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La problemática sobre cómo desarrollar un sistema de protección para las cabezas de los pilotos de Fórmula 1 está en vías de solución tras el acuerdo alcanzado esta semana entre la FIA y una representación de los pilotos del Gran Circo.

En dicha reunión, una delegación de la Federación y los pilotos acordó la adopción del proyecto HALO de Mercedes y su implementación de cara al próximo año en los monoplazas de Fórmula 1.
Se trata de un sistema en el que hay un pequeño arco de seguridad integrado por una barra central vertical, de la que salen otras dos más largas longitudinales, que protegen la cabeza del piloto de posibles impactos directos.
Accidentes mortales prácticamente su totalidad y que, de haber existido algún tipo de elemento de protección, podrían haber evitado la pérdida de vidas humanas o la causación de lesiones graves.
Todos tienen claro que la adopción de este sistema no es ninguna panacea y quee, con casi total seguridad, accidentes como los de Jules Bianchi, Dan Wheldon o Felipe Massa el HALO no habría sido de especial ayuda, dada la virulencia de los impactos o, como en el caso concreto del piloto brasileño, el tamaño del objeto (una pequeña tuerca).
Sin embargo, existe el pleno convencimiento de que otros siniestros como el de María de Villota, Henry Surtees o Justin Wilson, por citar los más conocidos, la existencia de este dispositivo muy probablemente les habría salvado la vida.
El HALO fue probado de forma experimental a finales del pasado año por el británico Anthony Davidson en el simulador de Mercedes y sus resultados, sin ser perfectos en modo alguno, desde luego arrojan una luz de esperanza muy importante para la supervivencia de los pilotos en caso de impactos directos sobre sus cabezas.
El propio Davidson, una vez conocido el acuerdo confesó a Sky Sports sus sensaciones tras haber probado el HALO, siquiera de forma virtual.
«Hice un par de vueltas y a mí no me pareció mal, y tiene mejor visibilidad que una cabina cerrada, con la que también he pilotado. El soporte central supone una distracción leve, pero imagino que te acostumbras igual que con un parabrisas en un coche deportivo. Es increible cómo te adaptas y acostumbras a ellos», afirmó el piloto británico.
Por último, preguntado sobre sus preferencias entre el HALO o el de otros diseños barajados para este proyecto como la cabina tradicional, al estilo de los bólidos de Le Mans, Davidson se mostró más partidario del nuevo sistema de Mercedes:
«La cabina es la más segura, sin duda pero no garantiza mejor visibilidad, y en caso de accidente o vuelco, extraer al piloto sería más complicado. Además la ventilación sería mucho más compleja«, concluyó.