El GP de Alemania nos ha dejado una nueva victoria de Lewis Hamilton que puede suponer un antes y un después en el devenir del campeonato. No sólo porque ha abierto una brecha aún mayor de puntos con respecto a Nico Rosberg sino por el golpe moral que sobre éste ha supuesto este triunfo.

Lewis Hamilton, presidiendo el podium de Hockenheim
Lewis Hamilton, presidiendo el podium de Hockenheim

El piloto alemán ha sido triturado en su propia casa, desplazado hasta la cuarta posición, sancionado y su pole del sábado, obtenida de forma brillante, absolutamente desaprovechada e inútil.

Y como dice el refrán, «a río revuelto, ganancia de pescadores», los Red Bull fueron los que mejor aprovecharon el lío en la pista entre los dos Mercedes y se colaron en las dos posiciones del pódium, acompañando al británico.

Daniel Ricciardo, que hizo un auténtico carrerón, después de una salida absolutamente espectacular, logró encabezar el doblete de la escudería austríaca, acompañado de un Max Verstappen estelar, que una vez más volvió a dar la talla.

Por último, no quería dejarme en el tintero el cada vez más evidente malestar de Sebastian Vettel con Ferrari. Tras un fin de semana quejándose de los escasos progresos del SF16-H en estas últimas carreras, el alemán se permitió el lujo de desoír  las órdenes del equipo, conminándole a entrar en boxes a realizar su segundo pitstop.

Vettel, visiblemente contrariado, se negó hasta por dos veces a llevar su monoplaza al box de Ferrari porque, según él (y visto lo visto, con bastante razón) los neumáticos superblandos aún daban suficiente juego y no era el momento, a juicio del alemán, para realizar su sustitución.

Finalmente, el tetracampeón logró su propósito y entró varias vueltas más tarde a realizar su cambio de ruedas y afrontó el último stint en situación ventajosa, llegando incluso a amenazar, aunque tímidamente, la posición de Rosberg, teniendo que conformarse finalmente con la quinta plaza.

Día para olvidar para los españoles

Aunque las cosas no pintaban nada bien para Carlos Sáinz, que partía desde la 15ª posición, tras sufrir una penalización de tres puestos, por considerar que estorbó a Felipe Massa en la Q1, Fernando Alonso partía con muchas opciones de puntuar.

Sin embargo, las cosas fueron mucho peor de lo esperado. Sáinz, estuvo sin ritmo y aunque lo intentó, un mal pitstop y una aún peor carrera le dejaron muy lejos de la zona de puntos, de la que salvo unos instantes al inicio de la prueba, nunca estuvo cerca.

Más duro fue lo vivido por Fernando Alonso. A pesar de una buena salida y estar rodando junto a su compañero Jenson Button, con el que mantuvo un precioso duelo fratricida por los puntos, el McLaren se vino abajo en las últimas vueltas y acabó perdiendo la 10ª plaza ante el empuje de Sergio «Checo» Pérez en la penúltima vuelta.

GP-Alemania-Alonso
Fernando Alonso, de nuevo fuera de los puntos

Al parecer, el mapeo del motor, en modo ahorro de combustible, tuvo la culpa de la progresiva pérdida de punch de su unidad de potencia, lo que provocó que en apenas unas vueltas, Alonso viese recortada una sustanciosa diferencia con el mexicano y perdiese un punto que tenía prácticamente en la buchaca.

El cabreo del asturiano con el equipo es de tal calibre que ya ni siquiera lo oculta. De hecho, mandó un mensaje a modo de dardo envenenado a su box a través de la radio que, a buen seguro, debió escocer bastante.

Se produjo en la vuelta 23, es decir, mucho antes de que ocurriese lo que finalmente ocurrió. Pero lo cierto es que el piloto español fue bastante premonitorio de lo que acabó sucediendo.

En concreto, Alonso fue felicitado por radio por adelantar al Haas del mexicano Esteban Gutiérrez en su lucha por la 10ª posición. Sin embargo, el asturiano les replicó con un duro mensaje, indicando que aunque él había ganado una posición en la pista, la perdería luego sin duda en los boxes. Desgraciadamente, tuvo bastante razón y se quedó con la miel en los labios.

Análisis de la carrera

La carrera tuvo una salida fabulosa y una de las más espectaculares de este año. Mientras que el poleman, Nico Rosberg, se quedaba clavado como una estaca, los dos Red Bull y Lewis Hamilton protagonizaron un arranque fulgurante, con los tres monoplazas prácticamente en paralelo hasta la primera curva.

Nico Rosberg, sufriendo en la salida
Nico Rosberg, sufriendo en la salida

Aunque Ricciardo,  por el exterior, estuvo más valiente y apuró al máximo la frenada, Lewis Hamilton fue más listo y se puso en cabeza por el interior, mientras que los dos Red Bull tenían que luchar contra Nico Rosberg por un puesto en el podium.

A partir de ese momento comenzó el habitual soliloquio de Lewis Hamilton, que empezó a poner tierra de por medio, mientras que por detrás, Daniel Ricciardo y Max Verstappen lograban mantener a raya a un desconcertado Nico Rosberg, que no podía con los Red Bull.

Por detrás, hubo una bonita pelea entre los dos Ferrari, comandada por Vettel que rápidamente perdió comba con el cuarteto de arriba, mientras que Alonso y Sáinz luchaban a brazo partido con Felipe Massa, que se quejaba de un golpe con Jolyon Palmer en la salida, por un puesto en la zona de puntos.

A partir de la vuelta 12 comenzó el baile en boxes, con un interesante y arriesgado juego de estrategias, protagonizado por Red Bull con el fin de sorprender a Mercedes, aunque bien respondido por éstos.

Así pues, mientras que Ricciardo montaba los neumáticos blandos con el fin de atacar a Hamilton, Verstappen optó por montar los superblandos para defenderse de Rosberg. Sin embargo, dicha estrategia fue rápidamente replicada por los dos Mercedes apenas una vuelta después, sin que tuviese demasiados frutos.

Una vez normalizadas las cosas, el segundo tercio de carrera continuó sin apenas cambios. Lewis Hamilton seguía en cabeza aunque sin lograr despegarse demasiado del Red Bull de Ricciardo, mientras que Max Verstappen seguía manteniendo a raya a Nico Rosberg, que no podía con el Red Bull del holandés.

Sin embargo, fue a partir de la vuelta 29 cuando las cosas empezaron a cambiar sustancialmente, especialmente para Nico Rosberg. Tras el segundo pitstop de Verstappen, el holandés se reincorporó a pista justo delante del alemán, pero éste venía con más ritmo y con los neumáticos calientes, protagonizando el momento polémico del día.

En la llegada a la Horquilla, Rosberg atacó por el interior a Verstappen de forma ciertamente irregular ya que, una vez dentro de la curva, en vez de girar el volante, Rosberg prolongó la trayectoria recta de su coche, cerrándole todo espacio al Red Bull.

Esto obligó al holandés a tener que salirse literalmente fuera de la pista, perdiendo la posición y el rebufo del Mercedes y provocó la queja inmediata de su equipo.

La maniobra, muy similar a la que protagonizó el propio Rosberg con Hamilton en Austria, le volvió a salir mal al piloto alemán, ya que fue sancionada con cinco segundos de penalización, que cumplió en su última parada en la vuelta 45, despidiéndose de toda opción de podium.

A partir de ahí la carrera fue una auténtica balsa de aceite para prácticamente todos los pilotos en pista ya que las distancias que había entre unos y otros era casi insalvable.

Sólo Ricciardo trató de hacer algo diferente, en un último intento de asalto al líder merced a una frenética lucha contra el crono. A ritmo de casi un segundo por vuelta sobre Hamilton, empujó a tope en las últimas vueltas hasta que la diferencia entre ambos se estabilizó en torno a los seis segundos.

Excelente pódium de Daniel Ricciardo en su 100ª carrera en F1
Excelente pódium de Daniel Ricciardo en su 100ª carrera en F1

A partir de ahí, el australiano dobló la rodilla y aceptó que Hamilton era inalcanzable y que lo mejor era asegurar su segunda plaza, habida cuenta además que Verstappen vivía plácidamente, manteniendo lejos de sus dominios a Rosberg y a Vettel.

La nota curiosa se produjo cuando a falta de seis vueltas para el final comenzó a asomar la lluvia sobre Hockenheim, lo que hizo saltar todas las alarmas en los equipos.

Sin embargo, la cantidad de agua recogida fue insuficiente como para provocar sorpresas y, salvo algunas zonas del circuito como la de boxes, donde se recogieron algunas gotas, no dio lugar a nada más.

Eso sí, entretanto Alonso entregaba la cuchara ante Pérez mientras que Button le arrancaba las pegatinas a un apagado Valtteri Bottas en el último suspiro de la carrera.

Lewis Hamilton se llevó a casa su sexta victoria de la temporada y su cuarto triunfo consecutivo, afrontando el parón veraniego en lo más alto y con la sensación de que su cuarto título Mundial está ahora mucho más cerca.

Williams y Sauber, cuesta abajo y sin frenos

Aunque ya no es noticia, hay que volver a referirse al cada vez más calamitoso estado de Williams, que sigue sin levantar cabeza.

A pesar de que sus dos pilotos lograron meterse de nuevo en la Q3, lo cierto es que su ritmo en carrera y su rendimiento en pista fueron francamente deficientes. En el caso de Felipe Massa, la culpa pudo ser de un impacto sufrido en la salida cuando el Renault de Jolyon Palmer impactó contra la trasera de su Williams.

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Nueva decepción para Felipe Massa y Williams

El brasileño repitió en reiteradas ocasiones que el monoplaza nunca fue el mismo tras el golpe y algo de razón debía tener cuando poco a poco fue perdiendo ritmo y tras luchar por los puntos, y como le pasó en Hungría, acabó peleando con los Manor y los Sauber.

A diferencia de entonces, desde el box de Williams decidieron que no había lugar para más y retiraron al coche en la vuelta 36.

Por su parte, Valtteri Bottas vivió un auténtico calvario. En ningún momento estuvo cómodo y ni la estrategia ni el rendimiento de sus neumáticos fue el adecuado en ningún momento.

Cómodamente instalado en la octava plaza, parecía que así iba a acabar, salvando el honor de Williams en Alemania. Sin embargo, un desfallecimiento brutal de sus compuestos en el último tercio de carrera posibilitaron que un renacido Jenson Button le adelantase en la última vuelta, desplazándole hasta la novena posición final.

Por último, hay que destacar una vez más la gran carrera de un joven talento que, una vez que logre dar el salto a una escudería más potente, dará bastante de qué hablar. Me refiero a Pascal Wehrlein, que sigue haciendo cosas imposibles con el modesto Manor.

GP-Alemania-Pascal-Wehrlein
Nueva gran carrera de Pascal Wehrlein y Manor

Hoy no sólo ha vuelto a batir a su compañero Rio Haryanto en su lucha particular por el «farolillo rojo». El jovencísimo piloto alemán, tras una inteligente carrera, ha brillado con luz propia al acabar por delante de los dos Sauber y del Renault de Palmer, finalizando cerca del otro Renault de Kevin Magnussen.

Clasificación de carrera y del Mundial

Tras 66 apasionantes vueltas, el GP de Alemania quedó de la siguiente forma:

  1. Lewis Hamilton (Mercedes AMG), en 1h30’44»
  2.  Daniel Ricciardo (Red Bull TAG-Heuer), a 6,9»
  3.  Max Verstappen (Red Bull TAG-Heuer), a 13,4»
  4. Nico Rosberg (Mercedes AMG), a 15,8»
  5. Sebastian Vettel (Ferrari), a 32,0»
  6.  Kimi Raikkönen (Ferrari), a 37,0»
  7.  Nico Hulkenberg (Force India Mercedes), a 1’01»
  8. Jenson Button (McLaren Honda), a 1 vuelta
  9.  Valtteri Bottas (Williams Honda), a 1 vuelta
  10. Sergio Pérez (Force India Mercedes), a 1 vuelta
Lewis Hamilton, festejando su sexto triunfo del año
Lewis Hamilton, festejando su sexto triunfo del año

En lo que respecta a la lucha por el Mundial de Pilotos, la brecha de puntos entre Hamilton y Rosberg se amplía hasta los 19 puntos. Sin embargo, lo doloroso de la derrota de hoy hace presagiar que la frágil moral del alemán vaya a acusar el golpe

No obstante, no hay que olvidar que estamos en el ecuador de la temporada y que, por tanto, quedan aún muchas carreras por disputar. Ahora bien, viendo el rendimiento de los dos pilotos de Mercedes, todo apunta a que el británico, de nuevo martillo en ristre, no va a dejarse arrebatar el liderato del campeonato tan fácilmente como lo ha hecho su compañero.

Por detrás las cosas siguen muy emocionantes, con un Daniel Ricciardo imperial, que sigue en plena forma. El australiano de Red Bull ha abierto hueco entre él y sus más directos perseguidores gracias al segundo puesto de hoy y se postula como tercero en discordia esta temporada.

Ricciardo aventaja ahora en 11 puntos a Kimi Raikkönen y en 13 sobre Sebastian Vettel, que siguen enfrascados en su particular duelo fratricida en Ferrari.

  1. Lewis Hamilton (Mercedes AMG), 217 puntos
  2. Nico Rosberg (Mercedes AMG), 198 puntos
  3. Daniel Ricciardo (Red Bull TAG-Heuer), 133 puntos
  4. Kimi Raikkönen (Ferrari), 122 puntos
  5. Sebastian Vettel (Ferrari), 120 puntos

En lo referente al Mundial de Constructores, nada nuevo bajo el sol en lo que se refiere a Mercedes, que ha puesto un clavo más en la caja qu contiene su cuarto título consecutivo y se distancia aún más de sus directos perseguidores.

Donde ha habido cambios es en el segundo lugar, ya que Red Bull supera ya a Ferrari. La excelente progresión de la escudería de las bebidas energéticas contrasta seriamente con el evidente estancamiento de los de Maranello.

Sebastian Vettel, el mejor de unos cada vez más decepcionantes Ferrari
Sebastian Vettel, el mejor de unos cada vez más decepcionantes Ferrari

La escudería italiana, a pesar de las presiones de su presidente Sergio Marchionne, siguen sin dar con la tecla, por lo que esperan a que este parón en agosto pueda servir les para dar con la tecla y recuperar la competitividad que han perdido desde hace ya varias carreras.

Por último, no hay que perder de vista a Force India. De seguir con su perfil bajo pero constante, unido al pésimo momento de Williams puede acabar desplazando de la cuarta plaza a los de Grove, en lo que sería una auténtica sorpresa. De momento ya les separan sólo 15 puntos.

  1. Mercedes AMG, 415 puntos
  2. Red Bull TAG-Heuer, 256 puntos
  3. Ferrari, 242 puntos
  4. Williams Mercedes, 96 puntos
  5. Force India Mercees, 81 puntos

Con la disputa de la carrera en Alemania, cae el telón por este mes en la Fórmula 1. Llegan las merecidas vacaciones veraniegas para algunos y un momento de máximo esfuerzo para otros, por lo que habrá que esperar hasta finales de agosto para recuperar la competición.

En concreto, los motores volverán a rugir el fin de semana del 26 al 28 de agosto y lo harán en un trazado mítico y lleno de magia como es el tradicional GP de Bélgica, en Spa-Francorchamps.