- GP de Japón: Lewis Hamilton gana entre la lluvia y la tragedia
- GP de Japón: Sebastian Vettel es insaciable y acaricia ya su cuarto Mundial
La carrera de hoy disputada en el siempre atractivo circuito de Suzuka ha tenido dos caras bien distintas. Una, muy anodina y aburrida, que ha sido la lucha por los puntos y la otra, mucho más divertida, que es la pugna por los 10 últimos puestos.

La victoria, por otra parte previsible, de Lewis Hamilton nos ha vuelto a dejar la imagen de una enorme superioridad del equipo Mercedes, demostrando que lo de Singapur fue un mero accidente. Pero también nos ha dejado una nueva constatación de lo ciertamente grande que le viene el Mercedes AMG FW06 a un piloto como Nico Rosberg, al que hoy se le ha vuelto a «ver el cartón» …y son ya unas cuantas.
Hoy ha protagonizado su enésimo error de pilotaje, con una salida infame en la que no supo defender su pole (injustamente lograda tras la bandera roja mostrada al final de los entrenamientos del sábado por el accidente de Kvyat) Por si fuese poco, Rosberg hoy se ha vuelto a arrugar en la salida en su duelo directo con Hamilton y ha vuelto a fracasar estrepitosamente.
Aun así, el poderío mecánico de su montura le permitió recuperar en la pista lo que perdió en los primeros compases de carrera y logró salvar los muebles, firmando el segundo puesto aunque con Vettel soplándole en el cogote.
Españoles en carrera
La carrera de nuestros compatriotas tuvo un sabor ciertamente agridulce. Por un lado, aunque Carlos Sáinz se pudo ir con un puntito en la buchaca gracias a su 10ª plaza final, algo que tras su pésima calificación del sábado él mismo firmaba minutos antes de la carrera.
Sin embargo, viendo cómo se desarrollaron los acontecimientos durante la prueba, al madrileño le quedó el regusto de saber que, de no cometer un par de errores estúpidos, podría haber acabado con muchos más puntos en el zurrón. Una pasada de frenada en su primer pitstop, le hizo impactar con un bolardo del pitlane, dañando el morro de su monoplaza.
Como todo ocurrió en el último momento y de forma imprevisible, nadie en el equipo tenía a mano un morro para poder reemplazar el maltrecho alerón de su Toro Rosso, lo que le hizo perder un tiempo precioso cuando iba séptimo y rodaba a un ritmo excelente.
Esta demora le hizo caer hasta casi el 15º puesto y, aunque luego se rehizo, tuvo que remar contra corriente hasta que un pequeño error al entrar colado en una curva, le hizo perder la novena plaza cuando luchaba con su compañero Verstappen.
Por su parte, la nota negativa volvió a ponerla Fernando Alonso. Sin embargo, eso no es lo noticiable. Lo auténticamente reseñable es que esa impostada camaradería y respeto que pilotos y equipo se profesaban públicamente no era más que un enorme paripé.
Mientras que el asturiano estaba haciendo un auténtico carrerón, aguantando tras de sí el empuje de Carlos Sáinz y Marcus Ericsson sacando el 120% de su McLaren, luchando por entrar en los puntos. Sin embargo, y a pesar de su esfuerzo, acabó siendo engullido por ambos monoplazas.
Y es que si doloroso -y espectacular- fue el adelantamiento del madrileño, más aún lo fue cuando el siguiente en arrancarle las pegatinas a Alonso fue Ericssón, En ese momento, Alonso estalló por la radio, lamentándose de que el motor de su coche era más propio de un GP2 y que esa situación era bochornosa, para acabar con un sonoro grito de rabia.
Estas declaraciones, lejos de ser suavizadas fueron ratificadas en el paddock ante la prensa y se suman a la queja mostrada en boxes cuando, según sus propias palabras, su mejor vuelta de calificación en Suzuka en toda su carrera, apenas le sirivó para ser 14º en parrilla.
Cuando vio la repercusión pública de sus palabras, decidió recular mandando un mensaje conciliador hacia el equipo a través de su cuenta de Twitter.
Sin embargo, esto le ha valido un tirón de orejas por parte de Ron Dennis por considerarlas inapropiadas, en un claro ejemplo de querer lavar los trapos sucios en casa y ha disparado el rumor sobre una posible renuncia de Alonso a seguir en la Fórmula 1 el próximo año ante la falta de un proyecto competitivo en McLaren.
Análisis de la carrera
La carrera dio comienzo con una salida sorprendente en la que Nico Rosberg no estuvo, una vez más a la altura, a la hora de defender su pole. Salió mal, con miedo y en la primera curva reculó ante el furibundo ataque de Lewis Hamilton, que a diferencia de su compañero sí salió con el hambre y las ganas necesarias para liderar la carrera.

Arrinconado en el vértice de la curva por su compañero, en una maniobra arriesgada pero legal, Rosberg prefirió ceder en su empuje y se salió mínimamente. Circunstancia aprovechada tanto por Sebastian Vettel, que había salido como un cohete, pasando literalmente por encima de Valtteri Bottas y por el propio piloto finlandés, haciendo caer al rubio alemán hasta una inesperada cuarta plaza.
Por detrás, la salida fue bastante limpia salvo en un par de detalles que dejaron fuera de juego a dos de los favoritos para estar entre los mejores como Daniel Ricciardo y Felipe Massa y a punto estuvo de hacer lo propio con «Checo» Pérez y Carlos Sáinz.
En el primer caso, el brasileño de Williams se vio encerrado y en la masiva frenada, no pudo evitar tocar por detrás al Red Bull del australiano, haciendo el típico «afliador» que provocó el reventón de la rueda trasera izquierda del coche de Ricciardo así como la delantera derecha del monoplaza de Massa, quienes a duras penas lograron llegar a sus boxes a tres ruedas y con todas sus opciones perdidas.
Mejor suerte corrieron Carlos Sáinz y Sergio Pérez. En unas circunstacias similares, el Toro Rosso del español se tocó de lado con el Force India del mexicano aunque sin consecuencias, salvo una breve excursión por la gravilla del circuito de Suzuka por parte de Pérez y el borrado casi completo de las letras de las ruedas del coche de Sáinz.
A partir de ese momento la carrera se convirtió en otro monólogo más de Lewis Hamilton quien comenzó a encadenar vueltas rápidas con el fin de alejar de su rebufo a Sebastian Vettel, quien a su vez había hecho lo propio con Valtteri Bottas y Nico Rosberg.
La carrera por delante parecía finiquitada con tan solo media docena de vueltas ya que, salvo descalabro mecánico como en Singapur, todo estaba de cara para que Hamilton siguiese con su paseo militar hasta el final de la prueba.
La única duda era saber si Rosberg se quedaría fuera del pódium o si, por el contrario, lograría dar con la tecla para al menos limar las diferencias con sus rivales más directos ya que la victoria estaba prácticamente descartada.
Entretanto, la carrera por detrás estuvo ciertamente animada durante todo este primer tramo. No sólo por el duelo antes citado entre Alonso, Sáinz y Ericsson sino que en todas las posiciones se jugaba algo. Los dos Lotus, Nasr, Kvyat, que se quejaba de problemas en los frenos, e incluso Jenson Button tenían particulares y espectaculares duelos.

Llegados a la vuelta 13 comenzó el baile en boxes entre los grandes. Bottas adelantó su parada, mientras que Vettel hizo lo propio una vuelta más tarde como respuesta al ataque del finlandés, al tiempo que Rosberg esperaba una vuelta más para hacer su primer cambio de gomas.
Este stint con los compuestos duros no le sentó nada bien a Valtteri Bottas ya que en apenas un par de vueltas después, el finlandés era rebasado con suma facilidad por el Mercedes de Rosberg, que ponía rápidamente sus ojos en Vettel, habida cuenta que Hamilton seguía a lo suyo, a ritmo de vuelta rápida en cada giro y parecía ya inalcanzable.
En paralelo, por detrás se seguían viendo duelos interesantes ya que, si bien las primeras plazas parecían casi inamovibles, el resto de plazas con derecho a puntos eran un hervidero, con muchos candidatos, con Kim Raikkönen como mejor colocado.
A punto de producirse el segundo pitstop del día, Fernando Alonso volvía a protagonizar un bonito pero desigual duelo, en este caso con el Toro Rosso de Max Verstappen mientras peleaba por la 10ª posición. El español tiró de casta y suplió la evidente carencia de motor con oficio y logró resistir durante varias vueltas al joven holandés, hasta que finalmente tuvo que entregar la cuchara.
Sin embargo, la carrera no tenía visos de ofrecer mucho más y, a partir del último stint, el espectáculo se vino literalmente abajo. Si acaso, unas pinceladas ofrecidas por la imagen de Grosjean, saltándose una chicane y ver cómo Sáinz se batía el cobre con Sergio Pérez para defender el punto del honor.
La única nota de emoción la puso Sebastian Vettel, quien en un último empujón llegó a ponerse a menos de dos segundos de Rosberg pero a falta de cinco vueltas y ante la imposibilidad de recortar más las diferencias, decidió tirar la toalla y firmar su sexto pódium del año.
Lo mejor y lo peor del día
Lo mejor, una vez más, alabar el sublime estado de forma de Lewis Hamilton que sigue intratable. Su hambre, su pilotaje estratosférico y su inimitable estilo, tanto en el monoplaza como fuera de él, le han convertido en un auténtico fuera de serie que pasará sin duda a la historia de la Fórmula 1.

Otro que sigue su estela es Sebastian Vettel. Hoy ha vuelto a exprimir hasta el último recurso de su Ferrari. A pesar de que era plenamente consciente de que no iba a vivir una situación como la de Singapur, ha protagonizado una salida espectacular y ha mantenido un excelente ritmo de carrera. Y aunque pese a sus esfuerzos, finalmente fue rebasado por Rosberg, pero ha vuelto a acabar en el cajón contra todo pronóstico.
Pero fuera de los dos «galácticos», en el mundo terrenal hay que destacar la sensacional carrera de Nico Hulkenberg, el verdadero protagonista del día. A pesar de partir en la 14ª posición, tras su sanción por el incidente en Singapur, el alemán ha llevado una magnífica estrategia y, poco a poco y sin hacer ruido, se fue aupando en la clasificación de carrera hasta acabar en una meritoria -e inesperada- sexta plaza.
También hay que destacar la buena carrera de los dos Lotus que, por fin, han conseguido acabar en los puntos. Hacía mucho tiempo que los dos monoplazas de Enstone lograban finalizar un Gran Premio y más aún que puntuaban.
Tanto Grosjean como Maldonado, séptimo y octavo respectivamente, han llevado a cabo una inteligente carrera, sin arriesgar más de lo necesario, algo difícil de ver en pilotos como ellos, especialmente el venezolano. Una buena noticia sin duda, en puertas de la casi segura venta de Lotus a Renault, que afronta esta semana su última fase.
Por último, hay que volver a resaltar la buena carrera de Max Verstappen. A pesar de salir desde la última línea de la parrilla, su fogosidad ha tenido premio y tras un buen puñado de adelantamientos, uno de ellos a Alonso ciertamente espectacular, ha vuelto a brillar y, sobre todo, a batir a su compañero en su duelo particular.
Por el contrario, las notas negativas vienen de un decepcionante Nico Rosberg que, una vez más y cuando está bajo presión, ha vuelto a fallar. Sólo el potencial del Mercedes le ha devuelto a un pódium que había perdido por un par de errores, impropios de un piloto que aspira a ganar un Mundial como es el caso del teutón.
Tampoco ha sido el día de los Red Bull. Nadie esperaba que rindiesen como en Singapur, un trazado que sin duda se acomodaba más a sus características. Pero tampoco se esperaba una debacle como ésta.
Es cierto que lo ocurrido con Ricciardo se debe más a la mala suerte que a otra cosa pero, si le sumamos que Kvyat tuvo que salir desde el pitlane tras arreglar el desaguisado ocasionado por el ruso, tras un terrible accidente en la Q3 que bien pudo costarle un disgusto, el resultado final es que ambos pilotos quedaron fuera de los puntos.

Por último, tampoco fue el día de Carlos Sáinz. A pesar de una gran salida y un gran ritmo de carrera que incluso le llevó a marcar una vuelta rápida, dos errores le privaron de una mejor posición.
El error en la entrada del pitlane, antes comentado, le lastró profudamente para el resto de la prueba a lo que se añadió un pequeño error de pilotaje ante el asedio de Max Verstappen casi al final de la carrera, le dejó la novena posición en bandeja a su compañero.
Clasificación de carrera y del Mundial
Tras 53 vueltas al mítico trazado de Suzuka, así finalizó el GP de Japón:
- Lewis Hamilton (Mercedes AMG), en 1h 28’06»
- Nico Rosberg (Mercedes AMG), a 18,9»
- Sebastian Vettel (Ferrari), a 20,8»
- Kimi Raikkönen (Ferrari), a 33,7»
- Valtteri Bottas (Williams), 36,7»
- Nico Hulkenberg (Force India Mercedes), a 55,5»
- Romain Grosjean (Lotus Mercedes), a 1’12»
- Pastor Maldonado (Lotus Mercedes), a 1’13»
- Max Verstappen (Toro Rosso Renault), a 1’35»
- Carlos Sáinz Jr. (Toro Rosso Renault), a 1 vuelta

Tras 14 carreras, el Mundial de Pilotos está ahora más cerca para Lewis Hamilton, que suma ya 277 puntos y abre una brecha de 48 puntos con respecto a Nico Rosberg, quien con su segundo puesto de hoy salva los muebles y se afloja la soga que le había echado Sebastian Vettel tras su victoria en Singapur.
Aun así, el tetracampeón no afloja y, pese a que no ganará el Mundial, se puede decir que su primer año en Ferrari va a terminar con nota. De momento, tres triunfos y seis pódiums que le da un total de 218 puntos, a sólo 11 de su compatriota.
Detrás de esta terna, el abismo es absoluto. A más de 100 puntos de diferencia está Kimi Raikkönen, que sigue con su particular duelo por la cuarta plaza con su compatriota Valtteri Bottas y Felipe Massa, quienes a su vez mantienen su pelea fratricida en Williams por la hegemonía como mejor piloto en Grove.
- Lewis Hamilton (Mercedes AMG), 277 puntos
- Nico Rosberg (Mercedes AMG), 229 puntos
- Sebastian Vettel (Ferrari), 218 puntos
- Kimi Raikkönen (Ferrari), 119 puntos
- Valtteri Bottas (Williams Mercedes), 111 puntos
- Felipe Massa (Williams Mercedes), 97 puntos
- Daniel Ricciardo (Infiniti Red Bull Renault), 73 puntos
- Daniil Kvyat (Infiniti Red Bull Renault), 66 puntos
- Romain Grosjean (Lotus Mercedes), 44 puntos
- Sergio Pérez (Force India Mercedes), 39 puntos
En lo que respecta al Mundial de Constructores, el equipo Mercedes está a un paso de coronarse matemáticamente campeón del mundo por segundo año consecutivo. Sus 506 puntos se han convertido en un muro infranqueable para Ferrari.
Aun así, los de Maranello siguen su idilio con las primeras plazas de cada carrera y son los únicos que han podido seguir mínimamente el paso firme marcado por Mercedes esta temporada. Por eso, a falta de tan solo cinco carreras para acabar la temporada, Ferrari tiene casi asegurado el segundo lugar del campeonato de constructores, con 337 puntos.
Tampoco parece que vaya a haber muchas dudas sobre qué equipo será el tercero en discordia. Aunque a una distancia sideral de Mercedes y Ferrari, sólo Williams ha sido capaz de mostrarse como alternativa a la hegemonía plateada y roja esta temporada. Ni siquiera Red Bull, que tuvo un atisbo de levantar la cabeza en Singapur, parece estar a la altura.
De hecho, hoy en Japón los de Christian Horner han perdido una oportunidad de oro de acercarse a Williams, al quedar Massa fuera de los puntos. Tal vez por eso el «0» cosechado hoy por Red Bull sea uno de los más dolorosos de toda la temporada.
- Mercedes AMG, 506 puntos
- Ferrari, 337 puntos
- Williams, 208 puntos
- Infiniti Red Bull Renault, 139 puntos
- Force India, 77 puntos
- Lotus, 60 puntos
- Toro Rosso, 44 puntos
- Sauber Ferrari, 26 puntos
- McLaren Honda, 17 puntos
- Manor Marussia, 0 puntos