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El Gran Circo está de luto con el fallecimiento de una pionera como lo fue la italiana María Teresa de Filippis, a la edad de 89 años, la primera mujer en disputar un Gran Premio de Fórmula 1.

La historia de esta brava napolitana es cuando menos divertida. De Filippis se inició en el mundo del automovilismo a los 22 años, a raíz de una apuesta con sus hermanos, que decían que no sería nunca lo suficientemente rápida como para competir con hombres.
Lejos de arredrarse, De Filippis ganó su primera carrera con un Fiat 500, en concreto una pequeña prueba de 10 kilómetros disputada entre las localidades de Salerno y Cava de Tirreni.
A partir de ahí, su ambición por correr en Fórmula 1 fue aumentando a medida que iba logrando pequeños triunfos en Italia en disciplinas como el Hillclimbing o la Resistencia durante los primeros años 50.
Su potencial le permitió lograr un histórico contrato como piloto de trabajo para Maserati. Precisamente de la mano del fabricante italiano llegó su más importante resultado, al finalizar en segundo lugar en el GP de Nápoles de 1956 a bordo de un Maserati 200S
Su debut en la Fórmula 1, un camino lleno de obstáculos
La retirada de Maserati como constructor de Fórmula 1 a finales de 1957, con la consecución del campeonato por Juan Manuel Fangio, permitió a muchos pilotos privados la posibilidad de competir en el Mundial de 1958 a bordo de algunos de sus coches.
Una oportunidad que De Filippis no quiso dejar pasar y tras muchos esfuerzos logró inscribirse en el GP de Mónaco de ese mismo año, la segunda carrera de la temporada. Sin embargo, no tuvo demasiada suerte en su debut ya que no pudo calificarse y no pudo tomar la salida.
De Filippis tuvo que esperar hasta el GP de Bélgica, disputado en el mítico Spa-Francorchamps, para volver a subirse a un monoplaza. Aquel 15 de junio de 1958 supuso un hito ya que, por vez primera en la historia, una mujer lograba su sueño de tomar la salida en una carrera de Fórmula 1. Y no lo hizo en absoluto nada mal ya que logró finalizar en 10ª posición, pilotando el Maserati 250F de Juan Manuel Fangio del año anterior.

Curiosamente, y a pesar de su buen papel, María Teresa De Filippis no pudo disputar la siguiente carrera del calendario, el GP de Francia, tras la negativa a ser inscrita por la organización.
De hecho, el único argumento esgrimido por la organización de aquella carrera no fue otro que el machismo imperante en la época, que le llevó a uno de los miembros del comité organizador a decir que «el único casco que una mujer debe usar es el de la peluquería».
Aun así, la piloto transalpina no tiró la toalla y volvió a disfrutar de una nueva oportunidad en el GP de Portugal, la novena prueba del año aunque en esta ocasión las cosas no salieron nada bien. Tras calificar en último lugar de la parrilla, De Filippis tuvo que abandonar a causa de una rotura en el motor de su Maserati.
Lejos de rendirse, la napolitana volvió a intentarlo, en esta ocasión en el GP de Italia, en Monza, donde estuvo a punto de volver a hacer historia. Aunque calificó nuevamente en última posición, logró completar casi toda la carrera hasta que una nueva avería dio al traste con su aventura pero registrando la octava posición final a pesar del abandono.
Esa carrera disputada en casa fue la última que pudo correr en esa temporada ya que no pudo ser de la partida en la última carrera del año, disputada en Marruecos, con la que se echó el cierre al campeonato del año 1958.
En 1959 volvió a intentarlo nuevamente, en esta ocasión con los colores del equipo Behra-Porsche, compartiendo volante con el francés Jean Marie Behra. Sin embargo, las cosas pronto se le torcieron a la piloto napolitana ya que ese año sólo pudo participar en el GP de Mónaco, aunque como el año anterior, no pudo tomar la salida ya que su tiempo le dejó fuera de la calificación.

De Filippis no volvió a correr ninguna carrera más debido al golpe anímico y moral que supuso la trágica muerte de su compañero Behra en el GP de Alemania de ese mismo año. El impacto que ésta muerte le causó fue tal que decidió no sólo dejar la Fórmula 1 sino que abandonó por completo el mundo del Motor, del que se alejó totalmente.
Su vuelta al mundo de la competición se produjo 20 años más tarde, cuando fue nombrada miembro del Club Internacional de Antiguos Pilotos, del que años más tarde llegó a ser presidenta de honor. Asimismo, su nombre estuvo entre los miembros fundadores del Club Maserati.
Una herencia incompleta
A pesar del enorme paso adelante que supuso la irrupción de María Teresa de Filippis en un mundo eminentemente masculino como el de la Fórmula 1, lo cierto es que desde su retirada ninguna mujer volvió a tener presencia en el Gran Circo.
De hecho, hubo que esperar 12 años hasta que otra italiana llamada Lella Lombardi volviese a probar fortuna en la élite. En concreto, la italiana lo intentó sin demasiado éxito entre los años 1974 y 1976 en distintos equipos de bajo nivel.
No obstante, la italiana -tristemente fallecida a causa del cáncer en 1992- también tiene su hueco en la historia de este deporte al convertirse en la primera (y hasta la fecha, única) mujer que ha logrado puntuar en una carrera de Fórmula 1.
Ocurrió en el tristemente famoso GP de España de 1975, disputado en el circuito de Montjuic. En esa ocasión Lombardi finalizó en sexto lugar, sumando apenas medio punto ya que las muertes ocurridas en aquella carrera obligaron a su suspensión cuando sólo se llevaban 29 vueltas disputadas.

Ese año, Lombardi disputó la práctica totalidad del campeonato, y aunque no logró volver a puntuar, lo cierto es que pudo disputar nada menos que 10 de las 16 pruebas de aquel año y finalizó en 21º lugar, lo que le convirtieron en la mujer que más carreras de Fórmula 1 ha disputado.
Con su retirada en 1976, tras disputar apenas tres carreras con un paupérrimo bagaje de dos descalificaciones (GP de Gran Bretaña y Alemania) y un discreto 12º lugar en el GP de Austria, Lombardi dijo adiós a la Fórmula 1.
A partir de ahí, la presencia de la mujer en la Fórmula 1 ha sido meramente testimonial, al menos en lo que a la disputa de carreras oficiales se refiere.
Sólo ha habido tres mujeres pilotos que hayan tenido la oportunidad de disputar un Gran Premio desde entonces. La más prolífica fue la británica Divina Galica, que apenas logró correr en tres Grandes Premios en los dos años que duró su periplo en la Fórmula 1 (1976 y 1978).
Le siguieron la sudafricana Desiré Wilson, que lo intentó en una ocasión en 1980 y la italiana Giovanna Amati, quien disputó sin éxito las tres primeras carreras del Mundial de 1992 ya que quedó eliminada en los entrenamientos de calificación de los Grandes Premios de Sudáfrica, México y Brasil, antes de ser despedida del equipo Brabham.

Desde entonces, la nómina de féminas al volante de monoplazas se puede contar con los dedos de una mano y ninguna de ellas, además, ha tenido la oportunidad de disputar un Gran Premio.
Todo lo más, la escocesa Susie Wolff, recientemente retirada, pudo probar suerte con Williams en la primera sesión de entrenamientos libres en un par de ocasiones (GP de Gran Bretaña y Alemania de 2014) y otras tantas en 2015 (España y Gran Bretaña).
En este sentido, no podemos olvidarnos de la figura de la tristemente desaparecida María de Villota. La piloto madrileña tuvo su oportunidad como piloto de desarrollo del equipo Marussia, al que llegó tras muchos e infructuosos intentos de alcanza la élite.
Desgraciadamente, aquel infausto accidente sufrido en el aeródromo de Duxford durante una jornada de entrenamientos en julio de 2013 no sólo truncó su prometedora carrera en el equipo anglorruso sino que le acabó costando la vida un año más tarde.
Actualmente, y tras el adiós de Wolff al acabar la pasada temporada, sólo queda en activo otra mujer piloto, aunque como en el caso de De Villota o la propia Wolff, sin ningún papel protagonista. Nos referimos a la española Carmen Jordá, quien desembarcó en Lotus como piloto de desarrollo en 2015.
Sin embargo, el futuro de la bella piloto alicantina está en estos momentos en el aire, tras la adquisición del equipo de Enstone por parte de Renault, quien no ha anunciado aún qué pilotos integrarán su plantel definitivo para este año que ahora comienza.