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Lejos de aplacarse, la polémica con el falseamiento de datos por parte de los fabricantes sigue en todo lo alto. Tras el «Dieselgate» y los rumores de un posible caso similar con Renault, nos llega ahora una nueva polémica con el Grupo Fiat Chrysler.
En esta ocasión, la denuncia ha venido nuevamente desde EE.UU. a causa de la denuncia interpuesta por dos concesionarios norteamericanos contra Fiat Chrysler Automobiles, la división estadounidense del gigante italiano.
En dicha denuncia, dos de los concesionarios del consorcio Napleton Automotive Group, un grupo empresarial multimarca que trabaja, entre otras, con las marcas del Grupo Fiat Chrysler, han acusado al fabricante transalpino de incentivar a sus franquicias por medio de pagos económicos a cambio de reportar ventas falsas.
El modus operandi, según la denuncia, era sencillo. El último día del mes, los concesionarios presuntamente elaboraban informes falsos de ventas que eran posteriormente anulados al inicio del día siguiente y antes de ejecutar el pedido a fábrica.
A cambio de la realización de esta conducta, los concesionarios recibían una serie de pagos o «incentivos» por parte del fabricante. En concreto, los denunciantes acusan al Grupo Fiat Chrysler de ofrecerle hasta 20.000 dólares por la falsa matriculación de 40 vehículos, un pago que rechazó.
Sin embargo, los denunciantes afirmaron que otro concesionario, competencia directa de Napleton, sí que accedió a la operación y comunicó 85 ventas falsas a cambio de decenas de miles de dólares.
Esto ha puesto en entredicho los datos de ventas comunicados por el Grupo Fiat Chrysler, que en los últimos tres años ha venido ofreciendo un crecimiento ininterrumpido en sus matriculaciones.
Como no podía ser de otra forma, el grupo italiano ha desmentido rotundamente estas acusaciones en un comunicado diciendo que no tienen fundamento y que confía plenamente en la integridad de sus negocios y en la de sus vendedores.
Por último, el comunicado añade que esta denuncia es fruto de una venganza urdida por estos dos concesionarios, frustrados por no haber cumplido con las obligaciones estipuladas en el contrato que firmaron con el Grupo.
El Cuentakilómetros 