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El GP de Malasia ha salido tal cual se prevía y, como ocurrió en Melbourne, el equipo Mercedes ha vuelto a brillar con luz propia, en este caso con un espectacular doblete encabezado por Lewis Hamilton, que además ha firmado la primera Grand Chelem de su carrera, al llevarse la pole, la victoria y la vuelta rápida.

Pese al aguacero caído en la jornada de calificación del sábado, la lluvia apenas hizo acto de presencia durante la carrera, que sí estuvo protagonizada por el bochorno asfixiante típico de la zona y que, como se preveía, han llevado al límite a pilotos y a máquinas.
De hecho, la jornada nos ha dejado nada menos que ocho abandonos, entre ellos el del Red Bull del australiano Daniel Ricciardo, que acumuló sobre sí toda la mala suerte posible, incluyendo un error infantil en el pitlane que le costó pelear por el pódium con su compañero Vettel.
Pero volviendo a lo vivido hoy en Sepang, el dominio de Mercedes ha sido abrumador, de principio a fin, cumpliendo con el guión escrito desde la primera jornada de libres del viernes, en los que la manifiesta superioridad de las flechas plateadas les situó enseguida muy por encima de sus rivales.
Lewis Hamilton condujo a placer de la misma salida, sin que su compañero Nico Rosberg pudiese siquiera plantarle cara. Aun así, la superioridad de los dos Mercedes ha sido tal que, incluso a pesar de que Rosberg rodó a un ritmo sensiblemente inferior que su compañero,le ha bastado para estar por delante de sus principales rivales.
Sorprende la enorme mejoría de los dos Red Bull, que hoy han demostrado que han sabido hacer los deberes y que tanto la falta de potencia como de fiabilidad mostrada durante toda la pretemporada empieza a ser historia. Hoy Sebastian Vettel ha presentado oficialmente su candidatura, acallando las bocas de aquellos que, tras apenas unos tests invernales y una mala carrera en Australia, daban por muertos y enterrados al tetracampeón y a su escudería.

Por su parte, Fernando Alonso ha vuelto a estar muy por encima de su monoplaza. Y es que, para bien o para mal, el Ferrari F14 T no da de momento para mucho más que estar por detrás de Mercedes y Red Bull. Por eso se ha de dar como muy bueno el cuarto puesto logrado hoy por el español. No obstante, al igual que en Melbourne, esta posición es un tanto engañosa ya que el asturiano se ha visto muy beneficiado hoy por el abandono de Ricciardo y por la suicida estrategia de un gran Nico Hulkenberg.
Por último, y al igual que el año pasado ocurrió con Vettel y Webber y la famosa «Multi 21» incumplida por el alemán, la carrera de hoy nos ha dejado el primer conato de guerra civil, en este caso en Williams.
Felipe Massa se ha pasado hoy las órdenes de equipo por el arco de triunfo, haciendo caso omiso de las órdenes que desde el box le conminaron hasta en dos ocasiones a levantar el pie sin que el brasileño, muy gris hoy, haya accedido, en una decisión que sin duda dará que hablar largo y tendido en el seno del equipo de Sir Frank y su hija Claire.
Análisis de la carrera
La carrera arrancó con una espectacular y fulgurante salida de los dos Mercedes. Lewis Hamilton, rapidísimo, no tuvo excesivos problemas para defender la pole. Por su parte, Nico Rosberg, que se jugó el bigote bien pegadito al muro, logró hacerse con la segunda plaza, por delante de los dos Red Bull, encabezados por Daniel Ricciardo, que sorprendió a Sebastian Vettel, gracias a una valiente maniobra.
Por detrás, no hubo excesivas sorpresas salvo una gran remontada del finlandés Valteri Bottas. El piloto de Williams, que salió 18º debido a una sanción por obstaculizar a Ricciardo durante la Q2, se vio beneficiado por el hueco dejado en la parrilla por Sergio Pérez, que no pudo ser de la partida por problemas mecánicos de última hora en su Force India. Esto, junto a una buena dosis de «testiculina» y un punto de buena suerte, le permitieron recuperar ocho puestos justo antes de llegar a la primera curva.

También hubo lugar a algún incidente, cuando el Marussia de Jules Bianchi arremetíó contra el Lotus de Pastor Maldonado, lo que provocó que ambos tuviesen que entrar a boxes, además de una sanción de cinco segundos en un Stop & Go para el piloto galo, la primera con el nuevo reglamento.
A partir de ese momento, las cosas en cabeza se definieron bien rápido, al establecerse dos parejas en cabeza. La de los dos Mercedes, que rápidamente se marcharon del resto y la de los dos Red Bull, encabezada por Daniel Ricciardo. A casi dos segundos de éstos, Nico Hulkenberg luchaba a brazo partido con Fernando Alonso por la quinta plaza.
Sólo cuatro vueltas le duró la alegría a Daniel Ricciardo, que pese a mantener un buen ritmo de carrera, era bastante inferior al de su compañero Vettel por lo que el australiano tuvo que entregar la cuchara ante su jefe de filas.
El primer stint , fue bastante aburrido, hasta que en la vuelta 10 empezó el baile en boxes. Un stint sólo amenizado por un incidente en la tercera vuelta entre Kevin Magnussen y Kimi Raikkönen. En plena disputa por la octava plaza, el Ferrari del finlandés se cruzaba delante del McLaren del danés y con su alerón delantero izquierdo le hacía el «afilador» a la rueda trasera derecha del monoplaza de Raikkönen, provocándole el reventón de su rueda trasera derecha y el adiós de toda posibilidad de luchar por los puntos.

La salida de Daniel Ricciardo de boxes en la vuelta 13 nos dejó, eso sí, una espectacular imagen ya que al incorporarse a pista se encontró con Fernando Alonso, que venía lanzado y, aunque el español lo intentó, no pudo conseguir rebasarle tras un bonito duelo en el que salió victorioso el australiano.
Con todas las cartas jugadas en esta primera parada, las cosas no cambiaron demasiado. El monólogo de Hamilton seguía inalterable, seguido por Rosberg aunque a más de seis segundos de su compañero mientras que Sebastian Vettel rodaba cómodamente a tres segundos de Ricciardo, idéntica ventaja que mantenía sobre Fernando Alonso.
Ante el sopor generalizado de esta fase, marcada como en Australia por el excesivo miedo al consumo, tuvimos que esperar al segundo stint para ver algo de emoción, que llegó después del cambio de ruedas de Rosberg en la vuelta 33, pues se encontró nada más salir al monoplaza de Vettel, que venía achuchando con sus ruedas nuevas.
Rosberg logró zafarse bien del arreón de su compatriota y, aunque Vettel trató durante unas pocas vueltas intentó asediar al Mercedes, no tardó mucho el compañero de Hamilton en alejarse del tetracampeón y abrir un hueco más que suficiente para garantizarse un sitio en el pódium al lado del británico.
En paralelo, Fernando Alonso vivió un espejismo cuando empezó a acercarse peligrosamente al Red Bull de Daniel Ricciardo, que parecía estar conservando combustible. Es más, durante un par de vueltas el español logró tener a tiro de DRS al australiano hasta que éste, viéndole las orejas al lobo apretó los dientes y logró distanciarse lo suficiente. Al menos para llegar con cierta tranquilidad al pitstop que le esperaba al piloto de Red Bull.
Lo que nadie esperaba que en la vuelta 41 Daniel Ricciardo iba a vivir un verdadero infierno. Primero porque sus mecánicos le dejaron mal apretada la tuerca de su rueda delantera izquierda. El australiano inició la marcha y aunque logró detenerse en el pitlane, pudiendo ser empujado por sus mecánicos para deshacer el entuerto, perdió un tiempo precioso que le alejó definitivamente de su privilegiada posición.

Pero el calvario de Ricciardo no iba a acabar ahí. Se reincorporó a carrera en 16ª posición y cuando intentaba luchar para entrar al menos en los puntos, se le desprendió parte del alerón delantero derecho, tocando el neumático y provocando un pinchazo que le obligó a volver a boxes, para acabar abandonando finalmente a siete vueltas del final.
Sin visos de cambio, Hamilton certificó su triunfo con una vuelta rápida mientras que Rosberg se deshizo definitivamente de Vettel, que tras el abandono de su compañero, ya no tenía a nadie por detrás que pudiera inquietarle, por lo que decidió tirar la toalla y firmar la tercera plaza.
Por detrás ya sólo se veía movimiento entre Fernando Alonso, que volaba con sus ruedas nuevas en pos de la cuarta plaza, en manos de Nico Hulkenberg. El alemán optó por una estrategia casi suicida yendo a dos paradas que empezaba a hacer aguas. Apenas 10 vueltas por delante y casi 12 segundos podría parecer una buena renta para conservar la cuarta plaza pero la degradación de sus maltrechos compuestos hizo imposible la gesta y Alonso dio buena cuenta del alemán a falta de tres vueltas para el final, garantizándose la cuarta plaza.
Sin embargo, la verdadera lucha estaba más atrás, entre Felipe Massa y Jenson Button por la séptima plaza. El brasileño, muy gris y sin ritmo durante toda la carrera, no podía con el británico que tampoco tenía un ritmo extraordinario. Esto motivó que Valtteri Bottas, mucho más rápido llegase a la altura de la dupla y con más ritmo que ambos.

Esta situación no era nueva porque ya se dio al principio de la carrera solo que con Kevin Magnussen como rival. En aquella ocasión, desde el box optaron por parar al finlandés, que se quedaba detrás pidiéndole a su compañero que se animase a adelantarle.
Sin embargo, en esta oportunidad el equipo, viendo que Bottas tenía muchas posibilidades de adelantar a ambos, decidió ordenar a Massa que dejase pasar a Bottas. En ese momento, el brasileño se olvidó de atacar a Button y se centró en defenderse de su compañero, y aunque desde boxes le volvieron a pedir que se dejase rebasar, tampoco cedió en su empuje, con lo que el británico se marchó y Williams perdió toda opción de mejorar sus puestos.
Lo mejor y lo peor del día
Lo mejor, la nueva demostración de fuerza y poderío de Mercedes que, hoy sí ha contado con la fiabilidad adecuada para lograr el doblete que se les escapó en Albert Park, debido al temprano abandono de Lewis Hamilton. No hay duda que el equipo germano está a años-luz del resto y da la sensación que nadie está ni estará a su altura al menos hasta bien entrada la temporada.
Por su parte Red Bull parece haber encontrado la luz al final del túnel. Ahora Sebastian Vettel vuelve a disfrutar de un coche bastante competitivo, lo que le permitió volver a estar arriba y demostrar que sus cuatro Mundiales no han sido fruto de la casualidad ni por el mero hecho de tener el mejor monoplaza.

Casi lo mismo que Lotus que, por fin, pudo disputar de una prueba completa, aunque en este caso sólo pudiese acabar 11º con Romain Grosjean, dado que Maldonado tuvo que abandonar en las primeras vueltas por un problema en la unidad de energía.
Otro que sigue mostrando destellos de gran piloto es Nico Hulkenberg, al que sólo unas pocas vueltas han privado de una más que meritoria cuarta plaza, tras una arriesgadísima estrategia. El alemán es rapidísimo, conserva como pocos los neumáticos y además es una auténtica roca en el cuerpo a cuerpo. Sin duda que merece estar donde está y es, de momento y junto a Valtteri Bottas, la revelación de la temporada.
En este sentido, hay que volver a citar al finlandés de Williams, que nuevamente ha protagonizado la remontada del día. Con el lastre de la penalización impuesta en la jornada del sábado tuvo que salir 18º y sólo en la salida recuperó ocho posiciones. Y sólo el empecinamiento de Felipe Massa le ha privado de un mejor resultado porque parece evidente que Bottas tenía mucho más ritmo que Jenson Button y, por descontado de su compañero. Tiene hechuras y talento para estar más arriba.
En lo negativo hoy hay un protagonista destacadísimo por encima de todos. Me refiero a Daniel Ricciardo. Pocas veces he visto una carrera en la que tanto infortunio se haya concentrado en una sola persona. Ni siquiera el año pasado con Mark Webber.
Porque al estropicio causado por la rueda mal apretada, la caída del alerón y el posterior reventón, hay que sumarle una controvertida sanción de 10 puestos en la próxima parrilla de salida, decretada a última hora del día, precisamente por haber rodado -siquiera unos pocos metros- con la rueda en mal estado. Demasiado castigo para un hombre que rodaba cuarto cómodamente y que tuvo que ver cómo se iba finalmente a casa, nuevamente, con las manos vacías.
También hay que reseñar la pésima carrera de un abúlico e indolente Kimi Raikkönen. Es cierto que pronto se tuvo que despedir de una hipotética lucha por el pódium debido a su incidente con Magnussen, al que por cierto han retirado dos puntos de su Superlicencia, conforme al nuevo reglamento. De hecho, el finlandés confesó que no sabía qué había ocurrido porque no notó nada. Pero es que era la tercera vuelta y, aunque adujo problemas en el fondo plano del coche, no se le vio nunca con ganas de lucha por mejorar, quedándose fuera de los puntos.
Por último, qué se puede decir de Felipe Massa. Pensaba que con su nuevo rol de jefe de filas de Williams y sobre todo, viendo lo competitivo que es su FW32, no le veríamos demasiado por esta sección. Sin embargo, hoy se ha ganado estar aquí por su displicente actitud para con su equipo, primero, y con su compañero Bottas, después, desobedeciendo las taxativas órdenes que le estaban transmitiendo hasta en dos ocasiones desde su box.
Quizás podían haber elegido una frase menos «característica» que el «Felipe, Valtteri is faster than you«, que sin duda despertó viejos fantasmas del pasado, pero su egoísta postura evitó que Bottas diese caza a Jenson Button y dejase escapar unos puntos preciosos para el Mundial de Constructores.
Clasificación de carrera y del Mundial
Después de 56 intensas vueltas al Circuito de Sepang, la carrera acabó así:
1º) Lewis Hamilton (Mercedes AMG), en 1h 40’25’’
2º) Nico Rosberg (Mercedes AMG), a 17,3’’
3º) Sebastian Vettel (Infiniti Red Bull Racing), a 24,5’’
4º) Fernando Alonso (Ferrari), a 35,9’’
5º) Nico Hulkenberg (Force India Mercedes), a 47,1’’
6º) Jenson Button (McLaren Mercedes), a 1’23’’
7º) Felipe Massa (Williams Mercedes), a 1’25’’
8º) Valtteri Bottas (Williams Mercedes), a 1’25’’
9º) Kevin Magnussen (McLaren Mercedes), a 1 vuelta
10º) Daniil Kvyat (Toro Rosso Renault), a 1 vuelta

El Mundial de Pilotos sigue encabezado por Nico Rosberg, con 43 puntos, agrandando aún más la brecha con sus perseguidores, encabezados ahora por Lewis Hamilton, con 25 puntos y Fernando Alonso, con 24.
En lo relativo al Mundial de Constuctores, el equipo Mercedes consolida su ventaja gracias a este histórico doblete, de modo que ahora cuenta con 68 puntos, con McLaren en segundo lugar con 43 puntos, mientras que Ferrari, con 30 puntos, ya queda bastante lejos de las flechas plateadas alemanas.
La próxima cita no se va a hacer esperar ya que el domingo que viene se disputará el GP de Bahrein en el Circuito de Sakhir. Los monoplazas vuelven a territorio del pequeño emirato, donde estuvieron disputando gran parte de la pretemporada. Sin embargo, la carrera de este año contará con una importante novedad, al disputarse por vez primera de noche, como en Singapur.
Sin tiempo material para introducir mejoras en prácticamente ningún equipo, no parece que haya cambios sustanciosos de cara a establecer los favoritos. De nuevo Mercedes tienen todos los triunfos en su mano para repetir doblete pues es tal su superioridad que ni siquiera Red Bull podrá presentar la batalla necesaria para desbancar a Nico Rosberg ni a Lewis Hamilton, que atraviesa además un momento dulce de conducción.