- La FIA publica el calendario definitivo de la Fórmula 1 para la próxima temporada
- El Grupo de Estrategia aprueba nuevos sistema de escape y estudia cambios en los entrenamientos para 2016
En su búsqueda por la búsqueda de un mejor espectáculo en la Fórmula 1, la última reunión del Grupo de Estrategia y la Comisión de la F1, celebrada esta semana en Ginebra, ha acordado implementar un nuevo sistema en la calificación de los sábados.

La decisión, adoptada por unanimidad, tiene como objeto revolucionar los entrenamientos de calificación de los sábados, cada día más descafeinados y previsibles, y devolverles una competitividad desgraciadamente perdida hace ya varias temporadas.
La calificación seguirá conservando su estructura actual, esto es, tres fases diferentes: Q1, Q2 y Q3. La gran novedad radica en que no habrá que esperar a que acabe cada una de ellas para saber qué pilotos serán eliminados sino que los más lentos irán cayendo paulatinamente hasta que sólo queden en pista los dos mejores.
En concreto, la Q1 tendrá una duración de 16 minutos. A los siete minutos de su comienzo arrancará el proceso de descartes. De este modo y en períodos de 90 segundos, el piloto más lento en ese momento quedará eliminado, hasta un total de siete pilotos.
La Q2 dará comienzo con los 15 supervivientes de la fase anterior y durará 15 minutos. Aquí, la criba empezará a los seis minutos y otros siete pilotos, también en tandas de 90 segundos, irán quedando eliminados.
Finalmente, los ocho mejores se darán cita en la Q3. que será más larga que hasta ahora, ya que durará 14 minutos. En esta fase, la pelea comenzará a los cinco minutos del inicio, descartándose pilotos hasta que sólo queden los dos mejores, que lucharán por la pole en apenas 90 segundos.
Ecclestone aplaza su entrada en vigor hasta el GP de España
El Grupo de Estrategia y todos los representantes de los equipos se pusieron de acuerdo rápidamente sobre su estructura y, lo más importante, sobre su entrada en vigor, hasta el punto que se decidió que sería de aplicación para el GP de Australia.

Sin embargo, en una entrevista concedida por Bernie Ecclestone a la BBC, el mandamás de la Fórmula 1, ha afirmado que esta medida no podrá entrar en vigor, como mínimo, hasta la quinta carrera del año, coincidiendo con el GP de España el próximo 15 de mayo.
El motivo, la imposibilidad de tener a punto el software que controla para el inicio de la temporada, previsto para los días 18 a 20 de marzo.
«La gente de mi equipo que se encarga de medir los tiempos me dijo: Mr E, no queremos que se arranque con este sistema porque no creemos que podamos lograr que esté listo correctamente para entonces», afirmó Ecclestone.
«No es tan fácil. Efectivamente, contamos con todos los gráficos para ir en la pantalla pero si vamos a tratar de explicárselo al público adecuadamente, no es tan simple como decir ‘OK, ese tipo era el último, adiós’. No se puede hacer eso, no es tan simple», añadió.
Asimismo, y aun estando de acuerdo en la necesidad de introducir cambios, el Supremo de la Fórmula 1 añadió que el sistema adoptado por el Grupo de Estrategia no era en absoluto el que había pensado para dar más emoción a los entrenamientos de calificación del sábado.
Para Ecclestone, la idea detrás del nuevo formato de calificación venía más por introducir un elemento de incertidumbre o dificultad para los coches más rápidos y competitivos no lo tuviesen tan fácil. Además, considera el británico que habría que ayudar a los coches que califican fuera de posición.
«Lo que he dicho es que si el tipo que está en la pole ganó la última carrera, por ejemplo, tendríamos que adoptar algún tipo de formato que decir al final se inicia 10º. Y el tipo que fue tercero en la última carrera comenzase quizá octavo o algo por el estilo».
«De esta forma, habría una mezcla en la parte de arriba de la parrilla y así algunos de los chicos que no reciben tanta cobertura de TV se podrían ver en la parte delantera», afirmó Ecclestone.
Sin embargo, el veterano directivo confirmó que esta propuesta fue desestimada por los equipos, pensando que esa medida era insuficiente y que habría, pues, que ir más allá en los cambios.
«La gente pensó que si yo empujaba tanto por algo, deberían estar de acuerdo en tener algo todavía más drástico», ironizó.