- La caducidad de los neumáticos, esa gran desconocida
- Neumáticos de segunda mano: Un mal negocio en todos los sentidos
El portal Posventa.info avisa de una práctica cada vez más creciente en la que, a cambio de dinero, gente sin escrúpulos está jugando gravemente con la seguridad de otras personas, aprovechando un momento de crisis como el actual.

Así pues, desde la Europa del Este -especialmente Rusia-han proliferado bandas organizadas que están distribuyendo por toda Europa (incluyendo nuestro país) juegos de neumáticos totalmente desgastados haciéndolos pasar como seminuevos. Unos compuestos que, a simple vista, parecen en perfectas condiciones, con todo el dibujo pero que, en realidad, no son más que desecho de tienta, eso sí, perfectamente manipulado para engañar a sus potenciales compradores.
En condiciones normales, la superficie de un neumático normal y corriente está integrado por una serie de compuestos que garantizan una respuesta segura en toda circunstancia. Cuando el compuesto se desgasta, el dibujo se borra, alertando de tal situación y dejando al descubierto la carcasa, que es la última capa rígida del neumático. La carcasa le da estructura y solidez al neumático pero no agarra nada al asfalto pues no es su función.
Pues bien, estos estafadores aprovechan esta base para dibujar sobre ella una falsa banda de rodadura que aparenta estar intacta. Como es lógico, el riesgo de sufrir cualquier tipo de incidencia con estas gomas manipuladas es elevadísimo, ya que. una vez instalado, el neumático no va a rodar sobre la banda de rodadura sino directamente sobre la propia carcasa y, lo que es peor, sin que el conductor lo sepa.
Este tipo de incidencias reabren una vez más la polémica acerca del uso de neumáticos de segunda mano y los posibles riesgos y consecuencias que de ello se derivan. Tanto en términos estrictos de seguridad como meramente legales ya que circular con estas cubiertas manipuladas es totalmente ilegal.
Esta cuestión no es baladí porque en caso de sufrir un accidente, en caso de detectarse el uso de un compuesto no homologado, es decir, que no cumple con las más elementales especificaciones técnicas y de seguridad, podría hacer que el seguro no se hiciese cargo de las pertinentes indemnizaciones y generar un grave problema al conductor. Y es que, como dice el refrán, al final lo barato siempre termina por salir caro…