Tras su tormentosa salida de Toro Rosso, el ruso Daniil Kyvat seguirá vinculado a la Fórmula 1 al anunciar su fichaje por Ferrari, equipo al que se unirá como nuevo piloto de desarrollo.

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Recordemos que Daniil Kvyat vivió un auténtico calvario en Red Bull y Toro Rosso en sus dos últimas temporadas en la filas del entramado de la escudería de bebidas energéticas, especialmente en su último año con los colores del equipo de Faenza.

El ruso fue apeado del STR12 durante el último tercio de la temporada y sorprendentemente reemplazado por Pierre Gasly y, aunque luego fue puntualmente «llamado a filas» para disputar el GP de EE.UU. y llegó a puntuar, Kvyat fue definitivamente apartado del equipo y, ya sin volantes disponibles, su futuro en el Gran Circo de cara a 2018 se tornó ciertamente incierto.

Aunque es cierto que nunca perdió la esperanza de seguir vinculado a la Fórmula 1, lo cierto es que el sorprendente anuncio realizado por Ferrari en el día de hoy confirmando su contratación como piloto de desarrollo ha pillado a todo el mundo por sorpresa.

Dicho anuncio, realizado por un escueto tuit publicado por la cuenta oficial de La Scuderia, no desvela absolutamente nada sobre la situación contractual de Kvyat en Maranello.

No ha trascendido, pues, ni la duración del contrato ni si, además del duro trabajo en el simulador que sin duda le espera, Kvyat podrá subirse al nuevo monoplaza en alguno de los tests que se celebrarán durante el año o en alguna sesión de entrenamientos libres de los viernes de alguna de las 21 carreras de esta temporada.

Talento y experiencia para el «trabajo oscuro» en Maranello

A pesar de su juventud, 24 años, Daniil Kvyat es un piloto muy experimentado, con un total de 75 Grandes Premios a sus espaldas por lo que el ruso va a aportar experiencia y, por qué no decirlo, talento a un trabajo tan oscuro como importante como es el de desarrollo del nuevo monoplaza, que verá la luz a finales de febrero.

Vinculado desde muy joven al Red Bull Junior Team, debutó en la Fórmula 1 el año 2014, a la que accedió por la vía rápida fichando por Toro Rosso, tras proclamarse campeón de la GP3 Series el año anterior.

Su primera temporada en el Gran Circo finalizó en una discreta 15ª plaza, con tan solo ocho puntos. Sin embargo, la fe que Helmut Marko tenía depositada en él le llevó a ser el elegido para la difícil labor de reemplazar a Sebastian Vettel en Red Bull tras su marcha a Ferrari en 2015.

Ese año cumplió dignamente y finalizó en la séptima posición final, con una segunda posición -lograda en Hungría- como mejor clasificación de la temporada.

Sin embargo, en 2016 pintaron bastos para el joven piloto ruso. Un dubitatitvo arranque de temporada, maquillado con un tercer puesto en Sochi, motivó que en Red Bull decidiesen “degradarle”, intercambiándole por Max Verstappen en Toro Rosso a partir del GP de España. Un duro golpe del que Kvyat nunca más se volvió a recuperar.

Ya en Faenza, el ruso acabó superado claramente por Carlos Sáinz y arrancó 2017 como segundo piloto de Toro Rosso. Sin embargo, las cosas no rodaron precisamente bien para Kyvat, que acabó descabalgado tras el GP de Singapur y, a pesar del espejismo del punto logrado en Austin, fue despedido del equipo.