El italiano Alex Zanardi ha vuelto a hacer historia al lograr su cuarta medalla olímpica, segunda consecutiva, en la prueba de ciclismo adaptado en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro.

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Alex Zanardi, emocionado al recibir la medalla de oro de ciclismo en Río de Janeiro

Esta noticia que, a simple vista, no debería tener cabida al menos en este blog, tiene mucha más trascendencia precisamente porque la historia de su protagonista siempre estará vinculada al mundo del Motor.

Una gran carrera, truncada a los 25 años

Para quien no lo sepa, Alex Zanardi era un prometedor piloto italiano que militó en la Fórmula 1 en dos etapas y distintos equipos (Minardi, Jordan y Williams entre 1991 y 1995 y en 1999) así como en la CART estadounidense, de la que llegó a proclamarse campeón en dos ocasiones (1997 y 1998).

Sin embargo, su excelente carrera como piloto quedó truncada de raíz a los 25 años cuando un 15 de septiembre de 2001, en un horrendo accidente sufrido en el circuito alemán EuroSpeedway Lausitz, estuvo a punto de perder la vida sobre el asfalto.

Cuando lideraba la carrera, a falta de 12 vueltas para el final, al salir de su último pitstop, Zanardi perdía el control de su monoplaza siendo embestido salvajemente a más de 300 kms/h por el canadiense Alex Tagliani, destrozando por completo la parte delantera del coche de Zanardi.

Aquel accidente pudo ser fatal. Las crónicas cuentan que el piloto transalpino llegó al hospital prácticamente desangrado -había perdido dos tercios de su torrente sanguíneo- y con apenas un hilo de vida. Aun así, los médicos lograron evitar su muerte pero Zanardi perdió ambas piernas, amputadas a la altura de las rodillas.

Aunque aquel día el mundo del Motor había perdido a un grandísimo piloto, pero el mundo vio nacer a un verdadero titán cuyo ejemplo de vida desde ese momento ha inspirado a millones de personas que, por una causa u otra, han quedado impedidas.

Su vuelta al Automovilismo, todo un ejemplo a seguir

Así pues, y lejos de tirar la toalla y quedarse en un rincón maldiciendo su suerte, Zanardi optó por seguir luchando por su gran sueño. Esa lucha trascendió mucho más del mundo del Motor y su vida comenzó a girar en torno al mundo del Deporte.

En primer lugar, y tras casi dos dolorosos e interminables años de dura rehabilitación (física pero también psicológica) asombró al mundo volviendo a subirse a un coche de carreras y tomar parte de una competición oficial.

Fue en 2003, cuando disputó el Campeonato Europeo de Turismos a bordo de un BMW Serie 3, especialmente preparado para él. Ese año no cosechó ninguna victoria, al menos de forma oficial, pero su ejemplo de superación fue de por sí ya el más importante de los triunfos.

Alex Zanardi volvió a correr con BMW
Alex Zanardi volvió a correr con BMW

A pesar de la ausencia de resultados positivos esa temporada, Zanardi siguió en la brecha y en 2004 fichó por el equipo oficial BMW del citado Campeonato Europeo de Turismos aunque tampoco logró ninguna victoria.

Tuvo que esperar un año más y en 2005 comenzó a hacer historia al lograr una victoria parcial, la primera de un piloto discapacitado en un campeonato oficial de Motor.

A esa victoria le siguieron otras tres más, además de seis pódiums en los tres años más que estuvo en activo, hasta que a finales de 2008 conoció que BMW prescindía de sus servicios para la siguiente temporada.

Y como muestra de su ejemplaridad y valentía un pequeño detalle. Ocurrió en 2013, de nuevo en el EuroSpeedway Lausitz y a bordo del mismo monoplaza con el que sufrió aquel desgraciado accidente. El italiano logró completar las 12 vueltas que le quedaron por disputar de aquella carrera, ante un público emocionado que ovacionó en pie al italiano.

Un día en el que, dicho sea de paso, Zanardi llegó a rodar a 311 kms/h, un récord absoluto para un piloto con discapacidad

Una nueva etapa en su vida: El ciclismo adaptado

Aquella noticia no supuso sino un aldabonazo en la vida de Zanardi. Con 42 años ya y después de aquella muestra de superación, el piloto transalpino no sólo no se retiró sino que centró su vida en el mundo del Deporte para discapacitados, en concreto, en el ciclismo adaptado, modalidad que empezó a practicar en 2007.

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Alex Zanardi durante la competición de ciclismo adaptado en Rio de Janeiro

En 2012 culminó su gran sueño y logró dos oros olímpicos en las Paralimpiadas de Londres, una en la modalidad de contrarreloj individual y la segunda en la prueba de ciclismo en ruta.

Aun así, y pese a haber saboreado la gloria olímpica, y de lograr un año después la gran hazaña de ser el primer discapacitado en acabar un Ironman, la prueba atlética más dura del mundo, Zanardi siguió entrenando, con la vista puesta en los Juegos Paralímpicos de Río de este año.

Allí, a pesar de su edad -nada menos que 49 años- el deportista italiano ha vuelto a hacer historia.

Zanardi se ha vuelto a subir al cajón olímpico de nuevo por dos ocasiones. Una de oro, lograda a principios de semana de nuevo en la modalidad de contrarreloj individual y otra, la en esta ocasión de plata, en la modalidad de ruta.

Se cierra un círculo. Adiós al deportista, bienvenida la leyenda

Precisamente, la segunda y última medalla de Zanardi se ha logrado un 15 de septiembre. Quizás la casualidad o tal vez el destino han querido que el italiano pueda cerrar un círculo que el azar se encargó de abrir otro 15 de septiembre -pero 15 años antes- en Alemania, cambiando para siempre la vida del piloto italiano.

Un accidente que si bien truncó su carrera en el Motor le permitió al mundo descubrir todo un ejemplo de superación y una fuente de inspiración para todos nosotros.

Tal vez por eso no son de extrañar sus primeras declaraciones, realizadas nada más cruzar la meta tras lograr su segunda presea, que revelan la enorme talla moral de este superhombre y su capacidad de lucha contra el sufrimiento y la adversidad:

«Normalmente no le doy las gracias a Dios por este tipo de cosas porque creo que Dios tiene cosas más importantes de que preocuparse, pero hoy fue demasiado y tuve que levantar mis ojos y agradecérselo. Me siento muy afortunado, siento que mi vida es un privilegio que nunca se acaba».

«Incluso mi accidente, todo lo que me ocurrió, se convirtió en la gran oportunidad de mi vida. Todo lo que estoy haciendo hoy está relacionado con mi nueva condición», añadió un emocionado Zanardi.

«En aquel momento me preguntaron si algún día me volvería a subir a un coche de carreras cuando lo más importante para mí era poder ir al baño para hacer pis por mí mismo, pero eso no lo podía hacer».

«Cuando te encuentras en ciertas situaciones tienes que identificar dónde quieres ir y concentrarte en lo que puedes lograr ese día. Sea que se trate de algo pequeño o de algo grande, paso a paso, puedes hacer que la cosas pasen», concluyó.

Precisamente esta nueva gesta de Zanardi ha calado hondo en el corazón de muchos deportistas de élite y pilotos de Fórmula 1 como Jenson Button o la propia FIA, quienes le felicitaron efusivamente a través de sus cuentas de Twitter.

Vaya desde aquí nuestro más profundo reconocimiento personal y profesional a Alex Zanardi, el espejo en el que todos, discapacitados o no, deberíamos mirarnos a la hora de afrontar nuestros problemas.