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La prestigiosa publicación Autosport ha afirmado que Renault estaría en disposición de comprar al equipo Lotus con carácter inmediato y, aunque todavía hay «flecos» por resolver, la oficialidad del acuerdo se llevaría a cabo en Monza el próximo fin de semana, de cara a la disputa del GP de Italia.

Aunque no hay nada confirmado de manera fehaciente, Autosport ha confirmado que Renault se haría con el 65% del accionariado de Lotus y cifra el montante total de la operación en un total de 65 millones de libras esterlinas (unos 89 millones y medio de euros), que se abonarían en 10 años, con un pago inicial de 7,5 millones de libras (10,3 millones de euros, aproximadamente).
El resto del accionariado quedaría dividido en un 25% que se reservaría Genii Capital (la compañía de Gerard López, su actual propietario) y un 10% restante, que presuntamente habría adquirido el ex-campeón mundial Alain Prost, cuyo papel en el equipo podría equivaler al de Niki Lauda en Mercedes, en calidad de asesor y presidente no ejecutivo.
La entrada de Renault en la Fórmula 1 traería consigo un importante paquete presupuestario, con nuevos patrocinadores que podría situar al fabricante galo a la altura de equipos como Mercedes o Red Bull, actualmente junto a Ferrari las escuderías con un mayor presupuesto del paddock.
El equipo seguiría teniendo su base en Enstone, donde ya estuvo radicada Renault antes de su venta en 2010 a Lotus por lo que no habría problemas logísticos ni de ubicación en una nueva sede y, aunque el equipo técnico se verá reforzado por la llegada de nuevo personal, será aprovechado todo el know-how actual y los medios técnicos que allí se encuentran.
Un futuro lleno de incógnitas
La primera de las dudas que han asaltado a todos al conocerse esta información es saber qué va a pasar con la pareja de pilotos actual, Romain Grosjean y Pastor Maldonado, cuya continuidad además fue confirmada no hace mucho por el equipo.
La figura de Romain Grosjean, un piloto fiable, rápido y sobre todo francés, parece garantizada. Además, la brillante tercera plaza obtenida por el galo en Bélgica viene a reforzar su posición en el seno del equipo.

No parece tan claro, sin embargo, que Pastor Maldonado, un tipo controvertido y al que su mala cabeza y la mala suerte, han impedido brillar como merece estas temporadas en Lotus.
Entre accidentes y abandonos por causas técnicas, en muy pocas ocasiones hemos podido ver al venezolano estar a la altura del nivel que ofreció tanto en la GP2 como en su primer año en Williams, donde llegó a ganar una carrera (el GP de España de 2012).
Ahora bien, y como en otras ocasiones, los petrodólares del chavismo a través de PDVSA, su principal patrocinador y una de las fuentes de ingresos más importantes actualmente en Lotus, pueden evitar que Maldonado abandone Enstone al acabar la presente temporada, especialmente si como todo apunta, el acuerdo de la venta se cierra esta próxima semana.
La otra gran incógnita que se cierne sobre el futuro, en este caso empresarial, del renacido equipo Renault es saber qué hacer con los contratos de suministro que mantiene en vigor actualmente con otros equipos (y consigo mismo).
Aunque fuentes del fabricante del rombo han dejado caer que tienen la intención de respetar los acuerdos firmados por Lotus, es indudable que hay temas que se caen por su peso.
Por un lado, y lo más lógico es que Renault se centre en el desarrollo de su propio propulsor. Esto no es baladí ya que hace justo un año Lotus firmó un contrato de suministro con Mercedes que finaliza en 2017, por lo que parece un total contrasentido que Renault corra el próximo año con un motor de otra marca.
Por este motivo todo apunta a que el fabricante francés habría preparado en su presupuesto una cantidad importante destinada a indemnizar a Mercedes por la ruptura de este contrato.

Pero aún hay una segunda derivada del acuerdo. Suponiendo que Renault, con toda lógica, se centre en desarrollar su propio motor, ¿qué pasaría con el contrato existente entre la firma gala y los equipos Red Bull y Toro Rosso?
Y es que no parece tampoco muy lógico que Renault, en el caso de desarrollar un motor poderoso y competitivo, quiera reforzar a un rival directo como Red Bull, especialmente, si como se espera, la marca francesa da ese salto cualitativo esperado con el nuevo accionariado.
El problema está en que tal y como está firmado ese acuerdo, Red Bull tendría prioridad en los trabajos para el desarrollo de un nuevo motor, lo que supondría un conflicto directo con su propio equipo.
Esto dejaría en una situación complicada a Red Bull y Toro Rosso, que deberían buscarse cuanto antes un suministrador de garantías para el próximo año, algo que a estas alturas de temporada y con el desarrollo del monoplaza para 2016 en pleno trabajo, podría representar un verdadero problema.
Por ello, informa Autosport que Renault habría pactado con el equipo austríaco y su «satélite» toda la ayuda para la búsqueda de un nuevo proveedor, además de una fuerte indemnización por el incumplimiento del acuerdo vigente, Un nuevo sobrecoste que la marca gala debería asumir igualmente, si bien dado que el nuevo equipo va a venir cargado de millones, ell dinero no parece que vaya a ser un problema para ellos.
Force India como alternativa
Por último, hay que decir que una de las pocas cosas que Renault ha puesto como imprescindibles para gestionar su vuelta a la Fórmula 1 es que no adquirirá un equipo que no tenga una estructura sólida detrás, con el fin de no tener que empezar de cero.

Por este motivo, y en previsión de que este acuerdo con Lotus no pudiese llevarse a cabo por algún motivo, Renault ha estado manteniendo conversaciones con otros equipos, en especial con Force India, iniciadas de forma oficial durante la disputa del pasado GP de Bélgica.
Así lo confirmó el propio Vijay Mallya, Director de Force India, quien confirmó una reunión con Alain Prost en la noche del sábado, previo a la carrera en Spa-Francorchamps.
Sin embargo, y como las partes afirmaron después, no ha sido más que una mera «toma de temperatura»; para evaluar si el equipo indio estaría en disposición de dejarse absorbe por la estructura de Renault en un futuro próximo.
En cualquier caso, hacerse con Force India es una cuestión que tiene sensibles diferencias con respecto a la adquisición de Lotus.
Si bien es cierto que el coste de la operación es ciertamente menor y con menos condicionantes, no es menos cierto que cuenta con el hándicap que la infraestructura a nivel técnico de Force India, con sede en Silverstone, es sensiblemente inferior que la de Lotus, lo que podría retrasar sensiblemente el desarrollo de un monoplaza competitivo, al menos a corto plazo, de ahí las dudas.