Helmut Marko ha admitido en una entrevista a la publicación Autosport.com que Red Bull estuvo sopesando de forma muy seria la posibilidad de desarrollar su propio motor.

Helmut Marko confiesa que Red Bull barajó fabricar su propio motor
Helmut Marko confiesa que Red Bull barajó fabricar su propio motor

Fue durante la temporada 2014, cuando tras una etapa triunfal de cuatro años -entre 2010 y 2013- de la mano de Renault, aquel tándem imbatible se rompió en pedazos y comenzó un auténtico via crucis en términos de fiabilidad y potencia.

Al parecer, en Red Bull pronto cayeron en la cuenta de que el propulsor V6 turbo híbrido de Renault no iba a ser competitivo como finalmente así fue. Aun así, aquel año se saldó con tres victorias parciales a cargo de Daniel Ricciardo y la firma de bebidas energéticas salvó la temporada con un digno segundo lugar en el Mundial de Constructores y la tercera plaza final del australiano en el de Pilotos.

Sin embargo, las relaciones con Renault se fueron tensando hasta el punto de romperse definitivamente un año después, por más que éstas se recompusiesen in extremis al final de la pasada temporada, bajo el nombre de TAG Heuer.

Por eso, no es de extrañar que en Red Bull, tal y como ha admitido Marko, a principios de 2014 se planteasen comprar alguna de las empresas de desarrollo de motores austríacas para iniciar su propio proyecto.

«Fue a raíz de los primeros tests de 2014 cuando empezamos a buscar e investigar sobre esto. Algunas compañías estaban haciendo turbo y todas ellas a una hora más o menos de camino entre sí», afirmó Marko.

El directivo austríaco afirmó que la complejidad del desarrollo y, sobre todo, su enorme coste hizo que en Milton Keynes descartasen, de momento, afrontar dicha operación.

«Había suficiente know-how. Sin embargo, los costos y la complejidad de todo el asunto …No estamos hablando de un motor, estamos hablando de una unidad de potencia, que es mucho más complicado y encima todas estas regulaciones del motor«, aseveró el directivo de la firma austríaca.

«Es demasiado caro, es demasiada ingeniería dirigida. Los costos son enormes. Estamos hablando de 250-300 personas sólo para desarrollar un motor de este tipo y no sabemos por cuánto tiempo va a durar este reglamento», añadió.

Pese a todo, este viejo sueño de Red Bull de cerrar el círculo, con un chasis y un motor propios, sigue en pie. Así lo confirmó el propio Marko, quien aseveró estar trabajando ya con varias posibilidades de cara a 2017, dado que su acuerdo con Renault acaba esta temporada.

«Tenemos varias opciones. No vamos a estar sin un motor próximo año», bromeó Marko. «Sí, tenemos opciones pero queremos un motor competitivo, uno que nos permita estar delante, con el que se puedan ganar».

«Todavía hay discusiones para ver qué hacemos el próximo año. De momento, vamos a ver lo que sucede con las regulaciones y veremos cómo se va desarrollando el motor que estamos utilizando esta temporada, que es un TAG Heuer», concluyó.