyo equipo se marcó un pitstop sensacional de apenas 2,1 segundos- seguía marcando las diferencias pero Grosjean empezó a dar síntomas de debilidad ante un Webber, ya con ruedas nuevas, parecía definitivamente ir a por la segunda plaza.
Sin embargo y de forma inesperada, cuando parecía que Webber iba a dar buena cuenta del galo, el australiano comenzó a flaquear y dejó que Grosjean tomase aire y se marchase de nuevo.
Paralelamente, por detrás se desataron varias guerras simultáneamente. Por una parte, Fernando Alonso se fue a por Hulkenberg, cuyo tercio final de la carrera perdió mucho fuelle mientras que Gutiérrez y Bottas, nos dejaban una preciosa lucha por la octava y la novena posición, saldada a favor del finlandés tras un par de adelantamientos sucesivos de esos que quitan el hipo. Casi como el que Ricciardo protagonizó sobre Di Resta, apenas unos pocos giros más tarde, en su pelea por la 10ª plaza.
Finalmente y tras varias vueltas recortando distancias, en la vuelta 45 Alonso adelantó fácilmente a Hulkenberg y se marcó como objetivo un timorato Hamilton, que nadaba en tierra de nadie, en la cuarta plaza. Lejos del trío de cabeza pero lo suficientemente cerca de Alonso como para pensar en cotas mayores para el Ferrari.

El último tercio ya no tuvo apenas recorrido. Webber, de forma sorprendente, recuperó el resuello y empezó a achuchar nuevamente a Grosjean y Alonso empezó a recortarle tiempo a Hamilton. Sin embargo, tanto el francés como el británico fueron llamados a rebato y lograron resistir el empuje de sus rivales, hasta el punto que a falta de un par de vueltas para el final, tanto Webber como Alonso acabaron por entregar la cuchara.
Es más, Alonso se encontró con que Hulkenberg se le acercó tanto que, de haber durado la carrera apenas 100 metros más, muy probablemente habría doblado el brazo ante al alemán.
Pese a todo, no hubo tiempo para más, salvo para ver un trompo final de Esteban Gutiérrez cuando peleaba con Jean-Eric Vergne. Y para ver nuevamente a Sebastian Vettel haciendo unos “donuts”, tras recibir su octavo banderazo consecutivo y haber entrado una vez más en la historia de la Fórmula 1.
Lo mejor y lo peor del día
Se acaban los calificativos para hablar de Sebastian Vettel. El tetracampeón ha demostrado que no sólo Red Bull está a años-luz del resto sino que él está también en un estado de gracia, absolutamente indiscutible.
Con una conducción perfecta, sin apenas correcciones y llevando su monoplaza con la suavidad de una pluma. De hecho, fue tal su superioridad que las únicas indicaciones que recibió el alemán por radio iban encaminadas a evitar excesos exagerados por su parte (“tú eres tu único rival”, llegaron a espetarle).

Por demás, poco más que destacar salvo el pundonor de un desahuciado Sergio Pérez, el cual, mientras le duraron los neumáticos estuvo con los mejores y mantuvo claramente a raya a Fernando Alonso durante el primer tercio de la carrera. Luego acabó séptimo y por delante de su compañero Button.
Muy bien hoy Romain Grosjean, que está terminando la temporada en un estado excepcional. Más maduro y mucho más centrado pero sin perder un ápice de esa agresividad tan necesaria para llevar su mecánica hasta el límite, está respondiendo a la perfección a las altas expectativas que despertó al inicio de la temporada. Además, ya sin el peso de Raikkönen en el equipo, está como pez en el agua. Hoy ha sido una roca para Webber y, pese a tener un coche peor que el australiano, ha dado una lección de pilotaje defensivo que ha acabado con la paciencia del piloto de Red Bull.
Por último, hay que quitarse el sombrero con la gran carrera llevada a cabo por Valteri Bottas. El piloto finlandés rayó a gran altura y logró llevar por segunda vez esta temporada a Williams a la zona de puntos.
Un comportamiento que contrasta y mucho con el de su compañero Pastor Maldonado. El venezolano, que ya sabe que no correrá para Williams el año que viene aún sigue sin deshojar la margarita pero se ha despachado con unas infames declaraciones en las que acusó abiertamente a su equipo de sabotearle los neumáticos para perjudicarle.
Por si fuera poco, el piloto caribeño se ganó un nuevo amigo más con Adrian Sutil. El alemán se quejó amargamente de la conducta temeraria, una vez más, de Maldonado, que le supuso un serio incidente al inicio de la prueba.
Por último, hay que quitarse el sombrero con la gran carrera llevada a cabo por Valteri Bottas. El piloto finlandés rayó a gran altura y logró llevar por segunda vez esta temporada a Williams a la zona de puntos. Tras clasificar octavo en la sesión del sábado, el mejor resultado del año para su equipo y su mejor marca personal de siempre, el finlandés no sólo no se desinfló sino que plantó batalla y acabó en los puntos, protagonizando incluso algún que otro momentazo, como su pique con Esteban Gutiérrez.
Un comportamiento que contrasta y mucho con el de su compañero Pastor Maldonado. El venezolano, que ya sabe que no correrá para Williams el año que viene aún sigue sin deshojar la margarita pero se ha despachado con unas infames declaraciones en las que acusó abiertamente a su equipo de sabotearle los neumáticos para perjudicarle.
Esto me permite enlazar con lo peor del día, representando una vez más por la incapacidad de Mark Webber para salir, algo que le ha lastrado en muchas de sus carreras. Hoy sin ir más lejos. Cuando ha querido reaccionar ane Grosjean ha sido demasiado tarde y hoy el francés le ganó la partida.
Se le ve sin chispa, apagado y con muchas ganas de irse a su casa ya que Vettel, este año especialmente, está siendo mucho Vettel y eso se nota en su ánimo.
Clasificación de la carrera y del Mundial
Tras 56 vueltas, el GP de las Américas finalizó así:
1º) Sebastian Vettel (Infiniti Red Bull), en 1h 39′ 17»
2º) Romain Grosjean (Lotus), a 6,2»
3º) Mark Webber (Infiniti Red Bull), a 8,3»
4º) Lewis Hamilton (Mercedes AMG), a 27,3»
5º) Fernando Alonso (Ferrari), a 29,5»
6º) Nico Hulkenberg (Sauber Ferrari), a 30,4»
7º) Sergio Pérez (McLaren Mercedes), a 46,6»
8º) Valteri Bottas (Williams Renault), a 54,5»
9º) Nico Rosberg (Mercedes AMG), a 59,1»
10º) Jenson Button (McLaren Mercedes), a 1′ 07»

En lo referente al Mundial de Pilotos, el alemán Sebastian Vettel pronto se va a encontrar sin dígitos para computar todos los puntos atesorados este año. Con su 12ª victoria del año, el tetracampeón ya suma 372 puntos y le saca nada menos que 145 puntos a Fernando Alonso.
El piloto español se ha asegurado virtualmente su tercer subcampeonato del mundo, segundo consecutivo, ya que ninguno de sus dos máximos rivales ya no pueden llegar a los 227 puntos del asturiano.
Donde sí hay cambios es en la tercera plaza del campeonato. Lewis Hamilton se aúpa al tercer lugar de la clasificación con 187 puntos y distancia al ausente Raikkönen en apenas cuatro puntos. El finlandés además podría perder este cuarto lugar en detrimento de Mark Webber, que se sitúa ya tan solo a dos puntos del piloto de Lotus.
El Mundial de Constructores, sin embargo, sí mantiene la emoción por el segundo lugar. Mercedes ha cobrado una ligera ventaja sobre Ferrari y está en la mejor situación para situarse detrás de los todopoderosos e inalcanzables Red Bull. El equipo de Ross Brawn tiene 348 puntos, sobre los 333 de Ferrari que, además, ve cómo se acerca Lotus con 315 puntos.
La próxima cita será este fin de semana, con el tradicional GP de Brasil, en el Circuito de Interlagos, donde todo puede pasar. Afortunada -o desafortunadamente- las cosas no se presentan como lo hicieron en 2008 o especialmente el año pasado, con la rocambolesca carrera que le dio el tercer título a Sebastian Vettel.
Con la amenaza permanente de los chubascos, que han aderezado tradicionalmente la prueba brasileña y que, según las primeras previsiones hablan de que se repetirán los tres días de carrera, hacer una previsión resulta casi imposible. Y con el récord de Schumacher y Ascari en la saca de Vettel, no creo que el alemán presione por una novena victoria consecutiva, especialmente si hay lluvia.
Podría ser una carrera adecuada para la sorpresa y el mejor colocado para mí sería Romain Grosjean. El galo está en plena forma, sobresaliente de moral y el coche, apto para cerrar una temporada que abrió Lotus con su victoria hace ahora nueve meses en Melbourne.