El reciente anuncio de Toro Rosso sobre cuáles serán sus pilotos de aquí al final de la temporada y, a través del cual Pierre Gasly -que ha vuelto a Faenza tras su ausencia en Austin para defender su liderato en la Super Fórmula japonesa- y Brendon Hartley, cuya continuidad ha sido confirmada oficialmente hasta el final de temporada, se puede dar por hecho que la carrera de Daniil Kvyat en el seno de la firma de bebidas energéticas ha llegado a su fin.
Recordemos que Kvyat fue «cortado» por Toro Rosso hace aproximadamente un mes, en vísperas del GP de Malasia. En ese momento, su puesto fue ocupado por Pierre Gasly.
No obstante, el piloto ruso volvió a subirse al STR12 en Austin para cubrir la baja del francés, que viajó ese fin de semana a Japón con el fin de rematar su brillante temporada en la Super Fórmula nipona.
De nada, pues, le ha servido a Kvyat puntuar en el Circuito de las Américas, una carrera que, en palabras del propio piloto ruso, fue su mejor carrera del año. Helmut Marko ha sido tajante y en unas declaraciones al rotativo alemán Bild ha descartado que Kvyat vuelva a vestir los colores de Toro Rosso este año.
“Kvyat no volverá otra vez. No creemos que pueda hacer un cambio a largo plazo. Gasly y Hartley terminarán la temporada y luego veremos qué ocurre”, afirmó Marko.
De hecho, Marko ha sorprendido con el anuncio de la continuidad de Hartley, un piloto veterano y cuya contratación chocó radicalmente con el tradicional espíritu que siempre había venido caracterizado a Toro Rosso.
Esto es, usar a su escudería «satélite» como plataforma de promoción para los jóvenes pilotos provenientes del Red Bull Junior Programe, y conseguir que los mejores acaben algún día pilotando para sus hermanos mayores de Red Bull.
Además, por si fuera poco, Marko ha confirmado que en el seno de la escudería de las bebidas energéticas estarían sopesando muy seriamente la posibilidad de mantener a Hartley en Toro Rosso en 2018, en función del rendimiento que ofrezca el neozelandés de aquí al final de la temporada.
Se acaba, pues, el recorrido de Daniil Kvyat, que vivió una rocambolesca carrera que le hizo tocar el cielo para después, sorprendentemente, acabar descendiendo a los infiernos.
Su fichaje por Toro Rosso , anunciado a finales de 2013, hacía prever una meteórica puesto que el ruso pasó en 2014 directamente de la GP3 a la Fórmula 1 de la mano de Toro Rosso. De ahí pasó a Red Bull apenas un año más tarde, tras el fichaje de Vettel por Ferrari en 2015,
Pero lo que son las cosas; de subir al pódium en Sochi en 2016 a ser defenestrado apenas 15 días más tarde y “degradado” a correr de nuevo con Toro Rosso y, lo que es peor, acabar siendo despedido sin ni siquiera tener la oportunidad de acabar la temporada.
El Cuentakilómetros 