Lo que son las cosas, cuando hace más o menos un año Red Bull y Renault estaban tirándose los trastos a la cabeza y llegaron incluso a romper relaciones en septiembre de 2015, la imposibilidad de encontrar un nuevo proveedor de motores de garantías de cara a este año para la firma de bebidas energéticas acabó en una reconciliación más o menos forzada entre ambas marcas, aunque disfrazada bajo la etiqueta de la relojera suiza Tag Heuer.

F1 - GERMANY GRAND PRIX 2011
Red Bull a un paso de anunciar su renovación con Renault para los próximos dos años

Sin embargo, esa relación más de conveniencia que de otra cosa entre Red Bull y Renault, marcada además por una fecha de finalización incialmente bien concreta, como era diciembre de 2016, lejos de enfriarse se ha reactivado y ahora vive una segunda juventud.

Según informa la división italiana del portal Motorsport.com, el acuerdo entre la escudería con sede en Milton Keynes y la marca francesa del Rombo no sólo funciona a plena satisfacción sino que incluso va más allá. Es más, el rendimiento del motor Renault de este año, está siendo absolutamente sorprendente y ha convertido a Red Bull en uno de los principales animadores de este primer tercio de temporada.

De hecho, ambas compañías habrían negociado la prórroga de su colaboración y el acuerdo sería total, a falta únicamente de unos pequeños flecos que han imposibilitado su oficialización incluso para este GP de España, pero que en todo caso sería inminente.

La renovación del contrato de suministro de motores por parte de Renault sería por dos años más, renovables, y llevaría aparejada la vuelta de su equipo «satélite», Toro Rosso -actualmente motorizada por Ferrari con una evolución del propulsor de 2015-  al seno de la marca gala.

De hecho, la inminencia del acuerdo es tal que desde Renault han redoblado el esfuerzo en la evolución de su unidad de potencia, hasta el punto que en los próximos entrenamientos de temporada, que se disputarán esta semana en Montmeló, los dos Red Bull probarán una versión muy próxima al motor que, en teoría, montarán en Canadá el próximo mes de junio.

Con este anuncio, Red Bull busca la estabilidad perdida tras el calvario vivido en los últimos meses de 2015 y evitar retrasos indeseados en el desarrollo del monoplaza para 2017, un año decisivo para el futuro de la Fórmula 1.