Hace más o menos un año informábamos de que Ford había procedido a realizar una llamada urgente a dos de las joyas de su corona como eran sus conocidos deportivos Mustang GT350 y GT350R.

El motivo era que un defecto de fabricación en los sensores de combustible de ambos modelos provocaba una deficiente lectura en la presión de la gasolina. Esto podría dar lugar a posibles fugas de combustible, con el consiguiente riesgo de incendio.
En total, dicha revisión afectó a unas 8.000 unidades de los dos modelos del Ford Mustang fabricadas entre el 24 de febrero de 2015 y el 30 de agosto de 2016.
En esos momentos, y según han informado fuentes próximas a Ford, el problema ha sido identificado y localizado y no es, en absoluto, como para tomárselo a broma.
En concreto, se ha detectado la existencia de un manguito defectuoso del radiador, el cual falla a la hora de enviar aceite al motor.Cuando este manguito se rompe, se produce una sobrecalentamiento súbito del propulsor, provocando su rotura casi de inmediato a causa del rozamiento.
Pero no queda ahi la cosa ya que existe el riesgo real de que, debido a esta subida en la temperatura del motor, éste se prenda fuego.
Por este motivo, la marca del Ovalo ha reaccionado ordenando de inmediato la paralización de las ventas de sus dos modelos. Sin embargo, no se han quedado ahí las medidas urgentes llevadas a cabo por Ford ya que su división estadounidense ha prohibido a toda su red comercial la utilización de sus unidades de prueba.
Además, ha ordenado la cancelación de la entrega de todas las unidades que, habiendo sido vendidas, aún no se hubiesen entregado a sus respectivos clientes.
Por otra parte, Ford ha confirmado que las reparaciones no darán comienzo hasta enero de 2017 y estiman que no finalizarán al menos hasta marzo de ese mismo año.
Por últmo, la marca de Detroit ha querido tranquilizar a sus clientes, anunciando que hasta la fecha no se ha registrado ningún tipo de accidente, incendio o lesión a causa de la avería.