La DGT ha dado una nueva vuelta de tuerca en lo que al desarrollo e instalación de radares se refiere, en una situación que poco a poco se va tornando insoportable, eso sí, «por nuestra seguridad», como pomposamente dicen las autoridades de Tráfico.

Así pues, ya no es que tengamos aguantar un importante incremento de radares fijos y móviles por nuestras carreteras, un aumento del despliegue de los polémicos radares de tramo o de los poderosos radares aéreos a bordo de los inefables helicópteros Pegasus de la DGT. Ni siquiera es suficiente implantar radares con capacidad de multar a varios vehículos al mismo tiempo y en los dos sentidos de la marcha.
El último grito en radares viene dado por el que la DGT acaba de instalar en la A-49 de Sevilla, a las puertas de la capital hispalense.
Se trata de un dispositivo de tramo, ubicado entre los kilómetros 4,2 y 2,7 de la citada vía, que no sólo cumple su función, «cazando» a aquellos conductores que excedan de la velocidad permitida sino que, para escarnio del infractor, publica la matrícula de su coche en un panel luminoso situado en la misma carretera.
Este nuevo radar tiene la peculiaridad que, en el momento que detecta que un vehículo ha superado la velocidad permitida en ese tramo de la A-49 -que es de 80 kms/h- este panel, situado en el kilómetro 0,5 de dicha vía muestra su matrícula junto a un dibujo de la señal con la velocidad obligatoria y el mensaje de «Modere su velocidad».
De momento y, según ha informado el Delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanza, este sistema sólo tendrá una función meramente informativa y, por tanto, no acarraerá sanción..Pero todo se andará…