El propietario de Red Bull, el austríaco Dietrich Mateschitz, ha fijado el fin de semana del GP de Abu Dhabi. que disputará entre los días 27 y 29 de noviembre, como fecha tope para cerrar el acuerdo con el proveedor de motores, cualquiera que sea.

DIetrich Mateschitz se marca el GP de Abu Dhabi como límite para cerrar el acuerdo de motores
DIetrich Mateschitz se marca el GP de Abu Dhabi como límite para cerrar el acuerdo de motores

Asimismo, el magnate afirmó que en el caso de que se llegase a ese momento y Red Bull no hubiese cerrado ningún acuerdo con ningún proveedor, tirará la toalla y el fabricante con sede en Milton Keynes no estará en la parrilla de la próxima temporada, al considerar que no habría tiempo material para desarrollar un monoplaza en condiciones para tenerlo listo para la pretemporada.

Esta decisión supone aplazar en tres semanas el plazo que el propio Mateschitz dio a finales de septiembre, fijado para el último fin de semana de octubre. «Extiendo el plazo para tres semanas más«, confirmó.

Por otro lado, el multimillonario austríaco se ha lamentado de la situación que están atravesando su equipo y ha achacado al miedo de sus rivales más directos (en especial Ferrari y Mercedes), y ha acusado a Ron Dennis de bloquear las negociaciones con Honda, justo cuando más avanzadas estaban.

«La situación es clara, no vamos a conseguir nada de los proveedores existentes porque todos los equipos temen que seamos más rápidos que propias marcas». afirmó el dueño de la firma de bebidas energéticas.

«Red Bull no ha podido comprar motores Mercedes o Ferrari desde su decisión de romper con el proveedor actual de Renault, mientras que las conversaciones con Honda parecen haberse estancado debido al CEO del Grupo McLaren, Ron Dennis, que está en contra de un acuerdo», añadió.

Y es que el acuerdo entre Red Bull y Honda ha estado muy cerca de cerrarse pero, finalmente, las cosas se han enfriado bastante ya que McLaren se ha encargado de dinamitar el acuerdo.

De hecho, las negociaciones estaban tan avanzadas que Christian  Horner avanzó el fin de semana del GP de México el interés de Honda para abastecer a Red Bull, extremo que Yasuhisa Arai, máximo responsable de Honda Motorsports, no sólo no negó sino que confirmó abiertamente.

Sin embargo, la labor en la sombra de Ron Dennis enfrió el asunto, lo que motivó una amarga queja de la cúpula de Red Bull, contestada duramente el domingo pasado por Eric Bouiller, quien afirmó que su equipo «no es una organización benéfica» y que no está en su mano resolver los «problemas creados por Red Bull».

Ahora, la pelota está en el tejado de la firma austríaca, a la que le espera una auténtica carrera contra el crono para tratar de abrir alguna de las muchas puertas que se le han ido cerrando a cal y canto estos últimos meses. La continuidad de Red Bull en el Gran Circo, ahora más que nunca, está en entredicho.