Ya he dicho en más de una ocasión que cuando los neumáticos son los protagonistas y no los pilotos en esto de la Fórmula 1 es porque se está haciendo algo mal por parte de Pirelli, como suministrador único pero también por parte de la FIA y la FOM, que no dan con la tecla. La carrera de hoy, que ha ganado brillantemente Nico Rosberg -logrando su segunda victoria del año- ha estado marcada por una serie de incidentes graves en los que ha habido un denominador común. El reventón de los neumáticos y la consiguiente puesta en riesgo de la integridad física de los pilotos.
Mientras Pirelli está buscando desesperadamente una explicación a lo ocurrido hoy sobre el asfalto de Silverstone, durante la carrera hemos podido ver cómo el neumático trasero de hasta cuatro coches distintos saltaban por los aires, a los que habría que añadir otro monoplaza más, el de Sergio Pérez, que vio ayer durante los entrenamientos cómo su neumático trasero izquierdo reventaba sin ningúna explicación aparente. Incluso Sebastian Vettel estuvo a punto de explotar, Sólo la perspicacia de Adrian Newey y su equipo evitaron males mayores, mandando a boxes al alemán cuando se percataron del pésimo estado de sus compuestos, cuando éstos estaban a punto de reventar por su mal estado.
Por si fuese poco, la carrera ha estado plagada de problemas que han motivado a una serie de remontadas, algunas como la de Hamilton o Webber, e incluso de la Alonso, que podrían ser consideradas como épicas. De hecho, el segundo clasificado, Mark Webber -que el mismo jueves había anunciado su despedida de la Fórmula 1- ha logrado pasar de un 14º puesto en la salida a esa meritoria segunda plaza. Por su parte, el tercero en discordia, Fernando Alonso, ha olvidado sus problemas de neumáticos y fiabilidad del viernes y el sábado y ha logrado protagonizar una gran remontada, tras salir desde el noveno puesto de la parrilla.
El úlitmo gran destacado ha sido Lewis Hamilton, ante cuya memorable carrera hay que descubrirse. Ha finalizado cuarto -a escasas milésimas de Alonso- pero es que el piloto británico fue el primero en sufrir un reventón cuando comandaba la carrera. Tras llegar a duras penas a boxes sobre tres ruedas, con medio coche triturado y sin KERS, logró remontar de forma espectacular, quedándose como digo a escasa milésimas de un más que merecido pódium.
La cruz ha venido esta vez para el tricampeón Sebastian Vettel. Cuando lideraba la carrera con cierta comodidad, a falta de 10 vueltas para el final, se rompió la caja de cambios de su Red Bull RB9 y ha tenido que abandonar, con lo que la clasificación del Mundial de Pilotos se aprieta y recupera cierta emoción.
Análisis de la carrera
La salida fue limpia y, tal y como se esperaba, Hamilton defendió bravamente su pole y Rosberg cedió su posición ante el empuje de Vettel. Por detrás, un mar de nervios dejaban una nueva pésima salida de Webber y Raikkönen, en especial del australiano, que caía hasta la octava plaza. Allí quedó encerrado y cuando trató de escapar, fue embestido por . El Red Bull se salía de pista y Webber descendió hasta la 14ª posición y en medio de un tremendo embotellamiento. Por su parte, Alonso tampoco pudo remontar ya que también se vio encerrado por el tráfico y por el empuje de su compañero Felipe Massa, que adelantó a todos como un misil y se coló entre las primeras plazas de forma sorprendente.
Así, pronto las cosas empezaron a obedecer al guión más o menos previsto. Hamilton tratando de poner algo de tierra de por medio con respecto a Vettel, que venía con el ímpetu de un búfalo a ponerle las cosas difíciles y con Rosberg, en tierra de nadie, mientras rodaba en una cómoda tercera plaza. Por detrás, Alonso ascendía posiciones, tras rebasar sin demasiados problemas a Raikkönen y a Ricciardo. Por su parte, Massa, absolutamente desatado, se batía el cobre en un más que honrosa quinta posición.
Nadie se podía imaginar que en la octava se iba a abrir la Caja de Pandora. De la misma forma y prácticamente en el mismo sitio que apenas un día antes le había reventado el neumático trasero derecho a Sergio Pérez durante la Q2, Lewis Hamilton sufría un espectacular reventón que daba al traste con sus opciones de triunfo. Es más, pocos daban un euro por la continuidad del británico en carrera ya que el Mercedes, que tuvo que dar casi toda una vuelta sobre tres ruedas, parecía haber quedado francamente tocado, especialmente en la suspensión trasera y en el fondo plano.

De esta forma, y casi sin querer, Sebastian Vettel se encontró con el liderato de la prueba y comenzó a hacer lo que mejor sabe. Tirar con todas sus fuerzas y despegarse del resto para tener una carrera tranquila. Y así lo hizo. Pronto puso pies en polvorosa y en seguida abrió brecha con respecto a Rosberg, su más inmediato perseguidor.
Sigue leyendo “GP de Gran Bretaña: Rosberg vence, Pirelli pierde”