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La continuidad de Force India en la parrilla, pendiente de un hilo

Los problemas económicos han vuelto de nuevo a Force India y su viabilidad a corto e incluso medio plazo parece más en entredicho que nunca.

En esta ocasión y, a diferencia de las otras dos ocasiones en las que el equipo de Vijay Mallya ha estado en dificultades (2013 y 2015), ya hay no una sino dos demandas a cuenta de las cada vez más elevadas deudas de la escudería y, por si fuese poco, una declaración de insolvencia por parte de un Tribunal británico.

Así pues, el llamado Tribunal de Empresas, sito en Londres ha dictado una resolución judicial por la cual declaró la insolvencia de la escudería india y ha declarado su concurso de acreedores, en un paso previo a la administración judicial y la liquidación de sus bienes.

Una declaración instada entre otras partes a petición de Sergio «Checo» Pérez, al que se le adeuda todo su salario del presente año, en torno a cuatro milones de euros, pero también de Mercedes, que reclama una cantidad similar por los motores que el equipo no ha pagado todavía.

Esto ha generado un enorme malestar en la escudería y ha obligado a uno de sus principales patrocinadores, la empresa británica de bebidas energéticas Rich Energy, a desembolsar la nada despreciable cantidad de 30 millones de libras esterlinas (en torno a 33,4 millones de euros) para intentar salvar los muebles.

Sin embargo, dicha medida, confirmada por la propia compañía inglesa en un tuit hecho público en la tarde-noche del sábado, no parece que haya sido suficiente para evitar la quiebra.

De hecho, Rich Energy ha acusado de orquestar un «trágico y evitable final» para la escudería no sólo al piloto mexicano y a Mercedes sino también al británico Julian Jakobi (representante, entre otros, del propio Sergio Pérez) y a la empresa BWT, otro de los patrocinadores del equipo.

https://twitter.com/rich_energy/status/1022922604125073408