Otro de los secretos peor guardados en el paddock de estos últimos años era el destino de Carlos Sáinz, al que todos los rumores situaban en Renault para la próxima temporada.

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Carlos Sáinz ficha por Renault para 2018

Pues bien, tal y como se esperaba, el equipo Renault ha oficializado hoy el fichaje de Carlos Sáinz, que se incorporará a la escudería francesa la próxima temporada.

El comunicado de Renault no hace referencia a la duración del contrato, por lo que se cree que el madrileño firmará por un año en el que tendrá como compañero a Nico Hulkenberg, un rival sin duda más duro de pelar que Daniil Kvyat.

Sin embargo, hay informaciones que hablan que el contrato será por tres años, si bien Red Bull se habría reservado una especie de derecho sobre Sáinz, de modo que podría volver a la órbita de la escudería austríaca en cualquier momento, en caso de que así lo deseasen.

Otra cuestión importante, a pesar de lo que pueda parecer, es la fecha de incorporación de Sáinz a Renault. En absoluto es una cuestión baladí.

¿Por qué? Muy sencillo. Muchos de los rumores hablaban no ya del hecho en sí de su fichaje, que se daba por supuesto, sino que incluso se llegó a barajar que el madrileño se sentaría al volante del RS17 en 15 días, para el próximo GP de Malasia.

Finalmente no será así y, aunque la llegada de Sáinz a Renault supone de facto la salida de Jolyon Palmer para el próximo año, el británico al menos finalizará la temporada y no tendrá que llevar a la marca francesa ante los Tribunales, como amenazó con hacer en caso de que el español ocupase su volante para él último tramo de la presente campaña.

A sus 23 años y tras tres temporadas en la élite, Sáinz da el esperado salto de calidad que necesitaba para relanzar una carrera que, por unas cosas u otras, se estaba empezando a quedar enquistada en un equipo menor como Toro Rosso.

Y es que, con las ansiadas puertas de Red Bull cerradas a cal y canto, con Verstappen y Ricciardo confirmados para 2018, y con la mayoría de las escuderías mínimamente competitivas con sus plantillas definidas, lo cierto es que no le quedaban muchas más alternativas al madrileño.

Ahora sólo queda desearle toda la suerte a Carlos Sáinz para que, como le pasó en su día a Fernando Alonso, pueda encontrar en Renault ese coche en el que mostrar al mundo todo ese talento del que el bravo piloto madrileño anda sobrado y que, por unas cosas u otras, no ha podido enseñar más que en pequeñas dosis en su breve -y esperemos que duradera- carrera en la élite.