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El sábado por la tarde pasará a la historia por ser uno de los días más negros de la historia del automovilismo español y, en concreto, del mundo de los rallyes de nuestro país.

Un accidente provocado por un piloto durante la disputa de un tramo de un rally en La Coruña ha dejado nada menos que siete muertos y 16 heridos de distinta consideración entre los asistentes a la prueba.
La tragedia se produjo sobre las 20:00, cuando Sergio T. (piloto aficionado cuya identidad no ha sido revelada) y natural de la localidad gallega de Carral, perdió el control de su Peugeot 206 XS al entrar en una recta e impactó brutalmente contra los aficionados que se agolpaban en ese tramo junto a la carretera.
El golpe fue tremendo, rápido y se produjo sin posibilidad de reacción para los afectados, y hasta 22 personas, entre mujeres y niños, fueron arrolladas de forma salvaje por el coche, con un bagaje demoledor.
Seis personas murieron prácticamente en el acto y otras 16 resultaron heridas de distinta consideración, de las cuales una séptima víctima mortal (una niña de 14 años) falleció en el Hospital a última hora del domingo a causa de las graves lesiones sufridas.
El caos se apoderó de la zona, atestada de público ya que, como informaron algunas fuentes, las asistencias tardaron más de 15 minutos en asistir a los heridos y las escenas de pánico y dolor se adueñaron de los presentes, plenamente conscientes de la magnitud de la tragedia.
Finalmente, los heridos (12 adultos y 4 menores) fueron trasladados a distintos centros hospitalarios próximos. Los adultos fueron trasladados al Hospital Juan Canalejo y al Modelo, mientras que los menores quedaron ingresados en el Hospital Materno Infantil de La Coruña.
A lo largo del domingo, ocho de los heridos ya habían sido dados de alta, mientras que tres permanecían en la UCI, de los cuales, la niña de 12 años antes citada, acababa falleciendo.
La desgracia quiso que entre los fallecidos se encontrasen dos mujeres embarazadas, una de las cuales, salía de cuentas esta misma semana así como la pareja de ésta.
El conductor -que resultó ileso- confesó a la Guardia Civil encontrarse «destrozado y desquiciado» por lo ocurrido y que no fue consciente de lo ocurrido hasta que se bajó del coche, tras someterse a las pruebas de alcohol y drogas, que dieron negativo.
La tragedia,sin duda la más grave del automovilismo español (sólo comparable a la vivida en Montjuïc en 1975), ha conmocionado al mundo del Motor en nuestro país. Desde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hasta el propio Consejo Superior de Deportes, pasando también el Deportivo de la Coruña.e apresuraron a mostrar sus condolencias por lo ocurrido