El japonés Takuma Sato, reciente ganador de la última edición de las 500 Millas de Indianápolis, se ha llevado una nueva y jugosa alegría, que añadir al honor de convertirse en el primer piloto japonés ganador en la mítica prueba automovilística.

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Takuma Sato se embolsó 2,45 millones de dólares por su victoria en Indianápolis

En concreto, al tradicional trago de leche reservado a los campeones en el trazado oval de Indianápolis, Sato añade ahora una suculento premio de 2,45 millones de dólares por su victoria, lo que al cambio vendrían a ser aproximadamente 2.183.000 euros.

Esta no es más que una «pequeña» porción de los más de 13 millones de dólares -concretamente 13.178.359 dólares (unos 11.750.000 euros)-  con los que la marca de aceites de motor PennGrade Motor Oil ha destinado para los mejores de la carrera.

Por tanto, imaginamos que el brasileño Helio Castroneves, el gran derrotado del día, recuperará la sonrisa gracias a los 770.629 dólares (en torno a 686.000 euros) que se ha embolsado por su segunda plaza.

Sin duda, un gran reconocimiento para dos pilotos que, junto a Sato, nos dejaron el sexto final más apretado de la historia de las 500 Millas.

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Fernando Alonso también se llevó un buen pellizco por su participación en las 500 Millas

Sin embargo, tanto Sato como Castroneves no serán los únicos beneficiarios por la lluvia de dinero ofrecida por PennGrade Motor Oil.

Así, el tercer clasificado, el debutante Ed Jones, del equipo Boy Scouts of America Honda, se llevó un nada despreciable «pellizco» de 535.629 dólares (477.300 euros al cambio).

Por su parte, el británico Max Chilton, que lideró durante gran parte del último tercio de la carrera también se llevó una buena parte del pastel, con un total de 484.129 dólares (unos 431.000 euros).

Inclusive el quinto clasificado, Tony Kanaaan también tuvo su premio. El piloto del equipo NTT Data Honda, que llegó a comandar la carrera durante 22 vueltas, tuvo su recompensa, embolsándose un total de 438.291 dólares, algo más de 390.000 euros.

Por último, hay que decir que PennGrade también «regó» de dólares a algunos pilotos que, a pesar de no acabar la carrera, tuvieron cierto protagonismo en la misma. En concreto, Scott Dixon -que sufrió un aparatosísimo accidente del que afortunadamente salió ileso- y el propio Fernando Alonso.

En el caso de Dixon, brillante poleman, se llevó una tajada de 446.629 dólares (398.000 euros aproximadamente) mientras que el asturiano se volvió a España con una saca de 305.805 dólares (en torno a 272.000 euros), entre los que se incluyen 50.000 dólares por el hecho de su designación como «Rookie del Año», aportados por  la petrolera estadounidense Sunoco.