El Grupo Volkswagen afronta el escándalo más importante de su historia y quizás, de la historia de la Automoción, al admitir que mintió en los datos de emisiones de al menos 11 millones de sus coches en el mercado norteamericano.

Martin Winterkorn, presidente del Grupo Volkswagen, en el mayor escándalo de la marca
Martin Winterkorn, presidente del Grupo Volkswagen, en el mayor escándalo de la marca

La noticia estalló cuando un portavoz del consorcio alemán admitió haber engañado a la Environment Protection Agency (EPA), la autoridad estadounidense encargada de la protección del Medio Ambiente, a través del falseamiento de los datos de emisiones.

Para ello, el fabricante alemán habría instalado un programa informático en varios de sus modelos de gasoil mediante el cual evitaría poner límtes a las emisiones, superando con creces las tasas de CO2 declaradas en sus respectivas fichas técnicas.

En concreto, la EPA habría detectado el fraude la semana pasada y se lo comunicó el pasado viernes por carta a Volkswagen. Un primer cálculo del regulador norteamericano cifró en nada menos que 482.000 las unidades detectadas con el software oculto, que fueron vendidos entre los años 2008 y 2015.

Los modelos más denunciados fueron las versiones diésel tetracilíndricas de los Volkswagen Golf, Jetta, Passat y Beetle, así como del Audi A3. Modelos que, según la denuncia de la EPA, lanzaban al aire unas emisiones hasta 40 veces más contaminantes de lo permitido.

Sin embargo, aquello no fue más que la punta del iceberg ya que las autoridades de varios países han decidido comenzar sus propias investigaciones, lo que en en apenas unos pocos días ha destapado un escándalo de proporciones colosales, que afecta ya a más de 11 millones de coches en todo el mundo. Y parece que esto no ha hecho más que empezar.

Volkswagen, castigada duramente en la Bolsa

Este escándalo es un varapalo en toda la línea de flotación de la nueva junta directiva, presidida por Martin Winterkorn, que sustituyó a Ferdinand Piech y bajo cuyo mandato se maquinó este engaño masivo.

SIn embargo, y aunque seguramente Piech se verá salpicado por lo ocurrido, todo apunta a que la carrera de Winterkorn al frente del Grupo Volskwagen ha finalizado, apenas unos meses después de empezar.

El Audi A3 TDI del año 2008, uno de los afectados por el fraude masivo de las emisiones
El Audi A3 TDI del año 2008, uno de los afectados por el fraude masivo de las emisiones

En este sentido, la prensa económica germana ya da por hecha la salida del actual Consejo de Administración y la sustitución de su presidente por Matthias Müller, actual responsable de Porsche, prevista para el próximo viernes.

Pero el verdadero golpe ha venido dado por el enorme castigo que los inversores han infligido a Volkswagen en la Bolsa de Frankfurt.

Así pues, en apenas un par de días, el fabricante alemán ha perdido nada menos que un 35% de su cotización en el parquet, lo que se traduce en unas pérdidas de 25.000 millones de euros.

Volkswagen, ante multas récord

Además del enorme descrédito y el evidente deterioro en la imagen de Volkswagen, que se deja sin duda muchos pelos en la gatera de cara al futuro, lo cierto es que el horizonte se le viene encima es demoledor ante el aluvión de demandas que se esperan.

De momento y sólo en EE.UU. la EPA ha anunciado que castigará duramente al fabricante germano. De momento, ha amenazado con imponerle una sanción histórica que podría alcanzar hasta un total de 37.500 dólares (unos 33.600 euros) por coche afectado.

De esta forma, si multiplicamos por 482.000 coches como mínimo, el montante total de la sanción podría alcanzar la cifra récord de 18 millones de dólares, en torno a 16 millones de euros. Y esto sólo en EE.UU.

De hecho, esta millonaria multa pudo ser el detonante para que Volkswagen admitiese en apenas un par de días toda la culpa. Una declaración inculpatoria podría ser la puerta para que la marca germana pueda evitar tan duro varapalo en los juzgados norteamericanos.

Al parecer, la agencia estadounidense habría ofrecido la posibilidad de alcanzar algún tipo de acuerdo extrajudicial que pudiese evitar la dura sanción. Un acuerdo que pasaría en todo caso por la asunción de la responsabilidad y el reconocimiento de los hechos por parte de Volkswagen, algo que el presidente de la marca se habría apresurado a realizar.

“Estamos trabajando con las autoridades competentes en forma conjunta y de manera global con el fin de esclarecer los hechos de manera rápida y transparente”, dijo Winterkorn.

Un poco más escatológico pero igualmente gráfico se mostró Michael Horn, presidente del Grupo Volkswagen en EE.UU, quien entonó el mea culpa:

«La hemos cagado por completo. Hemos sido deshonestos con la EPA, hemos sido deshonestos con el consejo de la Air Resources Board (ARB) de California y, en definitiva, hemos sido deshonestos con todos ustedes», afirmó Horn.

Desgraciadamente, el problema para Volkswagen está en que esto no ha hecho más que empezar y amenaza con llevarse por delante el prestigio y, lo que es peor, el dinero de la firma alemana.

De momento, algunas de las naciones más importantes en las que el gigante alemán es líder de ventas como la propia Alemania, Francia o España, ya han amenazado con iniciar acciones legales ante la dimensión del fraude, lo que no hace presagiar nada bueno para la firma alemana.