El ex-presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, ha afirmado en una entrevista que el estado de salud de Michael Schumacher es altamente preocupante.

El empresario y actual responsable de la candidatura olímpica de Roma es, sin lugar a dudas, uno de los mejores amigos que el Kaiser conserva de su gloriosa etapa en Ferrari, donde ganó cinco mundiales de forma consecutiva. Motivo por el cual, como él mismo ha confirmado, está en contacto constante con la familia.
Por ello, durante un evento automovilístico celebrado esta semana en Milán que contó con su presencia, Montezemolo fue preguntado por si conocía alguna novedad en el estado de salud de Michael Schumacher, del que poco o nada se sabe desde que regresó a su casa hace ya más de un año.
Un mutismo que data desde hace más de un año y medio. En concreto, desde septiembre de 2014, fecha del último comunicado oficial de la familia y en el que sólo se dijo que el piloto tenía un largo camino por delante.
Así pues, el ex presidente de Ferrari confirmó que continuaba en contacto permanente con la familia y, desgraciadamente, las últimas noticias que había recibido no eran precisamente halagüeñas.
«Michael fue un grandísimo piloto, con el que tuve una larga relación a nivel humano y profesional, tuvimos incluso el placer de tener a nuestros respectivos hijos casi al mismo tiempo. Una larga relación a nivel humano y profesional. Por eso estoy continuamente informado y las noticias que me llegan no son buenas», afirmó Montezemolo.
Asimismo, el directivo transalpino añadió un pensamiento que, seguramente, en más de una ocasión ha pasado por la cabeza de cualquier seguidor del heptacampeón y, en general, de la Fórmula 1.
«La vida es extraña. Fue el piloto más laureado con Ferrari y sólo tuvo un accidente serio a lo largo de su carrera, que fue por nuestra culpa, en 1999. Sin embargo, una caída esquiando ha arruinado su vida», apostilló.
Por último, Montezemolo quiso aprovechar la ocasión para desmentir a aquellos que tacharon de imprudente a Schumacher. «No es cierto que Michael fuese un esquiador peligroso, fuera de pistas siempre fue muy prudente»