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El “mago” de la ingeniería de Red Bull, Adrian Newey, ha confirmado la grave situación en la que su equipo se encuentra sumido en estos momentos ya que, a fecha de hoy, no cuenta con ningún motor disponible de cara a 2016.

Esta cuestión es ciertamente problemática ya que, como el propio Newey ha advertido, el desarrollo del diseño del futuro Red Bull RB12 se encuentra actualmente en punto muerto, por lo que ha advertido que, de no solventarse esta cuestión en breve espacio de tiempo, Red Bull se vería inexorablemente abocado a dejar la Fórmula 1.
En este sentido, el ingeniero británico se mostró muy preocupado por el futuro de los 700 empleados que hoy día trabajan en las dependencias del equipo Red Bull en Milton Keynes.
“Necesitamos una decisón mucho antes de fin de año ya que el diseño y la fabricación del coche lleva su tiempo, en especial a la hora de introducir algunos elementos, en especial el motor“, afirmó.
El miedo a ser superados por Red Bull, la clave de la negativa
Por otra parte, Newey acusó a sus dos posibles proveedores –Mercedes y Ferrari– de no atreverse a suministrarles motores por el temor a verse superados por su potencial cliente, en un cara a cara en igualdad de condiciones.
Recordemos que, desde el mismo momento que se conoció la ruptura de relaciones con Renault, Mercedes se negó rotundamente a proveer de propulsores a la marca de bebidas energética, al igual que hizo Ferrari, aunque de manera más velada.
En concreto, los de Maranello sólo habrían accedido únicamente a suministrarle a Red Bull motores de 2015, en su última evolución, pero nunca el motor de 2016.
Por este motivo, en una entrevista concedida esta semana a Reuters, Newey, se ha explayado a conciencia y ha denunciado una situación que podría comprometer seriamente el futuro de Red Bull en la Fórmula 1.
“Estamos siendo forzados a salir de la Fórmula 1. Mercedes y Ferrari se han negado a suministrarnos motores por miedo”, afirmó el ingeniero británico.
“Red Bull no debe ser puesto en una posición en la que sólo estén allí para hacer bulto”, añadió.
Asimismo, Newey arremetió también contra la FIA y Bernie Ecclestone al considerar que no han querido impedir el duopolio impuesto por Ferrari y Mercedes en cuanto al suministro de motores.
De hecho, el propio Ecclestone se mostró favorable al veto, tal y como manifestó la pasada semana a la BBC:
“Se puede entender la posición con Ferrari y Mercedes. Podría ocurrir que Red Bull fuese incluso mejor que los propios fabricantes que tienen el mismo motor. No deseo que se detengan en ningún caso, pero, sinceramente, creo que ninguno de los proveedores de motores estaría bien para ellos”, afirmó el supremo de la Fórmula 1, refiriéndose a Red Bull.
Una posible vuelta a Renault
La negativa rotunda de los dos principales motoristas a suministrarle propulsores a Red Bull hizo que muchos pensaran que desde Milton Keynes habrían vuelto la vista a Renault.
Por eso, la reunión llevada a cabo entre directivos del fabricante austríaco y Renault este fin de semana en Sochi, llevó a pensar que en Red Bull podrían estar estudiando la continuidad, siquiera por un año más, con la firma del Rombo.
Sin embargo, Newey se ha apresurado a confirmar que los puentes con Renault están totalmente rotos y no habría prácticamente ninguna posibilidad de que ambos fabricantes se replanteasen su futuro conjunto, al menos a corto plazo.
“Por desgracia, nuestra relación con Renault es bastante terminal. Si lo vemos como un matrimonio estaríamos ante una absoluta ruptura, así que no tendremos sus motores”, afirmó resignado Newey.
“Es necesario mejorar, pero no ha habido una orientación clara sobre cómo lograr eso. Renault ha rechazado todos los intentos de Red Bull para ayudar a mejorar el motor y también se ha negado a traer expertos para recibir ayuda externa” . .