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La siempre atractiva carrera nocturna en Singapur nos dejó una de las carreras más divertidas, emocionantes y con más alternativas que se recuerdan y, por qué no decirla, la mejor y más trabajada victoria de Nico Rosberg en sus 200 carreras en la élite.

Como si el piloto de Mercedes hubiese querido homenajearse a sí mismo en tan señalada efemérides, Rosberg no pudo elegir un marco mejor ni una carrera más intensa para ganar.
Dominando de principio a fin, el alemán se sobrepuso a toda clase de imponderables para llevarse un triunfo logrado a base de coraje y sudor, con un final de infarto, apenas a unas décimas sobre Daniel Ricciardo.
El australiano, merced a una arriesgada pero por lo que se pudo ver, bastante efectiva, estrategia de ir a una parada más que en Mercedes, puso en serios aprietos la victoria de Rosberg, firmando una excelente carrera que estuvo a punto de llevarle a lo más alto del cajón.
Así pues, cuando todo apuntaba a un nuevo monólogo de Nico Rosberg, que había logrado sobreponerse a un grave problema de sobrecalentamiento en sus frenos delanteros y llevar a cabo una inteligente gestión de sus neumáticos, desde el box de Red Bull decidieron poner patas arriba la carrera.
A falta de 13 vueltas, y cuando Ricciardo rodaba a casi 30 segundos del alemán, los estrategas de Red Bull estuvieron a punto de hacer saltar la banca. Un pitstop inesperado y una remontada salvaje, aprovechando el desgaste en los compuestos del Mercedes de Rosberg, pusieron en riesgo la carrera del alemán.
De hecho, apenas un ligero fallo de cálculo en el box del equipo austríaco dio al traste con la victoria. A un ritmo de casi tres segundos por vuelta superior al de Rosberg, los estrategas de Red Bull calcularon que a falta de cuatro vueltas, Ricciardo daría caza al Mercedes
Sin embargo, los doblados jugaron un papel decisivo a favor de Rosberg y los cálculos fallaron en tres vueltas ya que fue en el último giro cuando el australiano llegó hasta el coche del germano. Desgraciadamente para Ricciardo, no tuvo tiempo para rebasarle y Rosberg cruzó la línea de meta a algo menos de medio segundo del Red Bull, firmando su octavo triunfo del año.
En tercer lugar llegó un cariacontecido Lewis Hamilton. El británico puede darse con un canto en los dientes porque, de no mediar un gravísimo error de estrategia en Ferrari, ni siquiera habría subido al cajón.
Hamilton estuvo muy gris durante todo el fin de semana. Superado en todas las facetas durante todo el fin de semana, el actual campeón del mundo también se vio afectado por el problema de sobrecalentamiento de frenos que sufrió su compañero y lo pasó francamente mal.
De hecho, Kimi Raikkönen dio buena cuenta de él en pista y rodó por delante durante un buen tramo de la carrera. Sin embargo en el box de Ferrari entraron en pánico cuando Hamilton, absolutamente desesperado y tras pedir ayuda por radio al equipo en repetidas ocasiones, a falta de 15 vueltas para el final fue llamado a boxes para una última parada, .
A pesar de que Raikkönen estaba marcando un buen ritmo y, lo más importante, tenía margen más que de sobra para haber resistido con su último juego de compuestos, las mentes pensantes de Maranello decidieron copiar la estrategia de Mercedes y, apenas una vuelta más tarde, metieron al finlandés en boxes.
Aunque el pitstop fue rápido, Raikkönen que ni siquiera tuvo la oportunidad de rodar al menos una o dos vueltas más para ver la diferencia de ritmo con Hamilton, volvió a pista por detrás del británico, perdiendo toda posibilidad de lograr la tercera plaza. De hecho, y a aunque el finlandés lo intentó todo, el ritmo más rápido del inglés se acabó imponiendo y dejó al piloto de Ferrari compuesto y sin novia.
Españoles en carrera
La carrera volvió a dar una de cal y otra de arena para nuestros pilotos. El más afortunado fue Fernando Alonso, quien firmó una meritoria carrera que le permitió volver a puntuar.

Tras una gran salida, en la que logró ganar cuatro puestos, estuvo rodando en quinto lugar, en tierra de nadie, durante gran parte de la carrera, con unos tiempos francamente interesantes.
Finalmente, tuvo que entregar la cuchara ante el empuje de un desatado Sebastian Vettel y de Max Verstappen. El asturaino acabó en una tranquila séptima plaza, que cumple de sobra con los objetivos marcados por McLaren antes de empezar la carrera.
Quien no tuvo tanta suerte fue Carlos Sáinz. Se las prometía muy felices el madrileño tras un sábado maravilloso, en una no menos maravillosa calificación, que le dejó en el sexto lugar de la parrilla.
Sin embargo, nada más darse la salida, un toque con Nico Hulkenberg dio al traste con su carrera. No tanto por los daños sufridos, ya que fue el alemán quien se llevó la peor parte, sino porque además de hacerle caer en la clasificación debido al accidente, fue objeto de investigación por los comisarios.
Aunque los comisarios decidieron que lo ocurrido con Hulkenberg no pasaba de ser un incidente de carrera, Sáinz recibió una bandera negra y naranja, que le obligó a pasar necesariamente por boxes. El motivo fue que, debido al toque con el Force India, un deflector lateral se había partido y estaba literalmente colgando, lo que a juicio de las autoridades del circuito suponía un riesgo para el resto de los pilotos y debía ser eliminado.

Este hecho obligó a Sáinz a adelantar su parada en boxes con apenas ocho vueltas disputadas y, aprovechando que sus mecánicos cortaron la pieza en cuestión, decidió cambiar por vez primera sus gomas.
A partir de ese momento cayó en una especie de «agujero negro», en una zona llena de tráfico y aunque lo intentó, se encontró atrapado y sin ritmo. Entre otras cosas porque su Toro Rosso se quedó sin potencia y al final, tras un marasmo de pitstops y adelantamientos, acabó hundido en la 15ª posición, doblado por los primeros y, lo que es peor, muy lejos de los puntos.
La gran remontada de Vettel y los puntos de Checo Pérez
En primer lugar, no quería dejar pasar la oportunidad de mencionar de forma muy destacada la gran carrera de Nico Rosberg. No sólo por la merecidísima victoria tras su encarnizada lucha con Ricciardo.
Si hay algo por lo que quiero reseñar la figura del alemán es precisamente por el enorme despliegue, tanto físico como sobre todo mental, del que hizo gala durante la prueba.
Y es que no podemos olvidar que al alemán se le ha dado fuerte y flojo en esta casa precisamente por su facilidad para doblar la rodilla ante la presión, lo que le ha costado no sólo alguna carrera sino incluso algún campeonato.

Sin embargo hoy ha estado superlativo. Primero, gestionando de maravilla un momento crítico para él, cuando los frenos delanteros estuvieron comprometidos y tuvo que bajar el ritmo. En segundo lugar, gestionando de forma magistral su diferencia con Ricciardo, cuando éste se le echaba encima en las últimas vueltas.
Así pues, pilotando con la precisión de un cirujano, sin cometer un solo error, el piloto alemán supo sacar el máximo a su monoplaza, sin perder en un momento la calma y dando el máximo siempre en cada momento. Bien por Rosberg, que mereció el triunfo como pocas veces en su carrera.
Ahora bien, a mi modo de ver hay dos figuras que, además de Rosberg y Ricciardo, brillaron con luz propia durante toda la carrera y que lograron grandes resultados. Sobre todo, habida cuenta desde dónde salieron y viendo cómo acabaron.
Me refiero, como no puede ser de otra forma, a Sebastian Vettel y a Sergio «Checo» Pérez.
En el caso del piloto de Ferrari, las cosas no pudieron ir a peor ese fin de semana. Una rotura en la barra estabilizadora trasera de su monoplaza nada más empezar la Q1 le dejó fuera de combate, relegado al último lugar de la parrilla de salida.
A partir de ahí, y con una estrategia valiente de ir tan solo a dos paradas, Vettel exprimió a fondo su Ferrari en un circuito como es el de Marina Bay, donde adelantar es tan sumamente complicado.
Aun así, con paciencia y unas buenas dosis de arrojo (memorable su adelantamiento casi simultáneo a Kvyat y Magnussen) el alemán logró ir ganando posición a posición hasta llegar a la quinta plaza. La máxima posición a la que podría aspirar, máxime cuando no tuvo la suerte de cara, en forma de Safety Car en el momento adecuado.

Por su parte, Sergio Pérez también hizo un auténtico carrerón y fue otro de los que marcaron una gran remontada. En un circuito poco propicio para el motor Mercedes de su Force India, tuvo una mala jornada de calificación, quedando fuera de la Q3 y siendo claramente superado por su compañero Nico Hulkenberg.
A eso hubo que añadirle una sanción de cinco puestos adicionales en parrilla al considerar los comisarios que adelantó con banderas amarillas, lo que le relegó a la 18ª plaza en la salida.
Lejos de tirar la toalla, Pérez se volvió a mostrar como uno de los pilotos que mejor trato dispensa y un máximo rendimiento logra sacar a sus compuestos y aguantó casi 30 vueltas con su primer juego.
Eso le permitió estirar sus dos paradas al máximo y unido a un gran ritmo en carrera, firmó un digno octavo puesto final, salvando el honor de Force India en un apretado final con un renacido Daniil Kvyat.
En este sentido, sólo decir que el ruso firmó su mejor carrera del año (si quitamos el GP de Rusia, aún con Red Bull y en el que subió al pódium) y, desde luego, la mejor con diferencia desde su «destierro» a Toro Rosso.
Su defensa numantina ante los ataques de su ex-compañero Max Verstappen y la lección de pilotaje que desplegó durante gran parte de la carrera le hizo acreedor a sus primeros puntos con los de Faenza.
Mala noche para Ferrari y Max Verstappen
Aunque el cuarto y quinto puestos de Kimi Raikkönen y Sebastian Vettel podrían dar la sensación de que Ferrari estuvo en la pomada, lo cierto es que viendo cómo fue la carrera, lo cierto es que los de Maranello se van de Singapur como los grandes derrotados del día.

Nadie en el box de Ferrari ha sido capaz de hacer entender qué pasó por sus cabezas para cometer el inexplicable error llevado a cabo en Marina Bay que les costó la tercera plaza. Después de que Kimi Raikkönen había hecho lo más difícil que era llegar hasta Lewis Hamilton y adelantarle, regalaron la tercera plaza en un pitstop absurdo e innecesario, fruto de la improvisación.
Y es que, por mucho ritmo que pudiese alcanzar Hamilton con un juego de ruedas nuevas, a falta de tan solo 15 vueltas y con casi 30 segundos de ventaja, hubiese resultado casi imposible que el británico hubiese dado alcance al finlandés.
Entre otras cosas porque las telemetrías estaban indicando que, a pesar de llevar 12 vueltas con el juego de compuestos blandos, Raikkönen estaba manteniendo a raya a Hamilton y no parecía peligrar la tercera plaza.
Sin embargo, los estrategas de Ferrari decidieron protegerse del undercut de Mercedes y decidieron llamar a capítulo a Kimi Raikkönen. Pero calcularon mal. El pitlane de Marina Bay es muy largo y se pierden entre 28 y 30 segundos en cada parada.
Un tiempo más que suficiente para que Hamilton tirase como un demonio y enjugase la diferencia que le separaba de su rival, pasando por delante de Raikkönen cuando éste se reincorporó a la pista, sin que ya tuviese más opciones para darle alcance, perdiendo un pódium que habían tenido en sus manos.
Por su parte, Max Verstappen volvió a defraudar. Sorprende el paulatino desfondamiento que el jovencísimo piloto holandés está experimentando estas últimas carreras. De nuevo una pésima salida le lastró, quedando fuera de la lucha por las primeras plazas a las primeras de cambio.

Es más, se puede considerar afortunado porque el monoplaza de Nico Hulkenberg se le cruzó a escasos centímetros cuando, sin control, iba camino del muro. Luego se las tuvo tiesas con Daniil Kvyat durante dos fases distintas de la carrera y en ambas acabó hincando la rodilla ante el ruso.
Afortunadamente para él, su último stint fue el mejor y pudo remontar al menos para superar a Fernando Alonso y firmar la sexta posición final, aunque lejos de Vettel y más aún de su compañero Ricciardo.
Da la sensación que la presión de estar ya en la élite ha sido superior a lo esperado y ha comenzado a pasarle factura al joven holandés, pero desde luego su actuación ha vuelto a defraudar.
Clasificación de carrera y del Mundial
Las 61 apasionantes vueltas al circuito urbano de Marina Bay nos dejaron la siguiente clasificación final:
- Nico Rosberg (Mercedes AMG), 1h 55’950»
- Daniel Ricciardo (Red Bull TAG-Heuer), a 0,4»
- Lewis Hamilton (Mercedes AMG), a 8,0»
- Kimi Raikkönen (Ferrari), a 10,2»
- Sebastian Vettel (Ferrari), a 27,6»
- Max Verstappen (Red Bull TAG-Heuer), a 1’11»
- Fernando Alonso (McLaren-Honda), a 1’29»
- Sergio Pérez (Force India Mercedes), a 1’51»
- Daniil Kvyat (Toro Rosso Ferrari), a 1’51»
- Kevin Magnussen (Renault), a 1’59»

Esta nueva victoria de Nico Rosberg ha supuesto que el liderato en la clasificación del Mundial de Pilotos vuelva a manos del alemán, quien ahora aventaja a su compañero en ocho puntos, dejando otra vez las espadas en lo más alto.
Una diferencia que pudo haber sido aún mayor de no haber mediado el error en la estrategia de Ferrari, que le regaló literalmente la tercera plaza al británico, lo que le permitió minimizar daños al británico.
Por su parte, este nuevo pódium, cuarto consecutivo, ha terminado de asentar a Daniel Ricciardo en la tercera posición del campeonato, ahondando aún más si cabe en la brecha con respecto a sus inmediatos perseguidores, Sebastian Vettel y Kimi Raikkönen.
El australiano ha conseguido abrir hueco con respecto a los dos pilotos de Ferrari, a los que aventaja ya en 31 y 36 puntos, respectivamente. Eso sí, ambos se alejan de Max Verstappen, que es sexto, a 19 puntos del finlandés.
- Nico Rosberg (Mercedes AMG), 273 puntos
- Lewis Hamilton (Mercedes AMG), 265 puntos
- Daniel Ricciardo (Red Bull TAG-Heuer), 179 puntos
- Sebastian Vettel (Ferrari), 153 puntos
- Kimi Raikkönen (Ferrari), 148 puntos
En lo que respecta al Mundial de Constructores, el hecho de que el Red Bull de Ricciardo frustrase un nuevo doblete de Mercedes impidió que las Flechas Plateadas revalidasen de forma matemática su título.
Aun así, el título de fabricantes está ya al alcance de la mano. Si Mercedes suma ocho puntos más que Red Bull la próxima carrera, los alemanes serán campeones del mundo de Constructores por tercer año consecutivo.
Precisamente ese segundo puesto de Ricciardo ha dado oxígeno a Red Bull en su lucha con Ferrari por el subcampeonato. Una lucha que promete ser emocionante de cara a la recta final de la temporada ya que ambas marcas están separadas por apenas 15 puntos.
Por detrás, Force India sigue consolidándose como el cuarto mejor equipo del año, en detrimento de Williams que, una vez más, ha vuelto a quedar fuera de los puntos y con la vista puesta claramente en 2017.
- Mercedes AMG, 538 puntos
- Red Bull, 316 puntos
- Ferrari, 301 puntos
- Force India Mercedes, 112 puntos
- Williams Mercedes, 111 puntos
- McLaren-Honda, 54 puntos
- Toro Rosso Ferrari, 47 puntos
- Haas Ferrari, 28 puntos
- Renault, 7 puntos
- Manor Mercedes, 1 punto
- Sauber Ferrari, 0 puntos
La próxima carrera será de nuevo en territorio asiático, en dos semanas. En este caso nos vamos hasta Malasia y su tristemente famoso circuito de Sepang, donde se dejó la vida el piloto italiano de Moto GP, Marco Simoncelli, en 2011.
Esta carrera, que tradicionalmente se venía disputando al principio de la temporada vive su primer año en período otoñal, por lo que la meteorología será sin duda determinante por su carácter lluvioso.