Tras el fiasco de la prueba del Shield en el Ferrari de Sebastian Vettel en vísperas del GP de Gran Bretaña, que generó gran cantidad de dudas en pilotos y directores, la FIA ha retomado el controvertido HALO y finalmente ha sido el elegido como mecanismo de seguridad de cara al año próximo.

Sin embargo, esta decisión, lejos de ser admitida de forma unánime ha generado una catarata de opiniones encontradas.
Por un lado, las de sus detractores -que los hay y muchos- y, por otro, las de aquellos que piensan que, bien por ser un mal menor o bien porque les ha convencido el citado dispositivo, ven en el HALO, la mejor solución para proteger los cockpits de los pilotos en caso de algún tipo de impacto sobre sus cabezas.
Por este motivo, la propia FIA ha tenido que sacar un comunicado en el que ha defendido las bondades de este sistema, con el fin de intentar acallar las críticas y demostrar que, para bien o para mal, el HALO es imprescindible, al menos de entre todos los mecanismos probados estos dos años.
En primer lugar, la FIA ha querido dejar claro que la introducción del HALO no ha sido una imposición del organismo rector del Motor sino que responde a una demanda urgente de la propia GPDA (la Asociación de Pilotos) formulada en 2016.
«En la última década hemos presenciado muchos accidentes que han afectado a la seguridad de los pilotos. En julio de 2016, la ‘GPDA’ le comunicó al presidente de la FIA, Jean Todt, que debía ser implementado algún tipo de protección frontal para la cabeza del piloto lo antes posible», indica el comunicado.

Por otra parte, la FIA replica a sus críticos que, después de tres simulaciones de accidente a la que sometieron a todos los dispositivos que se han presentado, como por ejemplo el Aeroscreen o más recientemente, el Shield, el HALO ha sido el mecanismo que mejores resultados obtuvo.
«Los test con HALO han venido siendo exitosos, centrados en tres tipos de riesgos: a) choque coche contra coche, b) coche contra el entorno y c) Impacto con objetos externos.
En el primer caso, el HALO ha soportado hasta 15 veces la masa total del coche y reduce significativamente el potencial de lesiones. En el segundo caso, los test demuestran que este sistema puede prevenir el contacto del casco contra un muro o una barrera en muchos casos, empleando una selección de incidentes previos como referencia. En el último caso, el HALO ha demostrado poder evitar que grandes objetos golpeen la cabina del piloto así como un aumento de la protección respecto a objetos pequeños».
Asimismo, la FIA le recuerda a la GPDA que ya en 2016 se aprobó por unanimidad la introducción del HALO para esta misma temporada. Aun así, el Alto Organismo aceptó aplazar un año su introducción en los monoplazas para seguir probando dispositivos como el Shield, que parecía convencer más a pilotos y directores.
Sin embargo, lejos de convencer, la decepcionante prueba llevada a cabo este año en Silverstone, el Shield ha generado aún más dudas, haciendo pues inviable su adopción.
«Pese al éxito de los test, en julio de 2016 se acuerda aplazar su introducción para realizar más pruebas en pista y explorar soluciones alternativas. Se acuerda por unanimidad que en 2018 se instalará el sistema de protección. Se suceden las pruebas en pista durante la temporada 2016 analizando el impacto del dispositivo en la visibilidad«, indica el comunicado.
«En abril de 2017, la FIA decidió dar prioridad a la familia Shield de sistemas transparentes. Tras las pruebas estáticas, se procedió a probar el Shield en pista en el Gran Premio de Gran Bretaña 2017 en el Ferrari de Vettel. Las conclusiones nos han dejado una serie de limitaciones en este sistema», añadió la FIA.

Por último, el comunicado hace referencia a que el HALO no sólo no afecta a la visibildad de los pilotos sino que, además, en caso de necesidad de extracción urgente -los otros grandes caballos de batalla de todos estos dispositivos- este dispositivo ha sido el que mejores resultados ha obtenido en las pruebas de campo.
«También se han realizado tests para comprobar la visibilidad y queda demostrado que el HALO no afecta sustancialmente a la visibilidad y no hay obstrucción visual por su estructura central. También se ha podido comprobar que el HALO no afecta a la salida del piloto del coche y permite, por tanto, su extracción segura».
Por tanto y pese a los giros radicales que la controvertida implementación de estos mecanismos de seguridad están dando estos últimos dos años, la FIA ha decidido que, de cara a 2018, el HALO finalmente sea el elegido y sobre él habrán de trabajar los equipos de diseño de las escuderías para introducirlo en los coches del próximo año.
«A la vista de las pruebas realizadas con éxito del ‘Halo’ en pista con numerosos pilotos y equipo y la necesidad de implementar un sistema de seguridad en 2018, el sistema ‘Halo’ representa la mejor solución para la protección de la cabina frontal que existe actualmente», finaliza el comunicado de la FIA.