- Giedo Van der Garde renuncia a su derecho a correr en Australia
- Lío en Sauber: Van der Garde gana su batalla legal y podría correr en Australia
El contencioso suscitado entre Giedo Van der Garde y el equipo Sauber, que mantuvo en vilo ia participación del equipo suizo en Australia, está en vías de una solución rápida y amistosa que pasa por el pago de una importante cantidad en concepto de indemnización.

En concreto,varias fuentes indican que los abogados del piloto holandés habrían firmado un acuerdo con los representantes legales de Sauber, por medio del cual Van der Garde percibiría una cantidad cifrada en torno a los 15 millones de euros y, por contra, éste desistiría de su acción judicial contra el equipo de Hinwill, renunciando a su derecho a pilotar para ellos.
Recordemos que Giedo Van der Garde mantuvo en jaque a Sauber desde el momento en que la Corte Suprema de Adelaida (Australia) le dio la razón en su disputa legal por un volante en el seno del equipo helvético.
En un primer momento, y tras un infructuoso recurso a esta decisión judicial, el equipo Sauber se negó a acatar la sentencia, aduciendo un posible problema de seguridad en la pista dado que el piloto no estaba en condiciones de pilotar al no estar diseñado para él.
Esto motivó un recrudecimiento de las posturas que llevó a los abogados de Van der Garde a amenazar con mandar a la cárcel a Monisha Kalterborn y al bloqueo de los coches, prohibiéndoles correr en Australia. De hecho, esta amenaza fue lo suficientemente seria como para que Sauber no pudiese correr la primera tanda de entrenamientos libres del viernes.
Finalmente y antes de los entrenamientos de calificación del sábado, se empezó a fraguar el acuerdo cuando el ya ex-piloto de Sauber renunció a su derecho a correr en Albert Park a cambio de continuar con las negociaciones esta semana para evitar el esperpento vivido el viernes pasado.
El problema radica ahora en saber cómo va a afectar el pago de esta enorme cantidad a unas maltrechas arcas como las de Sauber, precisamente en un momento en el que parecían estar empezando a levantar cabeza, no sólo deportiva sino también financieramente.