Que este GP de Gran Bretaña iba a ser atípico y extraño entraba dentro de lo previsible, especialmente si los cielos se abrían como lo hicieron en la mañana del sábado. Pero que sin lluvia iba a tener un desenlace tan emocionante como el vivido hoy no entraba ni la más optimista de las previsiones.

Hamilton, Bottas y Ricciardo, pódium en Silverstone
Hamilton, Bottas y Ricciardo, pódium en Silverstone

Es cierto que, a poco que saliesen las cosas como debían, el vencedor saldría de la dupla de Mercedes, bien Nico Rosberg (brillante poleman ayer bajo la lluvia) o bien Lewis Hamilton, hambriento de triunfos especialmente en su casa. Pero la lucha vivida por detrás, además de inesperada ha sido ciertamente vibrante.

En una accidentadísima carrera, que obligó a suspender la salida, el piloto británico ha sacado a pasear el mazo y ha dado un espectacular golpe de autoridad al campeonato. Aprovechando el abandono de su compañero, Lewis Hamilton ha sido profeta en su tierra, llevándose de calle una carrera en la que tuvo todo en contra, prácticamente desde el sábado.

En segundo lugar, de nuevo un sorprendente Valteri Bottas, que sigue en estado de gracia y aprovechando el excelente momento de Williams. Los de Sir Frank han dado con la tecla y, sobre todo, han sabido exprimir a fondo la capacidad del motor Mercedes y han logrado un coche tan rápido como fiable.

Esto ha permitido al finlandés volver al pódium tras su brillante actuación en Austria y hoy ha dado un recital, protagonizando junto a Alonso, la gran remontada del día. No olvidemos que Bottas salía hoy 14º y, en una carrera memorable, ha logrado la gran machada de subir al pódium en el segundo lugar del cajón.

El tercero ha sido la gran revelación de este año que no es otro que Daniel Ricciardo. El australiano ha conseguido sacar leche de una alcuza y, gracias a una valiente -y arriesgada- estrategia de una sola parada, ha aprovechado el potencial de su Red Bull para atesorar la suficiente distancia con respecto a sus rivales y poder afrontar la recta final resistiendo con unas ruedas absolutamente exhaustas.

Sin embargo, el duelo entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso vivido en el tercio final de carrera pasará a la historia como uno de los mejores de los últimos tiempos. Ambos pilotos sostuvieron una dura pugna por la quinta plaza, rayana en la ilegalidad, en la que se jugaron algo más que dos puntos. Finalmente, el alemán se llevó el gato al agua después de que ambos llegasen a circular en paralelo durante un buen tramo y se adelantasen mutuamente en varias ocasiones, demostrando por qué ambos son, de largo, los mejores pilotos del mundo hoy día.

La nota negativa de la carrera ha sido el tremendo accidente de Kimi Raikkönen, quizás el más grave de su carrera en la Fórmula 1, que bien pudo acabar en tragedia.

El finlandés se salió de pista, impactando violentamente contra las protecciones. En ese momento, una de las ruedas salió despedida como un cohete, pasando muy cerca del  Marussia de Max Chilton, al que golpeó de refilón y del Caterham de Kobayashi, que se fue también fuera de la pista.

Imagen de la rueda del Ferrari a punto de golpear a Max Chilton
Imagen de la rueda del Ferrari a punto de golpear a Max Chilton

De haber pasado el británico apenas unas décimas más tarde, la rueda habría impactado de lleno contra su coche y probablemente el desenlace hubiese sido otro bien distinto.

Con la carrera suspendida de inmediato, Raikkönen abandonó cojeando los restos de su monoplaza y, apoyado en el médico, fue evacuado al centro hospitalario del circuito. Allí fue atendido de diversas magulladuras en las piernas que, aparentemente, no revisten gravedad aunque se llegó a rumorear que el finlandés podría haberse fracturado el pie. Sin embargo, y como medida de precaución, el finlandés no será de la partida en los tests que se llevarán a cabo esta misma semana en el trazado británico.

Análisis de la carrera

La carrera arrancó bastante nerviosa y con sorpresas. Mientras que Nico Rosberg salió de manera impecable, defendiendo con solvencia la pole, tanto Sebastian Vettel como Nico Hulkenberg fallaban estrepitosamente. Esto fue aprovechado por los dos McLaren, que de la mano de Button y Magnussen pasaban a ocupar la segunda y la tercera plazas.

Más atrás, Lewis Hamilton se lanzó como un poseso a por su compañero y, después de una gran salida, logró auparse hasta el cuarto puesto. Sin embargo, por detrás los nervios dejaron varios incidentes de distinta consideración. El más perjudicado fue «Checo» Pérez. El mexicano sufrió la acometida de Jean-Eric Vergne y ambos se fueron a la hierba, aunque afortunadamente sin consecuencias ni para ellos ni para sus monoplazas.

Nico Rosberg, liderando la carrera tras la salida
Nico Rosberg, liderando la carrera tras la salida

Lo peor vino unos instantes después y tuvo a Kimi Raikkönen como desgraciado protagonista. El finlandés salió de la curva muy pasado e hizo un recto. Al volver a pista, el piloto de Ferrari pisó un piano que estaba excesivamente alto y el monoplaza botó exageradamente, perdiendo de inmediato el control e impactando de forma brutal contra las vallas a una fuerza de 47 G.

El monoplaza, totalmente destrozado volvió a pista, quedando atravesado. Los coches que le seguían pudieron evitar más o menos el desastre  salvo Max Chilton y Kamui Kobayashi, que tuvieron que salirse por el exterior de la pista, así como Felipe Massa, que venía desde atrás.

El joven piloto británico se salvó de la quema por escasas décimas y, aunque su Marussia quedó algo dañado, de haber impactado contra él la rueda que se soltó del Ferrari de Raikkönen, hoy estaríamos de luto sin el más mínimo género de dudas.

Peor suerte tuvo el brasileño, que cumplía su Gran Premio número 200. Si bien Massa pudo evitar el impacto directo contra el monoplaza del finlandés, su enérgica frenada provocó un trompo que, tras arrastrar parte de los restos del Ferrari esparcidos por el suelo, le hicieron pinchar. Aunque logró llegar a boxes sobre tres ruedas, los daños en su Williams fueron irreversibles y no pudo volver a pista.

Toda esta zapatiesta motivó que los comisarios decretasen bandera roja de inmediato y la salida del Safety Car en pista. Con la carrera suspendida durante casi una hora, los pilotos aprovecharon para cambiar sus ruedas y tras una salida lanzada detrás del coche de seguridad, Nico Rosberg aprovechó para poner pies en polvorosa, con Lewis Hamilton absolutamente desbocado en pos de su compañero.

Imagen del duelo entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso
Imagen del duelo entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso

Los dos McLaren pronto fueron pasto del británico mientras que por detrás, Valteri Bottas comenzó su particular recital del día, deshaciéndose sin problemas de Ricciardo y Hulkenberg. Viniendo desde atrás como un misil fue dando cuenta de sus rivales, mientras que Fernando Alonso no tardó en entrar en la zona de puntos.

Cinco vueltas tardó Sebastian Vettel en tomar conciencia de su situación. Quinto y con excesiva distancia ya con respecto a los de cabeza, el tetracampeón decidió actuar y atacó a Magnussen,  para situarse en cuarto lugar.

Más atrás, Hulkenberg volvió a montar su particular tapón de la jornada. Todos sabemos que el piloto de Force India es un auténtico hueso y ya son muchos los que han sufrido en sus carnes la imposibilidad de adelantarle y hoy no iba a ser menos.

Hulkenberg se convirtió en un aliado inesperado para Fernando Alonso porque, mientras que Ricciardo se desesperaba tratando de rebasarle, el asturiano junto a Daniil Kvyat se situaron pronto detrás del Red Bull del australiano. Después de cuatro interminables vueltas, Alonso dejó la primera muestra de su enorme calidad con un adelantamiento «marca de la casa», en el que aprovechando el duelo entre Ricciardo y Hulkenberg, el español se coló entre ambos rebasándoles de una tacada y dejando al australiano de nuevo pegándose con Hulkenberg.

Paralelamente, Pastor Maldonado fue protagonista de otro gran susto en la vuelta 10 cuando su Lotus fue embestido por Esteban Gutiérrez de forma inmisericorde. El venezolano le había ganado la posición pero el Sauber no rectificó a tiempo y se llevó por delante al Lotus hasta el punto que se quedó a dos ruedas, golpeando violentamente contra el suelo después.

Pese a lo que pudiese parecer, el peor parado fue el Sauber, que tuvo que entrar en boxes a cambiar el morro mientras que Maldonado pudo seguir rodando sin aparentes problemas.

Mientras tanto Hamilton, que ya era segundo empezó a romper con la hegemonía de su compañero y a partir de la vuelta 11 la jugosa diferencia superior a los cinco segundos que Rosberg había cobrado sobre el británico, empezó a reducirse. Poco a poco y con Rosberg quejándose de falta de grip, en apenas unas vueltas Hamilton era ya una sombra de Rosberg.

Por detrás, Red Bull empezó a enseñar sus armas. El primero en entrar es Vettel en la vuelta 11, en una clara estrategia a dos paradas, mientras que Ricciardo, que entró en la vuelta 17 apuntaba a una sola, algo que como se podrá ver después, fue decisivo en el resultado final de la carrera.

Al mismo tiempo, Valteri Bottas -que era junto a Hulkenberg y Ricciardo- de los pocos que irían a una parada, lejos de acusar el cansancio en sus compuestos, machacó sin piedad a sus rivales hasta situarse en una sorprendente tercera posición, justo detrás de los dos Mercedes, mientras Vettel y Alonso empezaron el primero de sus asaltos.

Valteri Bottas, protagonista de la remontada del día
Valteri Bottas, protagonista de la remontada del día

El desfondamiento de Rosberg era cada vez más evidente y Hamilton, a tan sólo dos segundos, olía la sangre y, a instancias de su ingeniero por radio, anunciaba la llegada del «Hammer Time», es decir, el momento de sacar a relucir el martillo pilón y asestarle el golpe de gracia a su compañero.

En paraleo, Fernando Alonso -que había sido ya notificado por radio de su sanción de cinco segundos de Stop & Go por situarse adelantado en la parrilla de salida-  apretó los dientes y comenzó a asediar a Button. Sin embargo, ni los neumáticos blandos del Ferrari, bastante castigados ya, ni sobre todo su velocidad punta, sensiblemente inferior a la del McLaren impidieron que, pese a los intentos del asturiano, el ataque tuviese éxito.

Con el cambio de neumáticos de Rosberg en la vuelta 19 las cosas parecieron volver a su cauce. Así las cosas, llegados a la vuelta 29 y cuando parecía que Rosberg iba a liderar la carrera sin excesivos problemas, llegó el momento decisivo  cuando de repente la caja de cambios del Mercedes se rompía y el alemán, casi al ralentí, ni siquiera tuvo la posibilidad de llevar su coche al box.

Momento en el que Esteban Gutiérrez embiste a Pastor Maldonado
Momento en el que Esteban Gutiérrez embiste a Pastor Maldonado

En ese momento y con Hamilton como maestro de ceremonias comenzó a pasearse ante el delirio en las gradas. Sin más rival que él mismo, pues Valteri Bottas aunque desatado estaba muy lejos y con una parada pendiente todavía, sólo un descalabro mecánico como el sufrido en Austria le iba a impedir ganar en casa.

A partir de ese momento la lucha por el triunfo y por la segunda plaza quedaron prácticamente finiquitadas, sobre todo cuando Bottas hizo su última parada en la vuelta 34 y se confirmaba que iría a una sola parada. Bottas se aseguraba su posición on un ritmo endiablado y sabedor que el tercero en discordia, Ricciardo, también había hecho su última parada unas pocas vueltas antes y tampoco iba a poder disputarle la plaza.

Por tanto, toda la emoción quedó para los siguientes puestos. Por un lado Jenson Button, que tras su pugna con Alonso vueltas atrás había puesto tierra de por medio y estaba en zona de nadie, demasiado lejos de Ricciardo y de Alonso, quería asegurar su plaza y esperar hasta dónde podrían aguantar las ruedas de Ricciardo para asaltar el pódum. Por otro, los dos grandes protagonistas del duelo más esperado del año que no eran otros que Fernando Alonso, cuarto, y Sebastian Vettel, quinto.

Separados por apenas unas décimas, el alemán salió de su última parada en la vuelta 35 justo por delante del asturiano y de Kevin Magnussen. El tetracampeón no pudo aguantar el empuje de Alonso y fue adelantado para comenzar entonces una lucha a brazo partido descomunal en la que ambos desplegaron todo su poderío.

El español, sabedor de su inferioridad mecánica, dio toda una lección de pilotaje defensivo, a veces rayano en la ilegalidad mientras que el alemán empujó buscando todos los límites y llevando al máximo a su Red Bull RB10. De hecho, tanto Vettel como Alonso se quejaron por radio de las respectivas maniobras de sus rivales, en una lucha salvaje que les llevó incluso a rodar en paralelo durante un buen trecho de la recta de tribunas así como a una sucesión de adelantamientos mutuos.

La victoria en esta batalla cayó del lado de Sebastian Vettel nada menos que 12 vueltas después. En la vuelta 47, a tan solo cinco para acabar la carrera, el Ferrari entregó la cuchara cuando, tras un doble adelantamiento, al final de la recta principal el Red Bull lograba tomar la delantera y marcharse definitivamente en pos de Button.

Demasiado tarde, pues el británico, además de que se había alejado demasiado, era alertado de la descomposición de los compuestos de Ricciardo. Espoleado por el público, Button empezó a apretar a muerte para dar caza al Red Bull pero sin éxito, ya que el australiano logró resistir por apenas un segundo el ataque final del británico.

Finalmente, banderazo a cuadros para Lewis Hamilton ante unas gradas absolutamente enfervorecidas, que no vivían el triunfo de un piloto local desde que el mismo Hamilton lograse la victoria en 2008, cuando aún militaba en McLaren.

Lo mejor y lo peor del día

Lo mejor, sin ninguna duda, el apasionante y esperadísimo duelo de titanes vivido durante 12 interminables vueltas en las que tanto Alonso como Vettel dieron lo mejor de sí mismos y de sus monoplazas.

Podría decirse que, pese a perder la posición, el vencedor «moral» del duelo pudo haber sido el asturiano pero hay que ser sinceros y ver que, como él mismo reconoció al final de la carrera, Alonso abusó de los cambios de dirección para evitar ser adelantado. Como también abusó del hecho de salirse de pista, en especial en los vértices de las curvas, para traccionar mejor y defenderse así con más garantías de los ataques de Vettel.

Jules Bianchi y Marussia, creciendo cada carreraJules Bianchi y Marussia, creciendo cada carrera
Jules Bianchi y Marussia, creciendo cada carrera

Del mismo modo se puede decir que Sebastian Vettel, con un coche como mínimo igual de lento que el Ferrari (no es la velocidad punta la más destacada virtud de ninguno de los dos monoplazas) protagonizó un par de adelantamientos memorables en el que se jugó el bigote. El primero fue respondido con una maniobra igualmente suicida de Alonso pero la segunda, igualmente magistral, fue definitiva y la que, a la postre, le permitió llevarse el gato al agua en esta batalla.

Lo cierto es que ambos campeones nos dejaron un espectáculo memorable y ciertamente inusual en una temporada tan sumamente aburrida como ésta.

Tampoco debemos olvidarnos de los dos principales fenómenos de esta temporada. Uno, ya consolidado, como es Daniel Ricciardo y otro, emergente, que es Valteri Bottas. El australiano supo compensar con creces su error en la jornada del sábado y, con una carrera inteligente y una arriesgada estrategia, ha vuelto a llevar a Red Bull al pódium, tras su fiasco en Austria.

Por su parte, el finlandés ha vuelto a volar y a exprimir al 120% la excelente velocidad punta del Williams en un circuito que le venía como anillo al dedo. Si además tenemos en cuenta que Bottas tuvo que remontar hasta 12 posiciones en carrera para llegar al segundo lugar del cajón, el mérito es aún más destacable.

Por último, reseñar la vuelta a los puntos de Toro Rosso. Aunque parezca una nimiedad, el hecho de que los dos monoplazas italianos vuelvan a sumar, después de la calamitosa temporada que llevan, es muy importante para una escudería que está sufriendo como pocos los rigores de la pésima temporada de los propulsores de Renault.

También hay que referir positivamente la mejora de Marussia, cada vez más cerca de los puntos, liderados por un magistral Jules Bianchi, un joven valor que pide a voces una oportunidad y lidiar en mejores plazas.

Mala suerte para Felipe Massa en su 200º Gran Premio
Mala suerte para Felipe Massa en su 200º Gran Premio

En cuanto a notas negativas sorprende el estancamiento de los Force India. En un circuito en teoría rápido como es Silverstone, resulta extraño ver que tanto Nico Hulkenberg, que además había calificado el sábado en una meritoria cuarta posición, como sobre todo Sergio Pérez -hoy fuera de los puntos- hayan estado tan por debajo de las expectativas.

Tampoco ha sido el día de Lotus, que continúa con su particular via crucis con Renault. Pese a que no estuvieron del todo mal el sábado, especialmente en la tercera sesión de libres, donde Maldonado y Grosjean acabaron tercero y cuarto bajo la lluvia, ni el galo ni el venezolano dieron con la tecla. Especialmente sangrante fue el caso del caribeño, que tuvo que retirarse a falta de una vuelta por problemas en el escape pese a «sobrevivir» al tremendo porrazo sufrido en su incidente con Gutiérrez.

Por último, pésima suerte hoy para Felipe Massa. El brasileño afrontaba el Gran Premio número 200 de su larga carrera y su feliz aniversario apenas le duró una vuelta. Fue el peor parado de las consecuencias del accidente de Kimi Raikkönen y, aunque llegó a boxes y en Williams se dieron una auténtica paliza para recuperar al monoplaza, no hubo suerte y el brasileño no pudo volver a pista tras relanzarse la carrera y se tuvo que conformar con seguir la carrera desde la televisión de su box.

Clasificación de carrera y del Mundial

Después de 52 apasionantes vueltas, el GP de Gran Bretaña finalizó así:

1º) Lewis Hamilton (Mercedes AMG), en 2h26’52»

2º) Valteri Bottas (Williams Mercedes), a 30,1»

3º) Daniel Ricciardo (Infiniti Red Bull), a 46,4»

4º) Jenson Button (McLaren Mercedes), a 47,3»

5º) Sebastian Vettel (Infiniti Red Bull), a 53,8»

6º) Fernando Alonso (Ferrari), a 59,9»

7º) Kevin Magnussen (McLaren Mercedes), a 1’02»

8º) Nico Hulkenberg (Force India Mercedes), a 1’28»

9º) Daniil Kvyat (Toro Rosso Renault), a 1’29»

10º) Jean-Eric Vergne (Toro Rosso Renault), a 1 vuelta.

Lewis Hamilton, saludando a las gradas de Silverstone tras su victoria
Lewis Hamilton, saludando a las gradas de Silverstone tras su victoria

La clasificación del Mundial de Pilotos se aprieta nuevamente. El abandono de Nico Rosberg y la victoria de Hamilton han devuelto la emoción al campeonato, que parecía encauzado para el alemán tras lo vivido en Austria.

Aunque Rosberg sigue liderando el campeonato con 165 puntos, con tan solo cuatro puntos de ventaja sobre Hamilton. Por detrás, en tercer lugar pero a una gran distancia, se afianza Daniel Ricciardo, con 98 puntos, con Fernando Alonso sigue cuarto con 87 puntos.

El problema para el asturiano se llama ahora Valteri Bottas, que con su segundo pódium consecutivo, se sitúa ahora quinto con 73 puntos, mientras que Sebastian Vettel cae hasta la sexta plaza con 70 puntos.

En el Mundial de Constructores más de lo mismo. Mercedes tiene ahora 326 puntos, a años luz de Red Bull, que acumula ya 168 puntos, mientras que Ferrari sigue en tercer lugar, con 106. Sin embargo, los de Maranello ya tienen a Williams a tan solo tres puntos y, junto a Force India, se han convertido ya en la amenaza más seria para los italianos de cara al campeonato.