El piloto canadiense Lance Stroll ha dado un paso de gigante en sus aspiraciones para hacerse un hueco en la parrilla de 2017 como posible sustituto de Felipe Massa en Williams, equipo en el que milita como piloto de desarrollo desde el pasado año.
Su magnífica temporada en la Fórmula 3 Europea le ha garantizado el número de puntos necesarios para acceder de forma directa a la Superlicencia de la FIA, imprescindible para poder pilotar en la Fórmula 1.
Este fin de semana firmó una victoria y un segundo puesto en las carreras del sábado y del domingo en Nürburgring, que le han asegurado matemáticamente la tercera plaza del campeonato eruopeo.
Precisamente, una de las formas de conseguir la Superlicencia de forma directa es mediante la consecución de 40 puntos. 12 ya los obtuvo en 2014 al ganar el campeonato italiano de la Fórmula 4 de esa temporada.
En 2015 atesoró ocho puntos más provenientes de su quinto puesto en la Fórmula 3 Europea que, unidos a los 20 puntos que la tercera plaza que ha conseguido de forma matemática esta temporada en la misma categoría, le darían de sobra para lograr la ansiada Superlicencia.
Ahora, toda vez que se confirme de manera oficial la obtención de la preciada licencia de la FIA, su nombre cobrará más fuerza en las quinielas para ocupar uno de los pocos volantes que aún quedan por ocupar en la parrilla para la próxima temporada..
En especial en el seno de Williams, que le mantiene en un discreto segundo plano pero plenamente sabedores de su enorme talento, que unido a su insultante juventud -apenas 17 años- le pueden convertir en el nuevo Max Verstappen.
El Cuentakilómetros 