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En relación con el famoso «Dieselgate», que recordemos tuvo su origen precisamente en EE.UU., el Grupo Volkswagen ha confirmado la existencia de un principio de acuerdo entre su filial estadounidense y el Area de Medio Ambiente de la Justicia norteamericana.

Dicho acuerdo, en el que también estarían implicadas una serie de Agencias del Gobierno de EE.UU. como la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) y la Federal Trade Commission (FTC), será incorporado a los decretos de consentimiento vinculante por el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio en las próximas semanas.
El plan fue informado por el juez Charles R. Breyer, quien preside en San Francisco la audiencia que sustancia la demanda interpuesta ante el fabricante alemán en EE.UU. y contempla varios aspectos importantes.
Por un lado, habrá importantes compensaciones a los propietarios de los vehículos, que podrán elegir entre la recompra del coche, el arreglo del mismo o anular su contrato de alquiler con derecho a compra, en caso de contratos de renting.
Por otro lado, el Grupo Volskwagen destinará una cantidad aún por determinar para la creación de un fondo destinado a financiar medidas de protección medioambiental.
No obstante, este acuerdo será de aplicación para los casi 500.000 propietarios de vehículos de la marca alemana equipados con motores 2.0 TDI.
De los casi 90.000 afectados en motores 3.0 TDI no se ha especificado nada, por lo que el proceso investigador seguirá adelante y todo apunta a que concluirá con una dura sanción sobre el fabricante germano por parte del Departamento de Justicia estadounidense.
Por este motivo, informa la agencia Reuters, que el gigante germano habría decidido aumentar hasta 20.000 millones de euros su provisión (inicialmente prevista en 6.700 millones) para el espinoso asunto del Dieselgate.
Una importante corrección con la que el Grupo Volkswagen buscaría cubrir no sólo el pago de las posibles indemnizaciones a los clientes y la reparación de los vehículos afectados, sino el abono de una cuantiosa sanción administrativa.
Por último, Volkswagen ha dejado bien claro que este acuerdo se circunscribirá única y exclusivamente a territorio estadounidense, fuera del cual no tendrá ningún efecto jurídico alguno.