En mayo de 1975, BMW presentaba el Serie 3 E21, el primero de una larga y exitosa saga de berlinas deportivas que este mes se convierte en un seductor «cuarentón», pero cuyos estado de salud y vigor, ciertamente envidiables tras seis generaciones, le han convertido en el modelo más vendido en la historia del fabricante bávaro.

Desde el primer momento, el BMW Serie 3 siempre ha sido fiel a unas señas de identidad muy definidas y que, a día de hoy, siguen siendo santo y seña de la marca: Propulsión trasera, dinamismo, una equilibrada distribución de pesos y un chasis en continua evolución.
La primera generación, un éxito inesperado
El primer BMW Serie 3 (E21) fue presentado en 1975 como recambio de las series deportivas 1602, 2002ti y el 2002 Turby.
Su éxiito se cimentó en gran medida en lo acertado de su diseño, tanto exterior (inicialmente en carrocería de dos puertas) como sobre todo el interior, cuya consola central orientada hacia el conductor bordes y elementos de control en el interior, redondeados y acolchados, supusieron una auténtica revolución en cuanto a diseño hasta la fecha.

Siempre con carrocería de dos puertas, inicialmente, las primeras versiones contaban con un motor tetracilíndrico y tres cilindradas distintas (1.6, 1.8 y 2.0 litros), si bien a partir del Salón de Frankfurt de 1977 BMW presentó un nuevo motor de seis cilindros, con 2.0 y 2.3 litros de cilindrada.
La segunda generación, con más novedades por dentro que por fuera
En 1982 se presentó la segunda generación del BMW Serie 3 conocido internamente como E30. El nuevo Serie 3 llegó con importantes novedades, tanto a nivel estético como de motor.
Aunque en un primer momento continuó con su carrocería de dos puertas, en apenas un año llegaron las carrocerías sedan y Touring, a la que añadió también una versión cabrio. Además, el fabricante alemán añadió a su gama de motores una versión con motor diésel (324d) y un poderoso modelo deportivo (325i).

En 1985 se presentó la versión iX, con cuatro ruedas motrices, aunque su punto culminante llegó en 1987, con la presentación del primer BMW M3. Sus 192 CV y sus impresionantes prestaciones le catapultaron de inmediato al Olimpo de las berlinas deportivas y le convitieron en referencia dentro de su segmento.
La tercera generación, un cambio radical
En 1991 se presentó la tercera generación, el Serie 3 E36, Con importantes avances tecnológicos y estéticos, la nueva generación destacaba por su reparto casi exacto de pesos en los ejes delantero y trasero, de prácticamente un 50/50, así como por la implementación de sus faros delanteros dobles y acristalados, un elemento distintivo que continúa en nuestros días.
Todos los motores utilizados en la gama eran DOHC, y a partir de 1993, incorporaron el sistema de sincronización variable de válvulas (VANOS).

La cuarta generación, dos pasos hacia delante
En 1998, llega el BMW Serie 3 E46, la cuarta generación, que destacó por su aumento de tamaño y sobre todo, por un importante salto de calidad en cuanto a la calidad de interiores, prestaciones, motorización y acabados.
Aun así, y pese a todo, logró mantener el reparto de pesos al 50/50 entre los ejes delantero y trasero, uno de los principales valores de su generación precedente, gracias a una lógica disposición de los elementos, y a que muchas partes de los ejes eran de aluminio.
En 2001, BMW introdujo el Serie 3 Compact, una versión reducida de tres puertas, con las mismas características técnicas, motores y equipamiento que en sus acabados sedan, Touring y coupé pero con un precio más reducido.

Una maniobra comercial que le permitió acercar el segmento premium a un sector de la población que, hasta ese momento, había copado en exclusiva por Audi y su A3.
De hecho, su éxito comercial fue de tal calibre que obligó a la firma alemana a darle una entidad propia al BMW Serie 3 Compact que, en octubre de 2004, decidió darle un carácter propio y lo reconviritió en la Serie 1, que hoy día sigue comercializándose.
La quinta generación, tecnología y diseño al por mayor
Hubo que esperar hasta 2005 para ver el nacimiento de su quinta generación, el BMW Serie 3 E91. En esta ocasión hay que decir, que el cambio fue notable, sobre todo, en su diseño exterior. Era semejante a sus antecesores e inmediatamente reconocible como un BMW Serie 3, pero se diferenciaba considerablemente de los demás por las formas de las superficies de su carrocería,

Con el BMW Serie 3 E90 llegó también el BMW iDrive a la gama de la berlina compacta deportiva, lo que permitió despejar el salpicadero de mandos y botones.
La sexta generación, rejuvenecimiento intensivo
Por último, en octubre de 2011, se presentó el BMW Serie 3 F30, la última generación hasta la fecha y para la que el fabricante alemán no escatimó en la incorporación de distintos elementos tecnológicos como sus sistemas de asistencia a la conducción, servicios de movilidad y conectividad con BMW ConnectedDrive.
Además, en cuanto a motorizaciones hay que decir que la sexta generación del Serie 3 trajo también cambios importantes, con motores gasolina y diésel cuyas potencias abarcan desde los 116 CV del 316i hasta los 306 CV del 335i
Además, en julio de 2012 llegó una variante híbrida (BMW ActiveHybrid 3), que toma como base la versión 335i de 306 CV y, con niveles de equipamiento y confort excepcionales.

Como se ve, un conjunto de mejoras respaldadas por un continuo éxito comercial en ventas que hacen que, hoy por hoy y tras 40 años a sus espaldas, la Serie 3 de BMW siga gozando de un excelente momento de forma y, lo que es más importante, con un esplendoroso futuro por delante.